El presidente del Gobierno ha asegurado desde Buenos Aires que la carta en la que Junqueras renunciaba -aparentemente- a la vía unilateral es «bienvenida como cualquier gesto que contribuya a la distensión». Sánchez ha asegurado que «comprende» que «pueda haber ciudadanos que tengan reparos» sobre la decisión de otorgar indultos a los líderes independentistas pero ha pedido a estas personas «confianza» porque hay que hacer una «apuesta para pasar de un mal pasado a un futuro mejor y eso implica magnanimidad».

Profundizando en la tarea pedagógica para «vender» a su electorado esta polémica decisión, Sánchez dijo que «vamos a permitir que la sociedad catalana se encuentre a sí misma» y a cerrar las heridas de esta «situación que he heredado de la anterior administración». «Pido comprensión y magnanimidad ante el desafío que tenemos por delante. Sin duda el objetivo merece la pena». dijo.

En su rueda de prensa conjunta con el presidente argentino Alberto Fernández en la Casa Rosada de Buenos Aires, Sánchez también fue preguntado sobre el momento en el que se constituirá la mesa de negociación. Al respecto ha dicho que no iba a entrar en la cuestión pero que lo primero era recibir al nuevo presidente de la Generalitat Aragonés en el palacio de La Moncloa «como mandan los cánones, si me permiten la expresión». «Lo mas importante es trasladar el mensaje político: la voluntad que tienen el Gobierno de abrir un nuevo periodo para Cataluña», subrayó.

En cuanto a si vetará a Junqueras en la mesa ha dicho: «Me permitirá que no me pronuncie. Es una mesa entre gobiernos e insisto: no empezamos bien si decimos que esta persona tiene que estar o esta no».

El presidente ha dejado claro asimismo que en estos momento no se está planteando ninguna remodelación de su Consejo de Ministros: «El Gobierno está concentro en dos objetivos: la vacunación, estamos a 70 días de la inmunidad de grupo. Y en segundo lugar la recuperación económica lo demás no es prioritario».

Pero es necesario poner en contexto la rueda de prensa de Sánchez en Buenos Aires, la primera que llevaba a cabo desde la carta en le que Oriol Junqueras abandonaba -al menos en apariencia- la vía unilateral hacia la independencia. Y es que, mientras en el Congreso su ministro de Justicia Campo y su vicepresidenta Calvo respondían al aluvión de preguntas de la oposición sobre la más que probable concesión de indultos a los líderes del desafío al Estado de 2017 en Cataluña, el presidente Sánchez evitaba este mal trago y desligaba su imagen de la polémica al encontrarse ya en la capital argentina preparándose para el primer acto de su gira latinoamericana, que fue, concretamente un foro empresarial al que han asistido también organizaciones sindicales de ambas naciones.

En declaraciones durante ese foro, le llovieron elogios del presidente argentino Alberto Fernández: «Pedro siempre estuvo con nosotros» y «el y yo tenemos la vocación de cambiar el mundo en el mismo sentido» pues «pocas veces siento tanta sintonía con alguien tan alejado en kilómetros». «Pedro está es tu casa», concluyó Fernández.

Previamente Sánchez había asegurado a Fernández la voluntad de que España se convierta en “la puerta de entrada a Europa para Argentina”, al tiempo que ha apoyado de manera explícita a esta nación en la difícil tarea que tiene para renegociar su abultada deuda con el FMI.

Antes, tras llegar escoltado por una espectacular caravana de 15 agentes motorizados de la policía bonaerense, Sánchez era recibido por su homologo argentino a las 15:30 hora española en la Casa Rosada, bajo los mismos balcones que sirvieron de escenario a tantos baños de multitudes de Eva Perón. Es significativo también que esta ha sido la primera visita de un jefe de Gobierno extranjero desde que Alberto Fernández tomó posesión en diciembre de 2019 y ha querido ser subrayada por la presidencia argentina como prueba de la “especial relación que une a ambas naciones” según admitieron fuentes de la secretaria de comunicación de la Casa Rosada.

Tras una reunión bilateral a solas después del foro empresarial, Sánchez y Fernández han presidido la firma de varios acuerdos en el imponente Salón Blanco de la Casa Rosada.

Sánchez fue muy elocuente al mostrar la solidaridad de España con este país ante el grave momento sanitario que atraviesa a causa de la pandemia de coronavirus y que obliga a seguir manteniendo restricciones. Según los últimos datos de este martes, Argentina registró 31.137 nuevos casos de covid-19, con lo que el número total de positivos superó los 4 millones (4.008.771) mientras que los fallecimientos se elevaron a 82.667 tras ser notificadas 722 muertes en las últimas 24 horas.

Tras dejar la Casa Rosada y pese a las restricciones por la pandemia, Sánchez tiene previsto mantener el habitual encuentro con la colectividad española (la más numerosa en el exterior, con casi medio millón), aunque limitado en esta ocasión a representantes de diversas asociaciones que los agrupan.

Su agenda la cerrará con una visita a la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los mayores centros de detención clandestina del país y que es en la actualidad un espacio para la defensa de los derechos humanos, y con un homenaje en la embajada a los desaparecidos españoles en la dictadura argentina.

A su término, se desplazará al aeropuerto para emprender viaje al segundo punto de su gira latinoamericana, San José de Costa Rica, donde además de una agenda bilateral, participará en una cumbre de España con los países centroamericanos y en una reunión que pretende recabar apoyos frente al problema de la migración en la región.