España

Elecciones generales: las 23 claves del 23J

La posible vuelta al bipartidismo, con Vox y Sumar hundiéndose, marca la batalla de las elecciones generales entre Feijóo y Sánchez: la participación determinará el resultado

Papeletas electorales
Papeletas electoralesJesus G Feria

Las elecciones generales de este domingo se antojan como la segunda vuelta de las municipales y autonómicas, que pueden confirmar el vuelco a la derecha de España con una victoria de Alberto Núñez Feijóo. A continuación, las 23 claves del 23J.

1. Participación. La participación será alta. Todas las encuestas la sitúan por encima del 70%, e incluso algunas por encima del 75%. Si estos datos se confirman la participación será superior al de las últimas municipales, un 63,91%, y de las generales de noviembre del 2019 que registró una índice del 69,88%. En esta alta participación fía sus expectativas el PSOE para superar las previsiones de las encuestas.

2. Funcionamiento del voto por correo. A pesar de las críticas, políticas y sindicales, el funcionamiento del voto por correo ha sido correcto con el mayor registro de toda la historia registrando un total de 2.622.808 peticiones. En 2019, un 9% de los electores que solicitaron el voto por correo no lo emitieron. Este año, menos de 200.000 se quedaron sin ejercer su derecho, un porcentaje similar al de hace cuatro años. El Partido Popular deslizó la duda sobre el papel de Correos como en las autonómicas apuntó la posibilidad de un pucherazo. La acusación quedó en nada porque el PP ganó las elecciones.

3. Vuelve el bipartidismo. Los dos grandes partidos, PP y PSOE, han apelado al voto útil y, según las encuestas, sus expectativas pueden cumplirse reduciéndose el número de partidos presentes en el hemiciclo. Según algunos sondeos la CUP tiene posibilidades de obtener un diputado, al igual que Teruel Existe, y también podría obtener este mismo resultado el BNG. El resto de formaciones como Coalición Canaria, otras marcas de la España vaciada como Unión del Pueblo Leonés, Soria Ya, Jaén Merece Más o la Unión del Pueblo Navarro se quedarán fuera del Congreso así como el Partido Regionalista de Cantabria que no se presenta en estas elecciones.

4. Pedro Sánchez. Pese a que los indicadores económicos le han respetado más que a José Luis Rodríguez Zapatero, el rechazo que genera su figura en muchos sectores de la sociedad por sus «mentiras» han movilizado a la derecha, además de haber generado mucho desencanto entre votantes socialistas. Si pierde el Gobierno, tendrá que despedirse del liderazgo del PSOE tras haber durado solo cinco años en el Gobierno, menos que el resto de presidentes del PSOE y del PP. De lo contrarío, podría escribir un nuevo capítulo en su "manual de resistencia".

5. Alberto Núñez Feijóo. Se lo juega todo a una carta: ser presidente del Gobierno. Si no, todo apunta a que lo dejará. La victoria la tiene prácticamente asegurada, pero la gobernabilidad es lo que no tiene garantizado. Su intención es gobernar en solitario porque podría conseguir más de 150 escaños, lo que le daría una gran autoridad para exigírselo a Vox y ser libre de "chantajes".

6. PSOE. Ha perdido mucho poder territorial tras el 28-M y, si pierde también la Moncloa, se avecina un tsunami interno de consecuencias imprevisibles. Los socialistas, un partido centenario, han salido siempre de los baches, pero se avecina una travesía por el desierto porque Sánchez tampoco ha dejado ningún relevo claro, más allá de la posibilidad de Emiliano García Page.

7. PP. Consiguió mucho poder territorial tras el 28-M y si logra La Moncloa, redondeará el 2023. Los populares viven un momento muy dulce por el poder que atesoran, pero también porque hay relevos si Feijóo decide dar un paso al lado: sin lugar a dudas, Isabel Díaz Ayuso y Juan Manuel Moreno son los candidatos que más brillan.

8. Vox y los liberales. El partido que lidera Santiago Abascal se ha dividido tras una legislatura en el Congreso y ha expulsado a todos los liberales de sus filas. Se ha quedado al frente un falangista como Jorge Buxadé, con un perfil duro y mucho más proteccionista en lo económico, y habrá que ver si los resultados son malos, como prevén las encuestas, cuál es la evolución de la formación.

9. Santiago Abascal. El líder de Vox ha conseguido ir haciendo crecer al partido desde 2014, pero se encuentra ante un momento muy delicado: podría perder más de la mitad de los escaños que tiene ahora en el Congreso tras una mala campaña electoral y eso podría agitar el debate interno en torno al futuro de un candidato que solo ha vivido de la política.

10. Sumar y Podemos. Este 23J Sumar se juega su futuro. Si supera los 30 escaños, el proyecto tirará adelante. Si baja de los 30, la rebelión de Podemos será una realidad y puede quedarse al borde de su extinción nada más nacer. La amalgama de siglas de última hora, el acto de Magariños que dejó a Podemos a los pies de los caballos, la desaparición de líderes como Ada Colau, y la dispersión de la campaña, ha hecho de Sumar un proyecto débil. Su gran objetivo es ser tercera fuerza.

