Memoria Histórica
El arco franquista que amaneció destruido el Día de los Inocentes
Denuncian el derribo de la «cruz de los caídos» en el abulense Puerto del Pico
Alguien pensó que era una broma, pero el día de los Santos Inocentes, el abulense Puerto del Pico perdió un emblemático arco a cuyos pies serpentea una calzada romana junto al mirador de la N-502 (Ávila-Córdoba), entre las vertientes sur y norte de la Sierra de Gredos, a 1.352 metros de altitud.
Apelando al cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, los Foros por la Memoria de Ávila, el Valle del Tiétar y La Vera cacereña llevaban desde 2018 reclamando la demolición del monumento, levantado en 1948 por el régimen franquista en honor a sus caídos. Financiado por varios ayuntamientos de la zona en término municipal de Cuevas del Valle, hoy solo quedan los restos de lo que era media circunferencia de piedra y ladrillo, coronada con una cruz y bajo ella el yugo y las flechas del escudo franquista, junto a la inscripción «A los caídos de la región».
Frente a sus detractores, la Asociación para la Recuperación Histórica y Defensa de la Memoria de Talavera de la Reina Puente de Hierro deplora la pérdida del arco y descarta rotundamente las explicaciones que apuntan a «acciones meteorológicas» en la caída. «Se ha destruido directamente de forma deliberada», aseguran fuentes de la entidad, creada el 20 de septiembre de 2020 por un grupo de trabajadores, profesionales y empresarios de Talavera para la «defensa, fomento y difusión de la historia, las tradiciones, el patrimonio histórico, cultural y social y las raíces cristianas» de su ciudad y comarca.
Un informe de la asociación avalado por dos ingenieros, un aparejador y un arqueólogo considera que el monumento «ha sido sometido a esfuerzos de viento y nieve brutales durante 74 años; con toda probabilidad mucho mayores de los que pudo sufrir el 28 de diciembre». La estructura «ha aguantado durante más de siete décadas» y, según los técnicos consultados, «considerando también la cercanía de la carretera», la «destrucción se puede haber realizado mediante máquina empujando o utilizando cables de acero traccionados, o incluso cuerdas, es decir, tirando de él. El monumento se ha volcado hacia el lado contrario a la ladera, así que lo más lógico es que lo hayan echado abajo».
Sobre un supuesto mal estado de los cimientos, la entidad talaverana argumenta que «la construcción se veía lo suficientemente sólida para que pueda haberla tirado el viento. Es, sin lugar a dudas, más probable que incluso se haya tratado de dañar deliberadamente los arcos en su parte inferior con el objeto de facilitar un derribo por tracción». Todo ello teniendo en cuenta que el monumento había sido «no solo pintado, sino vandalizado y probablemente dañado, pero no hasta el punto de caerse». «El cimiento no está deteriorado porque es la propia roca», insiste.
La asociación Puente de Hierro denuncia que «había gente que le tenía ganas; hemos visto que se vanaglorian, pero no solo eso, se felicitan». Y apuntan a un tuit del Foro por la Memoria: «Declinamos toda responsabilidad sobre lo sucedido (a la próxima llamadnos, c4br0n3s). Felicitaciones a las compañeras y compañeros de @ForoTietar que llevan muchos años peleándoselo».
En «desagravio», la entidad hizo el día 31 un «acto de reparación» ante los restos del monumento. Se colocó una cruz de madera, una bandera de España, se rezó y se leyó la crónica del martirio de Damián Gómez Jiménez, «brutalmente torturado y asesinado el 19 de agosto de 1936». Sacerdote de Mombeltrán, «el cura del Valle» murió en ese mismo lugar en circunstancias narradas por Jorge López Teulón, nombrado en 2002 Postulador de una causa de más de 900 mártires de la persecución religiosa de 1936 a 1939 en Toledo y Ávila.
Mientras, la zona del arco es hoy una pequeña escombrera de ladrillo y piedra, y la cruz y el yugo y las flechas han desaparecido. «Cuando llegamos el día 31 ya no estaban. Creemos que están custodiadas en dependencias municipales o de la Guardia Civil», dicen desde Puente de Hierro. Las primeras investigaciones de la Benemérita apuntan que el derribo se debió al «deterioro» y a los efectos del clima a lo largo de los años, extremo que descartan los talaveranos, así como las declaraciones por parte del Consistorio de Cuevas del Valle en el mismo sentido. «¿Por qué el Ayuntamiento no inicia una peritación objetiva y se cierra ante la posibilidad más evidente?», se preguntan.
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