Ribera abre la puerta a un nuevo impuesto a las petroleras

«Quien contribuye al problema debe contribuir a la solución». Con esta premisa, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en funciones, Teresa Ribera, ha propuesto que las empresas privadas con más recursos y con mayor impacto en el cambio climático, como los productores de combustibles fósiles, ayuden a las necesidades financieras de los países más vulnerables, abriendo la puerta a un nuevo impuesto.

Ribera lanzó esta posibilidad durante su intervención en la tercera jornada de la segunda edición de Metafuturo, un evento sobre la sociedad del futuro organizado por Atresmedia en el Ateneo de Madrid. Preguntada sobre el compromiso adoptado en la COP27 de compensar las pérdidas de los daños causados por fenómenos extremos derivados del cambio climático en países vulnerables, la titular de Transición Ecológica afirmó que tanto ese problema como la transición energética de esos países «no se pueden resolver solamente con transferencias de recursos públicos de sociedades que vivimos mejor», sino que tiene que haber una «implicación real» de las empresas privadas que históricamente se han beneficiado de la explotación de combustibles fósiles para que no haya «perdedores en esta transición».

Esta contribución «se puede hacer con un impuesto, pero podrían hacerlo por ellos mismos invirtiendo parte de su beneficio en desarrollo climáticamente seguro y capacidad de resiliencia en países en vulnerables». Según explicó Ribera, esta propuesta salió a relucir a inicios de semana durante la reunión europea en Luxemburgo y estará presente en los debates de la COP28 que tendrá lugar en noviembre en Dubái. «Es importante que a nivel global haya acuerdo que permita que la financiación de seguridad climática venga de un compromiso mayor de los actores privados», añadió.

«Siempre está bien que quien presume de ser parte de la solución acompañe el mensaje con hechos reales», señaló Ribera, que criticó las campañas de «greenwashing» de algunas compañías energéticas, apuntando a aquellas que reclaman neutralidad energética en la transición a una movilidad verde. En este sentido, recientemente Repsol advirtió que Europa está asociando la descarbonización con la electrificación, pese a que «el 50% o el 60% de la economía mundial no se va a poder electrificar». Por ello, la compañía insistió en que para descarbonizar sectores como la aviación, el transporte marítimo y el transporte pesado será necesario el desarrollo de «combustibles renovables».Sin embargo, la UE está virando hacia la prohibición con medidas como el veto a la venta de vehículos de combustión desde 2035.

En este sentido, Ribera insistió en que no se deben dar pasos atrás en el proceso de descarbonización de la movilidad ya que decisiones como la del Reino Unido de retrasar de 2030 a 2035 la prohibición de vender coches de gasolina y diésel y la de la UE de postergar el recorte de emisiones contaminantes de los coches de combustión de 2025 a 2027, con el fin de proteger su industria del motor, «dan un mal mensaje» y resultan «confusas». «Yo hubiera mantenido 2025», dijo. Respecto a la reforma del mercado eléctrico, desbloqueada el martes tras garantizar los incentivos a la energía nuclear, Ribera afirmó que es una reforma verde y social y que espera que esté en vigor antes de 2024 tras pasar por el Parlamento Europeo.

En la tercera jornada de Metafuturo, Ribera también reflexionó sobre la percepción de los ciudadanos de la crisis climática. «Está demasiada vinculada a los datos negativos», admitió. La ministra subrayó que los estudios científicos que alertan del impacto del cambio climático «nos muestran que lo que tenemos que perder es muchísimo», pero «tienen que ser el reactivo» para «alcanzar una realidad diferente». Para llegar a esa nueva era, Ribera subrayó que «disponemos de muchísimas herramientas y tiene grandes ventajas». «Sabemos que requerimos formaciones distintas. Esto es presente para los jóvenes, pero también recualificación para los trabajadores. Genera necesidades industriales y de servicios diferentes. Por tanto, es actividad económica. El aliado natural es la biodiversidad. Debemos preservar y reservar la biodiversidad», remarcó Ribera.

La transición energética también es una oportunidad para el entorno rural. En la misma línea de su reflexión de que «quienes son parte del problema deben contribuir a la solución», en referencia a las empresas de combustibles fósiles, Ribera sostuvo que el mundo rural «merece un respeto y un reconocimiento también económico por esa preservación de recursos». Ribera terminó su intervención asegurando que «no puede ser que se pueda vivir mejor de destruir recursos que de preservar recursos».

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Nadia Calviño, clausurará mañana la última jornada de Metafuturo Junto a Frances Haugen, ingeniera y científica de datos; Jaime López Francos, presidente de Dentsu Media; y Dimitry Muratov, periodista y premio Nobel de la Paz. Antes de la intervención de Ribera, los asistentes a Metafuturo en el Ateneo de Madrid tuvieron la oportunidad de escuchar a Antonio Turiel, físico experto en energías, que lanzó una contundente advertencia: «El planeta no está en peligro, lo está la existencia de la raza humana. Por eso tenemos que actuar. Somos nosotros los que vamos en contra de nosotros mismos».

«Correos lleva años trabajando con la IA»

En la tercera jornada de Metafuturo, Sergio Peinado, CIO de Correos, explicó cómo la empresa pública más grande de España se está adaptando a la digitalización explicando que «hoy en día es un pilar fundamental». En Correos, como en gran parte de las empresas, especialmente las compañías logísticas, «llevamos años trabajando con la Inteligencia Artificial (IA)», subrayó Peinado. En una charla con la periodista de Antena 3 Victoria Arnau, el CIO de Correos subrayó que «los carteros pueden hacer en la calle casi cualquier gestión que se realiza en las oficinas». A pesar de los temores de que este proceso de digitalización haga desaparecer puestos de trabajo, Peinado remarcó que «Correos ha creado 7.000 nuevos empleos».