Economía
La IA pone 5 millones de empleos en España en la diana
Los recientes avances logrados en las tecnologías de inteligencia artificial como el Chat GPT, impactarán en un gran número de tareas y ocupaciones que solo en España podrían abarcar a más de 5 millones de trabajadores
El hombre y la máquina serán capaces de acelerar la superación de los grandes retos a los que nos enfrentamos como sociedad, como el cambio climático, el descubrimiento de nuevas formas de energía o el desarrollo de una mejor medicina, entre otros. La humanidad ha asistido al nacimiento de internet, de los teléfonos móviles y ahora a la inteligencia artificial (IA), cuya capacidad transformadora es aún mayor. En un reciente artículo publicado por los creadores de ChatGPT, la inteligencia artificial capaz de generar respuestas coherentes y relevantes en conversaciones con usuarios y que ha conseguido superar los cien millones de usuarios, advertían que en los próximos diez años esta inteligencia será capaz de superar a los expertos humanos en la mayoría de las tareas. Sam Altman, Greg Brockman, Ilya Sutskever, tres de los cofundadores de OpenIA, la compañía detrás del popular ChatGPT, creen que la superinteligencia del futuro será aún más capaz que la inteligencia artificial general y podrá ser tan productiva como las grandes compañías actuales.
Gracias a la IA podemos esperar un futuro más próspero, señalaban en su artículo los cofundadores de OpenAI, a la vez que advertían de sus riesgos si no se gestiona de manera adecuada. La Comisión Europea ya ha pedido a las plataformas digitales que identifiquen los contenidos generados con IA para combatir la mala praxis en el uso de esta tecnología hasta que entre en vigor una legislación en la UE, previsiblemente en 2026. «La IA actual ya muestra signos de inteligencia artificial general –IAG o inteligencia que iguala o excede la inteligencia humana promedio–, lo que evidentemente puede entrañar ciertos riesgos de pérdida de control. Sus consecuencias son a día de hoy difíciles de cuantificar, pero no es tan complicado vislumbrar su orientación: infligir daños sobre la imagen pública o la vida social de personas por la generación de contenido falso y uso dañino de su imagen, incrementar el riesgo de fraude derivado de un uso malicioso de atributos biométricos, democratizar la divulgación de información falsa altamente creíble que provoque desinformación e incluso inestabilidad política, o infringir derechos artísticos de copyright», advierten fuentes de Minsait.
Parar esta tecnología no será posible, ni tampoco conveniente, afirma Daniel Innerarity el filósofo y titular de la Cátedra de Inteligencia Artificial y Democracia en el Instituto Europeo de Florencia. Innerarity, como David Carmona, general manager de IA e Innovación de Microsoft, coinciden en señalar que, en estos momentos, estamos ante un punto de inflexión en el desarrollo de la IA, ya que esta tecnología ha pasado de ser una ayuda para resolver operaciones numéricas a ser capaz de aprender a razonar sobre el conocimiento humano e interactuar con las personas simplemente a través del lenguaje. Ambos se han referido a que la democratización de su uso no vendrá, en ningún caso, a convertirse en una tecnología que sustituirá a las personas, sino que será una ayuda para la realización de las tareas mecánicas.
Consecuencias para el empleo
Sin embargo, todos los estudios publicados en estos momentos coinciden en señalar el tremendo impacto que estas tecnologías tendrán en el empleo. Una reciente investigación de Goldman Sachs recogía que la IA podría ocasionar una disrupción en el mercado laboral que podría afectar a 300 millones de empleos en todo el mundo. A pesar de los temores generados por la pérdida de empleo, al mismo tiempo sistemas como ChatGPT podrían provocar un auge de la productividad, aumentando así el producto interior bruto mundial anual –de forma temporal durante diez años– en un 7%, y podría generar la creación de nuevos empleos, según Goldman Sachs.
