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Banca

¿Ha perdido la Fed el control?

La posible victoria de Trump y, por tanto, la posibilidad de que se disparen los aranceles y con ellos la inflación, también está empujando los tipos de interés esperados al alza

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal MICHAEL REYNOLDSEFE

El pasado 18 de septiembre, la Reserva Federal decidió bajar sus tipos de interés en 50 puntos básicos: desde el 5,75% al 5,25%. Además, abrió la puerta a nuevas reducciones del coste de financiación a lo largo de este mismo año, no digamos ya del año venidero. Y, sin embargo, en los mercados de deuda pública está sucediendo algo aparentemente poco explicable: el tipo de interés del bono estadounidense a 10 años se ha disparado desde el 3,7% en que se hallaba el 18 de septiembre al 4,3% en el día de ayer.

¿Cómo puede ser que la Fed baje los tipos de interés 50 puntos básicos y, sin embargo, el coste de la deuda suba 60 puntos básicos? De entrada, recordemos que la Fed influye sobre los tipos de interés a corto plazo y el coste de la deuda al que estamos haciendo referencia es el tipo de interés a 10 años. En circunstancias normales, los tipos de interés a largo plazo son el promedio esperado de los tipos de interés a corto plazo, de manera que si ahora el tipo a corto plazo baja y el tipo a largo plazo sube, eso es porque se espera que los tipos a corto van a bajar en el futuro mucho menos de lo que se esperaba el 18 de septiembre.

¿Y a qué puede deberse este cambio de perspectivas? Por un lado, durante las últimas semanas, algunos indicadores apuntan a que la economía estadounidense está más fuerte de lo que se creía (si bien otros indicadores siguen siendo más pesimistas): a mayor fortaleza de la economía, tipos de interés más elevados (pues la demanda de inversión se mantendría fuerte y, con ella, se impulsarían al alza los tipos). Por otro, la posible victoria de Trump en las elecciones presidenciales que se celebran hoy en Estados Unidos y, por tanto, la posibilidad de que se disparen los aranceles y con ellos la inflación, también está empujando los tipos de interés esperados al alza.

No obstante, claro, todo dependerá de lo que suceda a partir de hoy: si se desvanece la aparente bonanza de la economía y si el próximo presidente de Estados Unidos decide no subir tanto los aranceles, entonces las expectativas actuales de tipos de interés futuros también cambiarán y, con ellas, el coste de financiación de la deuda pública.