España

Otegi se jacta de ser la única vía de Sánchez para aprobar los Presupuestos

El Gobierno logra 187 apoyos para las cuentas públicas, mientras que recibe 156 “noes”, y Otegi se jacta de ser la única vía para que el ejecutivo saque adelante las cuentas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), junto a la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero (i), y el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños (d), a su llegada a la última jornada de debate y votación de los presupuestos en el pleno del Congreso, este jueves.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), junto a la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero (i), y el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños (d), a su llegada a la última jornada de debate y votación de los presupuestos en el pleno del Congreso, este jueves.Alberto R. RoldánLa Razón

El Gobierno ha sellado los que serán los últimos Presupuestos de la legislatura consolidando a su vez su relación con los partidos independentistas. Lo hace, además, de la mano de Bildu, a quien entrega importantes cesiones sin necesidad si quiera de utilizar sus votos para conseguir aprobar las Cuentas Públicas ya que los abertzales contribuyen con cinco apoyos de los 187 que ha logrado el Gobierno, aunque solo precisa de 176 (ahí está situada la mayoría absoluta).

El Gobierno recabó ayer una holgada mayoría absoluta al recoger 187 votos para dar luz verde a la ley más importante, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado. Una norma que le da el suficiente oxígeno para terminar la legislatura y con la que se garantiza el apoyo del bloque de investidura, después de que esta relación haya sufrido altibajos desde la conformación del gobierno de coalición. PSOE, Unidas Podemos, PNV, Bildu, ERC, PDeCAT, Más País, Compromis y PRC. En contra votaron, como era esperable, PP, Vox, Ciudadanos, Junts, Foro Asturias, CUP, los dos diputados expulsados de UPN y Teruel Existe. 156 «noes», mientras que el BNG ha votado abstención.

En total, el Gobierno ha aceptado 281 enmiendas de las más de 5.400 que presentaron todos los grupos parlamentarios. De esas más de 5.400, 2.400 eran del PP, pero Moncloa no ha aceptado ninguna de los populares, lo que evidencia todavía más las distancias que mantienen con el partido de Alberto Núñez Feijóo. En cambio, el Gobierno sí ha aceptado 81 enmiendas del PDeCat, más de 50 del PNV o 35 de Bildu.

El voto favorable de ERC tardó en llegar, aunque en el Gobierno no lo daban por perdido en ningún momento, menos después de que PSOE y Unidas Podemos registraran en el Congreso de los Diputados una proposición de ley para derogar el delito de sedición, como reclamaban los independentistas desde hace tiempo. Además, los republicanos habían alcanzado un acuerdo con Moncloa en el marco presupuestario para transferir a Cataluña 900 millones de euros destinados a acometer obras en infraestructuras «clave» en el ámbito ferroviario y de carreteras, entre otras inversiones.

El apoyo de los cinco diputados de Bildu llegó primero y se alza como el más «caro» y menos necesario. En este sentido, los abertzales han logrado un acuerdo por valor de 480 millones de euros, aunque el punto de mayor valor político es la transferencia de las competencias de tráfico de la Guardia Civil en Navarra. Una transferencia que está llena de polémica porque estaba comprometida con el PNV y Bildu se la ha arrebatado y porque los abertzales siempre han sido muy hostiles a la Guardia Civil.

Si bien, los votos de Bildu tampoco eran necesarios para el Gobierno, que sabía que contaría con el respaldo de ERC, habría sumado 182 diputados para sus cuentas, por lo cual, también habrían resultado aprobadas. Este mismo jueves, la diputada de Bildu, Mertxe Aizpirua, sacó pecho de su relación con el Ejecutivo, de la que destacó su proceso de consolidación en el tiempo, tras no «entenderse» ni «dialogar», en un primer momento, a sentarse ahora con ellos. Arnaldo Otegi fue incluso más allá y se jactó ayer del poder que ejerce su partido sobre el Gobierno, al erigirse en la única vía que tiene el Gobierno para sostenerse y para sacar adelante los presupuestos. «Se da la gran paradoja», dijo, de que no habría «Gobierno de progreso en el Estado» sin el sostén de las fuerzas de izquierdas que quieren «marcharse» de España.

El presidente del Gobierno mostró su «satisfacción» por la aprobación de los Presupuestos, que a su juicio dan «estabilidad» al país. Además, se congratuló de que las Cuentas hayan sido aprobadas «en tiempo y forma» por tercera vez y lo vio como un hito que no se producía desde 2015. En cuanto a las críticas de la oposición por aprobar los pactos con Bildu, Sánchez sacó pecho de la «política útil» frente al «ruido» en este «contexto tan difícil». «Hemos demostrado, entre todos, que la política mas allá del ruido es muy útil, sobre todo en este contexto tan difícil de guerra que esta sufriendo Europa y también España», reflexionó.

Así, el presidente trató de zafarse del rechazo que ha causado la cesión de las competencias de tráfico a Navarra. «Ha primado la victoria del entendimiento entre dispares. No es una victoria frente a nadie sino frente a los problemas que tiene este país», aseguró. Destacó que son unos Presupuestos «imprescindibles» para el momento actual de crisis económica y para afrontar los «desafíos», así como alabó la «voluntad» del Gobierno para «llegar a acuerdos». Agradeció el apoyo a los diez partidos que votaron a favor del Proyecto de Presupuestos que, según dijo, «representan a 12 millones de españoles que les votaron». Así, como destacó la voluntad de acuerdo de los partidos que conforman el Gobierno de coalición, PSOE y Unidas Podemos.