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Carina, la asistente de WhatsApp que recuerda a Luzia y que quiere parecerse a Google

La asistente virtual basada en IA comenzó su actividad en septiembre de 2023 aspira a tener 5 millones de usuarios en 2024

Carina, la asistente de WhatsApp que recuerda a Luzia y que quiere parecerse a Google Carina

Tras los Siri, Ok Google y Alexa, llega un nuevo boom de los asistentes virtuales, pero esta vez para WhatsApp. Tras el éxito de LuzIA (que con apenas siete meses de vida ya llevaba recaudados 12 millones de euros en financiación), Carina aparece como un asistente que pretende ser, sobre todo, práctico.

“Queremos que Carina sea, sobre todo, una herramienta práctica, útil, que tenga un impacto en el día a día de sus usuarios”, asegura su CEO y fundador, Daniel Dacuña, a La Razón. Para ello, “la clave va a estar en sus funcionalidades, cómo de grande logramos que sea ese ecosistema” con el que Carina es capaz de interactuar. El reto es que el usuario no tenga dudas sobre la noticia, reserva o duda que ha localizado en Carina, sino que “de por hecho que es la herramienta para todo” lo que hará que Carina se “convierta en su aliado, entras en su rutina, y le aportas un valor diferencial, haciendo que de la misma forma que habla con cualquier contacto de su agenda, pueda explotar las capacidades de la tecnología de vanguardia”.

Dacuña asegura que conseguir todo esto es “un proceso largo, con constante evolución”, y en el que “aún estamos construyendo los cimientos para que sean lo más sólidos posibles”, pero se muestra confiado en poder anunciar novedades pronto.

Dos espejos en los que mirarse

Aunque las comparaciones son odiosas, el planteamiento de Carina suena muy similar a lo que Luzia quiere ser (tal y como nos contaba su cofundador, Javier Andrés, en una extensa entrevista).

Dacuña defiende, sin embargo, que el planteamiento de ambos asistentes es diferente. “El equipo de LuzIA está haciendo un gran trabajo creando una herramienta conversacional o generativa”, asegura, “pero nosotros hemos apostado por construir una plataforma que actúe de ecosistema”. Así, hace una comparación entre lo que fueron en su momento las páginas amarillas y lo que supuso la llegada de Google como “la herramienta que todo el mundo utilizaba para casi cualquier cosa que necesitase en su día a día, desde consultar las últimas noticias, hasta encontrar un restaurante en una ciudad que no conoce”.

“Con esto no queremos decir que pretendemos sustituir a Google, pero sí que creemos que el futuro pasa por aprovechar las inmensas capacidades que puede aportar la inteligencia artificial para las tareas cotidianas, trayendo a la palma de la mano de la gente una forma más efectiva y eficiente de hacer muchas de nuestras actividades diarias”, detalla.

Por eso, tampoco cree que estén llegando tarde a un mercado que pueda empezar a estar saturados de opciones o en el que los usuarios ya se hayan acostumbrado a un tipo de asistente. “Llegamos justo a tiempo”, defiende, añadiendo que su startup apuesta por integrar las últimas tecnologías en Carina. Esto supone que, por un lado, “necesitamos un compromiso fuerte con estar siempre al día, con no llegar tarde con nada; mientras que también supone la convicción de que acercar las mejores tecnologías a los usuarios y que estas tengan un impacto directo en sus vidas, es posible”.

Es más, Dacuña sostiene que “estamos planteando una solución ya no solo necesaria, sino que era cuestión de tiempo, y creemos que podemos ser el caballo ganador por el que muchas de las empresas que quieren sumarse al cambio que está teniendo lugar en el mundo quieran apostar”.

Inversión y desarrollo

Dacuña no ha desvelado a cuánto asciende la financiación con la que ha arrancado su proyecto, pero sí que aclara que los inversores son principalmente privados y business angels, en su mayoría ejecutivos en grandes empresas españolas. Algo que, en su valoración, hace que “nos aporten no solo un sustento económico, sino también su experiencia y conocimiento que son ya un activo esencial para el futuro de Carina”.

Además, asegura que, pese a tener opciones para cerrar una ronda de financiación, “hemos encontrado formas de autofinanciarnos, y estamos valorando qué camino tomar en el corto y medio plazo”.

Carina funciona en Whatsapp pero espera estar disponible en otros servicios de mensajería, así como de una app propia, durante este primer semestre de 2024. Los planes, en principio, pasan por mantener la gratuidad del servicio, aunque esto “genere una necesidad de financiación que no pase por el dinero de los usuarios por lo que nuestra idea es conseguir aportarles valor a través de aportárselo también a diferentes empresas que nos ayuden a construir el ecosistema de Carina, pudiendo así monetizar el servicio mediante transacciones de sus propias funcionalidades, generando así un beneficio y un impacto positivo para todas las partes”.

En cuanto a las herramientas de IA con las que trabajan para funcionar, Dacuña explica que la startup está desarrollando un algoritmo propio que permite elegir “el mejor LLM en base al tipo de consulta realizada, al mismo tiempo que trabajamos con herramientas de procesamiento de audio entre otras. Esto nos permite optimizar las capacidades de las principales herramientas de IA disponibles, lo que, junto con la integración con bases de datos específicas y empresas líderes en sus respectivos sectores, ofrece unos resultados excepcionales”.