Por su parte, un informe de Mckinsey & Company concluye que la IA generativa podría sumar entre 2,6 y 4,4 billones de dólares de productividad anual en todo el mundo. El estudio de la consultora analiza 63 nuevos casos de uso en 16 funciones empresariales que podrían generar estos beneficios, comparables a los 3,1 billones de dólares del PIB de Reino Unido en 2021. Según el informe, permitir que los trabajadores utilicen la IA generativa, incluso más allá de los 63 casos de uso, podría aumentar la productividad entre un 0,1% y un 0,6% cada año hasta 2043, compensando la disminución del crecimiento del empleo a medida que la población envejece.
En España, un estudio de AFI (Analistas Financieros Internacionales) apunta a que una de cada cuatro tareas realizadas por los trabajadores españoles podría acortarse al menos en un 50 % gracias a tecnologías como ChatGPT y a las potenciales innovaciones que surjan a su alrededor. Mientras que el número de empleos expuestos a esta tecnología podría alcanzar los 5,1 millones. Según sus cálculos, los sectores más afectados serían las actividades financieras y los seguros; las actividades profesionales y el sector TIC (donde se enmarca la programación y la consultoría informática). Según el escenario más optimista recogido por AFI, el impacto de la IA sobre la productividad podría alcanzar el 3 % de variación anual en el periodo 2023-2030. Este empuje sería seis veces superior al ritmo medio registrado entre 2007-2022 (0,5 % anual). Gracias a ello, el crecimiento potencial de la economía española podría elevarse hasta el 2% anual (actualmente, estimado en el 1,6 % anual).
Algunos sectores están ya utilizando la IA generativa. Es el caso de la educación. Emiliano Blasco, vicerrector de Transformación Digital de la Universidad CEU San Pablo, relata que «las posibilidades de esta herramienta son infinitas. En historia del arte se está utilizando para crear imágenes, un cuadro clásico o para reinterpretar las extensiones de un lienzo. Tiene una enorme capacidad para recurrir a los materiales con los que han sido entrenados, por lo que el catálogo de fuentes es mucho mayor”. Reconoce que el ChatGPT es la IA por excelencia, y apunta a algunas de sus limitaciones, como por ejemplo su falta de razonamiento. “ChatGPT selecciona palabras por su asiduidad, y da respuestas aleatorias. Que nos ofrezca una respuesta no significa que ésta tenga que ser la mejor, por eso hay que chequearlas doblemente”. El plagio es otro tema candente en el ámbito universitario. En este aspecto, Blasco señala que da la sensación de que ChatGPT ofrece respuestas muy trabajadas, pero “debemos entrenar y concienciar a los alumnos a entender estas herramientas, y a citarlas, par que el profesor pueda evaluar la parte más creativa del alumno”.
Para el área de Recursos Humanos, la IA se ha convertido también en una herramienta recurrente. «Nos permite trabajar más rápido, ser más ágiles y acertar con los candidatos», explica Sylvia Taudien, directora general y fundadora de Advantage Consultores. Taudien fue una de las pioneras en introducir la IA en el ámbito de los RRHH. En 2018 trajo a Sophia, una robot humanoide capaz de realizar entrevistas.
ChatGPT puede convertirse en un asistente para generar contenido de marketing, presentaciones de PowerPoint o hacer un excel, redactar contratos, ayudar a escribir correos electrónicos, resumir reuniones de trabajo, incluso escribir canciones, poemas o hacer traducciones. ¿Significa esto que podría desaparecer la profesión de escritor de canciones? Los expertos apuntan que ya está ocurriendo. Las ventajas de usar ChatGPT en el trabajo traen consigo miedos asociados a la pérdida de empleo. A un 56% de los empleados les preocupa perder su trabajo debido a la IA generativa. Y es que un 65% asegura que la IA puede sustituir entre un 11% y un 30% de su trabajo, según una encuesta de Capterra. Mientras que casi ocho de cada diez directivos españoles opina que la IA desencadenará una crisis laboral, según otra encuesta de Gi Group a más de mil directivos.
