La ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal, propuso hoy imponer una bajada del 10 por ciento del precio de los peajes de las autopistas entre semana y su gratuidad los fines de semana y en hora punta para compensar la suspensión “sine die” de la aplicación de la “ecotasa”. Ese impuesto preveía gravar a los vehículos de más de 3,5 toneladas que circularan por las vías francesas que no fueran de peaje, y fue suspendido a principios de mes ante la presión ejercida por las asociaciones de transportistas.

Para equilibrar la falta de ganancias esperadas con esa tasa, Royal contempló hoy en la emisora “RTL” esa medida que afectará a los ingresos de las empresas concesionarias, las cuales, a su juicio, no han respetado sus compromisos gubernamentales.

“Las autopistas no han respetado su contrato. Deberían haber bajado los precios en consonancia con la amortización. Los franceses han pagado por partida doble: durante su construcción, y cuando el Gobierno Raffarin-Villepin las privatizó”, señaló.

Royal consideró que las compañías concesionarias deben “devolver” de alguna manera ese dinero, y lanzó su propuesta como medida alternativa a la instauración de un impuesto.

“Deseo que haya una bajada (de las tarifas) del 10 por ciento, y que sean gratuitas por ejemplo el fin de semana. A menudo les digo: ‘¿Por qué no hacéis al menos que las autopistas sean gratuitas en fin de semana o en las horas punta?’ Sería su deber”, añadió la representante francesa.

El ministro de Finanzas, Michel Sapin, había apuntado ya la dificultad de gravar a esas empresas, por la “solidez” de los contratos de concesión firmados por esos grupos.

Las negociaciones del Ejecutivo con las sociedades que gestionan las autopistas comienzan este martes, y según indicó hoy el primer ministro, Manuel Valls, el Gobierno aspira a que puedan cerrarse en cuestión de semanas y a que el resultado sea beneficioso tanto para el Estado como para los usuarios y el conjunto de la economía.