Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Lee ya las noticias de mañana
Sobre este blog

Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.

La bombona de butano

Bombonas de butano y artículos naranjas de diversas marcas

Ana Fernández

14 de febrero de 2025 19:26 h

0

La gente romántica no tiene arreglo. Nos da por pensar empáticamente en toda persona, animal o cosa que se halle en situaciones de tránsito. Tan poca compostura tenemos, que, ayer mismo, día de los amores, un viernes de san Valentín, me resuena en el corazón algo humilde y poderoso: la bombona de butano, esta reina de las cocinas y los termos de antaño con adherencia a los hogares de migrantes y personas mayores, y a las zonas rurales de la España vaciada.

Su historia y avatares, millones de caloríficos servicios y su emplazado futuro agitaban pensamientos de distinta clase, en rara ebullición.

Ella, rotundamente naranja y enser pop de la revolución industrial y de la vida doméstica, urbana y rural, del siglo XX, es un producto esencial para mucha gente; lo es en el cálculo de la inflación y en el desbocado coste de la vida.

En una gran proporción, el butano es repartido a domicilio y a establecimientos hosteleros por pymes que poseen la concesión de distribuir las bombonas de fortísimas empresas multinacionales. Si la bombona es de la energética equis, el trabajo de comercializarla en ciudades y pueblos no lo hace equis, una de esas gigantes que poseen beneficios y pulmón para engullirse unas a otras, sino sociedades limitadas cuya actividad y tesorería tampoco pueden ponerse en riesgo haciéndolas cargar con márgenes insuficientes o insostenibles.

No supe de esta realidad hasta hace poco, esa es la verdad. Fue casualmente, al pedir que por favor mejorasen los plazos de entrega de las bombonas, cuando leí algunas noticias que me pusieron al día sobre cómo va complicándose la actividad de las distribuidoras de butano. Desde 2015 no se actualiza por ningún gobierno la cantidad que reciben las empresas de carácter local o provincial encargadas de comercializar las bombonas sirviéndolas a domicilio de acuerdo con las regulaciones exigidas por el Estado y la UE en aras de nuestra seguridad, salud laboral, etc.

Se negocia, se aproximan posturas, se anuncian medidas de protesta, se vuelve a retomar el diálogo, se puso febrero como mes de cierta nueva presión por parte de las empresas… Y ojalá se desatasque, pues la bombona de butano calienta y surte de energía a sectores desfavorecidos, a quienes apagan rápido el brasero y se duchan en un periquete; sectores, a los que, por otra parte, desde ya, con tiempo y antes de que haya que extinguir las bombonas de butano por la crisis climática, habría que facilitarles, con eficacia y a un coste asumible, energías limpias y renovables. Porque no se trata solamente de erradicar la terrible pobreza energética, que es como un hambre permanente de confort térmico, sino de universalizar un acceso justo e inclusivo a las que sean las mejores energías para el planeta, para el presente y el porvenir de la humanidad.

Tal día como hoy, ella, la bombona, rotundamente naranja, autárquica y blindada y primitiva, se me ha presentado como una baliza en la vorágine de la energía y su futuro. Porque la bombona de butano, la quizás cenicienta energética, traza una línea recta, una diana para la intervención, hacia las capas y sectores con menor capacidad económica o con mayor dificultad para la transición ecológica. Y tienen que ser, justamente, estas capas y estos sectores de los primeros en beneficiarse de la revolución energética verde.

En un precioso pueblo donde hoy se reparten bombonas de butano todxs queremos ver vida, habitantes, mejoras, energía solar comunitaria, gente mayor, gente joven, retoños, y no un desierto que aloje un desmesurado centro de datos consumiendo agua y electricidad por un tubo.

Nota: Las menciones a marcas y productos no llevan aparejada ninguna contraprestación

Sobre este blog

Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.

Autores

Etiquetas
stats