Estamos ante una nueva era que transformará nuestra sociedad, ningún sector ni oficio quedará al margen
Idoia Salazar, presidenta y fundadora del Observatorio del Impacto Social y Ético de la Inteligencia Artificial de OdiseIA, anima a liberarse de prejuicios hacia esta herramienta, diseñada para extraer y analizar automática y masivamente datos. «Al igual que en la Revolución Industrial las máquinas quitaron mucho trabajo físico, ahora la IA evita buena parte del trabajo intelectual que teníamos hasta ahora». Además, «estos miedos que despierta no los teníamos, por ejemplo, cuando empezó Internet, aun cuando nunca habíamos visto nada similar. Estamos ante una nueva era que va a transformar nuestra sociedad, ningún sector ni oficio se quedará al margen. No debemos agachar la cabeza por usar estas herramientas, igual que no lo hacemos cuando usamos la calculadora», apunta Salazar. Aunque ChatGPT podría haber escrito retazos de esta crónica, garantizamos que no hemos acudido a ella para hacerlo.
La Inteligencia Artificial en la industria española
La aplicación de los datos y la IA suponen una oportunidad de crecimiento cuyo impacto estimado en el PIB supondrá solo en la industria española 16.500 millones de euros en 2025, según datos de IndesIA, la asociación industrial para el impulso de la economía del dato y la inteligencia artificial promovida entre otras por Repsol y Navantia. «Desde hace tiempo, sobre todo las grandes compañías en nuestro país han reconocido el potencial de la IA y han estado invirtiendo en su desarrollo y adopción, hasta el punto de que algunas de ellas son pioneras a nivel internacional en el uso de esta tecnología», explica Nuria Ávalos, directora general de IndesIA. En el caso de Navantia, la IA es una de las 14 tecnologías habilitadoras de su Plan de Transformación Digital. Navantia utiliza algoritmos de visión artificial para la detección de objetivos en tiempo real en mar y aire a bordo de sus buques. Esta tecnología les permite identificar automáticamente posibles amenazas o elementos de interés en tiempo real, mejorando la seguridad y la capacidad de respuesta de sus buques y tripulaciones. Un segundo caso de uso de la IA es la detección de fugas en equipos navales.
Minsait ha desarrollado una solución basada en tecnologías avanzadas para ayudar a compañías de generación a mejorar los índices de sostenibilidad y viabilidad medioambiental en parques eólicos, centrándose en uno de los aspectos que más preocupan tanto a la opinión pública como a las Administraciones como es la preservación de la avifauna, especialmente de aquellas especies en peligro de extinción. Gracias a la inteligencia artificial, la solución permite detectar e identificar las familias de aves para actuar sobre los aerogeneradores a través de: Tecnología de radar 3D que permite detectar aves en el espacio aéreo del parque eólico y monitorizar su trayectoria en un mapa con independencia de las condiciones de visibilidad (24x7 los 365 días del año).Tecnología de visión artificial que, una vez detectado el ave, procede a e identificar la especie, utilizando criterio ornitólogo para realizar la clasificación. Algoritmia para determinar trayectorias posibles de aproximación y lanzar aviso/alarmas y consignas de parada de forma autónoma sobre aerogeneradores con alto riesgo de colisión. Análisis forense para conocer las alarmas y paradas realizadas por posible identificación del ave, para saber qué condiciones las causaron y para optimizar la operación del sistema, a través de la gestión de cuadros de mando y KPIs. "El auge de la IA generativa, la nueva IA “creadora”, y su aplicación al mundo empresarial, nos abre un sinfín de oportunidades no sólo en la atención de clientes y ciudadanos, sino también en el soporte interno a empleados e incluso en la aceleración tecnológica de las compañías hacia una nueva forma de gestionar el software", explican fuentes de Minsait.
