Parlamento Europeo
Batalla para relevar a Schulz
La sucesión de Martin Schulz al frente de la Eurocámara amenaza la Gran Coalición europea. El regreso del político socialdemócrata a la política alemana ha abierto una batalla entre populares (PPE) y socialistas (S&D) para ocupar la presidencia del Parlamento Europeo (PE).
Tradicionalmente, los dos grandes partidos europeos se repartían a partes iguales los cinco años de legislatura en el Europarlamento, pero en esta ocasión los socialistas no están dispuestos a renunciar a la única de las tres principales instituciones comunitarias que presiden. Y es que si finalmente el ex comisario europeo de Industria y Empresa Antonio Tajani, el candidato del PPE, se hace con el sillón, los conservadores serán hegemónicos. Ya encabeza la Comisión (Jean-Claude Juncker) y el Consejo (Donald Tusk). Mientras, los socialistas, el segundo partido más votado en las europeas de 2014, sólo conservarían a la italiana Federica Mogherini como Alta Representante y al holandés Jeroen Dijsselbloem como presidente del Eurogrupo. De ahí que presenten a su líder, Gianni Pittella, para sustituir a Schulz.
“Para nosotros el acuerdo tradicional es el acuerdo con los socialistas, lo liberales y vamos a ver si con Los Verdes. Estas son las redes y las allianzas tradicionales”, sostiene Tajani, actual vicepresidente primero del PE. En cambio, para Pittella este acuerdo está roto: “Hoy en día debemos escuchar y dar respuestas a los ciudadanos más pobres. Las grandes prioridades de hoy son la desigualdad, la pobreza, la exclusión social y la seguridad”.
Frente a este duelo entre italianos, también ha anunciado su candidatura el incombustible líder de los liberales (ALDE), el ex primer ministro belga Guy Verhofstadt, que aspira a convertirse en el candidato de consenso. En contra de Verhofstadt, sin embargo, juega el hecho de que ALDE pasó a ser la cuarta fuerza política tras las últimas elecciones europeas.
Según las normas comunitarias, el presidente de la institución debe elegirse por mayoría absoluta, es decir, 378 votos. Si ningún candidato obtiene la mayoría en las tres primeras votaciones, los dos candidatos más votados en la tercera ronda pasan a la cuarta votación. En caso de empate, el aspirante de más edad es declarado el elegido.
Lo cierto es que gracias a su personalidad, ambición y dinamismo, Schulz ha logrado dotar al PE de un protagonismo político y mediático desconocido. No en vano, él y el popular Juncker protagonizaron en 2014 la primera campaña electoral propiamente europea después de alcanzar el compromiso de que, como si de unas elecciones ncionales se tratase, ocupase (pese a las reticencias de los Estados miembros) la presidencia del Ejécutivo de la UE al candidato del partido más votado en las urnas. En su último discurso como presidente de la Eurocámara, el político alemán alertó de que “esta democracia transnacional se encuentra en un gran peligro hoy en día. Por todas partes en el continente hay separatistas y vuelven aumentar los ultranacionalistas, los que quieren que se enfrenten unos con otros. Y yo seguiré luchando contra este odio”.
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