11. Yolanda Díaz. Ha ido de menos a más en la campaña. De estar desaparecida ha pasado a una cierta agresividad para recuperar posiciones. Empezó la campaña lastrada por la defenestración de Irene Montero y ha sido incapaz de incorporar a los líderes de Podemos a la campaña. Se la juega a una sola carta, sabiendo de que Pablo Iglesias está velando armas en sus cuarteles de invierno.

12. Cataluña. Será la gran sorpresa electoral. Por un lado, porque los socialistas ganarán ampliamente las elecciones cosa que no hacían desde 2008 con Carme Chacón. La segunda sorpresa la protagonizará el Partido Popular que disputará el segundo puesto a ERC y a Junts. El centro derecha catalán junto a la extrema derecha recuperará en estas elecciones el espacio político que obtuvo el PP con Rajoy en 2011. El resultado no se puede extrapolar a las autonómicas pero, se abre por primera vez la posibilidad de un gobierno constitucionalista en Cataluña.

13. ERC. Es el principal damnificado en estas elecciones porque perderá como mínimo el 40% de la representación parlamentaria. Su principal interés en esta campaña es evitar el sorpasso de JxCat. Las encuestas dan un empate entre ambas formaciones, lo que va a enturbiar la estabilidad del Govern. El adelanto electoral parecía inevitable pero Pere Aragonès alargará la legislatura hasta otoño de 2024, como mínimo.

14. JxCat. Se juega dos cosas en estos comicios: intentar dar el sorpasso a ERC para pasar cuentas con los republicanos; e, intentar recuperar un protagonismo perdido en Madrid pero también en Cataluña porque su poder institucional se limita al mundo municipal con la máxima expresión de la Diputación de Girona. Si Junts da el sorpasso, difícil pero no imposible, el mapa político en Barcelona y Madrid dará un vuelco. La medida de este vuelco estará en manos de Carles Puigdemont.

15. País Vasco. Las generales se presentan en Euskadi como la previa de las autonómicas del próximo año. PNV y Bildu presentan una igualdad manifiesta que tras las municipales rompió el Partido Socialista de Euskadi a favor del PNV. El empate que dan las encuestas se romperá en el hemiciclo porque Bildu obtendrá un diputado por Navarra.

16. PNV. El nacionalismo conservador vasco está dando muestras de ir desfondado. Su mayoría habitual se ha roto en los últimos comicios y el relevo generacional en la sociedad vasca no apuesta por el PNV. Esta situación hace harto difícil un acercamiento de los peneuvistas al PP y menos aún si en los planes de Feijóo está Vox.

17. Bildu. Bildu está recogiendo los frutos de separarse de la violencia que asoló al País Vasco y es el referente de las nuevas generaciones. Además, los ataques de la derecha española le refuerzan en Euskadi. Un éxito de Bildu en estas generales puede, y debe, abrir la puerta para que la izquierda independentista vasca emule al IRA irlandés y pida perdón por los años de plomo. Su papel en el congreso se refuerza con la alianza que tiene con ERC.

18. Navarra. Navarra será noticia porque por primera vez UPN no ganará las elecciones. Es más, puede quedarse fuera del Congreso. PP y PSOE mantienen el pulso para ver quién vence en votos, aunque empatarán en escaños.

19. España Vaciada. Fueron fundamentales en las generales del 2019, con Teruel Existe. Lo han sido en municipales y autonómicas pero se ciernen nubarrones sobre las formaciones localistas que, según los sondeos, no tendrán representación, víctimas de la polarización de voto en favor de los grandes partidos. Todo el conjunto de partidos localistas deberán reformularse si quieren tener un papel más protagonista.

20. Coalición Canaria. Llegó a tener grupo parlamentario. Hoy tiene la presidencia de Canarias por un pacto «Borgen»: gobierna siendo el tercer partido con representación en el Parlamento de Canarias y, como tercer partido, se queda sin representación en el Congreso. En estos años, Ana Oramas y Pedro Quevedo, han tenido un gran protagonismo mediático y un papel determinante en investiduras y leyes pero la polarización los deja fuera y encima entra Vox.

21. Gobernabilidad. Las posibilidades de Gobierno se ciñen estrictamente a PP o PSOE. Los populares tienen tres opciones: mayoría absoluta; mayoría rotunda que permita gobernar con los minoritarios y el PNV; o, una victoria que le deje a merced de Vox, que sería el escenario que menos gusta en las filas populares. El PSOE tiene la posibilidad de gobernar con el bloque de izquierdas de la legislatura pasada, pero si pierde fuerza, se verá abocado a llamar a la puerta de JxCat y un acuerdo con los de Puigdemont es complicado.

22. El bloqueo. El bloqueo es un escenario que gana enteros tanto por la derecha como por la izquierda. En el caso de la derecha, Vox podría reproducir el bloqueo que ha protagonizado en Murcia, donde ha tumbado la investidura de Fernando López Miras por impedir que entren a gobernar. Los de Abascal parecen dispuestos a exigir sillones en el Gobierno mientras el PP no tiene ninguna voluntad de dejarlos entrar.

23. Repetición electoral. Si el bloqueo se alarga y hay un intento de investidura fallido (sin plazo definido por Ley), la cuenta atrás se activará y el Congreso tendrá dos meses para escoger a un presidente del Gobierno. Si no lo logra, España irá a repetición electoral.