Aunque para Repsol la IA no era una tecnología nueva, gracias al Programa de Digitalización, los datos y la IA se han ido extendiendo de forma progresiva a toda la organización y la cultura del dato se ha instaurado como parte del ADN de la compañía. Para ello, han sido claves, ArIA su plataforma propia de Data & Analytics, su "cerebro digital" que permite tener acceso de manera ágil y segura a todos los datos que necesitan sus negocios, extraer conocimiento y desarrollar modelos y algoritmos que doten de la máxima inteligencia los procesos corporativos, industriales y comerciales de Repsol y HackIA, su aceleradora de casos digitales basada en data&analytics. Para Repsol, la IA está siendo ser una palanca fundamental para la descarbonización, principalmente en dos ejes: uno, la eficiencia energética, otro ofrecer soluciones digitales a nuestros clientes para ayudarles a optimizar sus consumos energéticos y acompañarles en la transición energética. En la actualidad de las más de 550 iniciativas digitales que tienen en marcha, más del 65% se apoyan en datos e IA. Recientemente Repsol ha lanzado su Centro de Competencias en IA Generativa (CdC), iniciativa pionera en el sector energético europeo, y que les ha de servir para consolidar nuestra posición de liderazgo en el desarrollo de soluciones de la IA.
La constructora Padecasa también ha recurrido a la IA para ser más sostenible. "Hemos sensorizado dos instalaciones de fabricación de mezclas bituminosas con el objetivo de conseguir productos y operaciones más sostenibles. Tenemos en marcha un proyecto Torres Quevedo para el desarrollo de un gemelo digital a partir de la sensorización instalada", explica Javier Loma, director de tecnología y desarrollo de Padecasa.
Cosentino, compañía que produce y distribuye superficies innovadoras y sostenibles para el mundo de la arquitectura y el diseño, desarrolla varios programas que integran más de 30 casos de uso que ayudan al negocio a transformar las decisiones en base al uso de IA. En el área Logística ha lanzado distintitos modelos de ruteo para optimizar el nivel de servicio de entrega a sus clientes así como los modelos usados para calcular el stock necesario para satisfacer la demanda de cliente.
ITP Aero, la empresa española líder global en motores y componentes aeronáuticos, está desarrollando un software que va a ayudar a localizar los defectos de sus componentes mediante técnicas de visión computacional. "En ITP Aero creemos que podemos aprovecharnos de la potencia de la IA para generar modelos matemáticos que nos permitan optimizar nuestros procesos mejorando la eficiencia y seguridad de los componentes que producimos", explica Jaime Fernández-Castañeda, Head de Desarrollo de Tecnología e Investigación de ITP Aero
Por otro lado, Ayesa, proveedor global de servicios de tecnología e ingeniería, ha iniciado un proyecto para optimizar la producción vinícola a través de la instalación de gemelos digitales en granjas solares junto a viñedos. La plataforma tecnológica, basada en Inteligencia Artificial, ajusta el flujo de energía fotovoltaica mediante un análisis sensórico del entorno en que se ubican los cultivos, generalmente bastante complejos y cambiantes.
OpenAI, Google y Elon Musk se disputan el liderazgo
OpenAI, Google y Elon Musk (dueño de Twitter) se disputan el liderazgo de esta tecnología. Google DeepMind lanzó el pasado febrero Bard, el chatbot de inteligencia artificial generativa y que ya compite con los avances que introdujo Bing, de Microsoft, capaz de revisar los resultados de toda la web para encontrar y resumir la respuesta más adecuada en cada caso. Desde obtener ideas de recetas a partir de los ingredientes que uno tiene en la nevera, hasta descubrir la mejor oferta para una gran compra. Para búsquedas más complejas, como la planificación de un itinerario de viaje detallado, el nuevo Bing incluye un chat interactivo que permite afinar cada detalle hasta que el usuario encuentre lo que necesita. ChatGPT de OpenAI se lanzó al público en noviembre pasado y pronto ganó una gran popularidad. El pasado mayo lanzó el GPT 4 con mayor capacidad de razonamiento. Microsoft invirtió 10.000 millones de euros en OpenAI.
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