Los precios en origen del aceite de oliva han experimentado importantes subidas durante las cinco últimas semanas, aunque todavía no alcanzan los niveles históricos que se registraron a finales del verano. Estos incrementos se deben a que los rendimientos que se han obtenido al molturar las aceitunas durante los tres meses iniciales de la campaña están siendo muy inferiores a los que se consideran normales; este hecho se suma a la escasa cosecha de olivas en las principales zonas productoras, como consecuencia de la sequía y de las altas temperaturas en el momento de la floración, durante la primavera pasada.

En estas condiciones serán muy difícil que se alcancen las 750.000 toneladas de aceite que se habían previsto tanto por la Junta de Andalucía como por el Ministerio de Agricultura y las cooperativas. La tendencia alcista en los precios ha sido la nota dominante a lo largo del año, salvo en octubre y parte de noviembre, cuando se registraron algunas bajadas. Las cotizaciones llegaron a alcanzar en ciertos momentos los 9.000 euros por tonelada.

Según fuentes de Oleoestepa, los precios experimentaron en la semana previa a la Navidad nuevas subidas. Así, en aceite virgen extra se alcanzaron los 8.650 euros por tonelada frente a los 8.500 de la anterior; el virgen se quedó en 8.300 (8.000) y el lampante cotizó a 7.800 (7.700). Desde la Fundación del Olivar facilitan las siguientes cifras: 8.622 para la categoría extra (8.515); los vírgenes, a 8.290, con una subida del 3,73% y los lampantes a 7.699, con un incremento del 4,9%.

En Extremadura también se registraron importantes alzas de entre 200 y 300 euros por tonelada, con el virgen extra rozando los 9.000 euros por tonelada; el virgen, entre 7.800 y 8.300 y los lampantes entre 7.400 y 7.800 euros. El aceite ecológico tuvo un incremento de 400 euros en comparativa semanal y se situó entre 9.100 y 9.400 euros por tonelada. En la Lonja de Extremadura y en comparativa anual los extras acumulan una subida del 64%.

Los aumentos de precios en origen se han trasladado también al consumidor, lo que ha provocado un descenso de la demanda y una importante caída de las salidas de este producto. Así, por ejemplo, las ventas de aceite de oliva envasado registraron un descenso de casi el 20% en el periodo enero-noviembre de 2023 con respecto a los mismos meses del año anterior, según los datos facilitados por los envasadores. En el caso de los extras el recorte de las ventas fue del 19,44%, mientras que las de refinado tuvieron una caída del 23,6%; por el contrario, subieron ligeramente (casi el 8%) las de virgen. Este hecho viene a demostrar que el mercado y los consumidores son muy sensibles a las variaciones al alza de los precios.