Mandar CV a diestro y siniestro sin una planificación no sirve de mucho como tampoco contar nuestra vida y milagros a los reclutadores. Tenemos que acercanos a la empresa de manera «sutil» y con «coqueteo».

El consultor, asesor y formador Emilio Duró suele decir que, si de siete entrevistas de trabajo no has pasado ninguna, es que tienes un problema. Si piensas que el currículum no lo ha sido, tendremos que analizar si el mensaje que hemos transmitido a la empresa ha sido o no acertado. Las empresas consideran imprescindible que el candidato sea proactivo y dinámico en las entrevistas y que se note que conoce la compañía para la que quiere trabajar de cabo a rabo.

Por otro lado, debemos ser conscientes de que encontrar el trabajo ideal no es una cuestión de volumen sino de foco. «Estamos obligados a priorizar, como buscar trabajo es una carrera de fondo se aconseja focalizarnos entre 10 y 15 empresas máximo», señala Ana Herranz, directora de Alumni Career Services de IE Business School.

Se tiene que notar que es nuestro trabajo «ideal» y prepararnos de forma resumida una presentación potente. «En el momento inicial de la entrevista, aprovecha para venderte y no corras el riesgo de contar cosas que no interesan o aburren al entrevistador porque es muy fácil que pierda el interés. Para ello es aconsejable analizar qué es importante para la empresa y prepararse un mensaje que enganche. Analizar el puesto al que optas y explicar de forma clara en qué eres especialista en lugar de contar tu vida y milagros, porque no te escucharán» aconseja Herranz.

Idiomas y liderazgo

Un buen nivel de idiomas, liderazgo y dotes de comunicación abren muchas puertas al mercado laboral, según las opiniones de más de 1.500 empresarios recogidas en la Guía Hays del Mercado Laboral 2017. «Si no tienes éxito en la entrevista, o bien, tu currículum ha fallado o tus dotes de comunicación para saberte vender han fracasado», explica Salvador Sicart, director de Hays Response en España.

El primer filtro de una entrevista lo hace el departamento de Recursos Humanos y debemos ponérselo fácil. Sicart aconseja redactar un currículum con una breve introducción de cinco líneas donde resumamos lo más relevante. «Es necesario poner todo aquello que nos haga destacables y que nos diferencie, es decir que aporte valor, teniendo en cuenta que es la única oportunidad para generar una llamada y pasar a la siguiente fase. Es necesario también pensar en el puesto al que queremos optar, para destacar aquellas cosas de nuestra experiencia que más se ajustan a los requisitos requeridos».

Pero si hay algo que funciona mejor que cualquier otra cosa como principal fuente de empleo son las recomendaciones. El «networking», forzar una entrevista informativa e intentar entender la necesidad de la empresa, son los pasos previos a la recomendación. «Tenemos que buscar un nexo, alguien que nos ayude a entender la organización en la queremos trabajar y crear una relación. Intentar quedar con esa persona y preocuparnos de hacer un seguimiento», explica Ana Herranz. Esta experta asegura que hacer «networking» es más eficaz que mandar cientos de currículum a diferentes bolsas de empleo. «Enviar un CV en Linkedln sin que nadie te lo pida es como vender enciclopedias. Tenemos que acercarnos a la empresa de manera sutil, con coqueteo». Además de la formación y la experiencia, los cinco factores que más influyen en una empresa para seleccionar a un candidato son la proactividad y el dinamismo, la capacidad de adaptación y la polivalencia, la motivación, la capacidad de trabajo y los idiomas. «Las razones habituales y tradicionales por las que una empresa no nos contrata es por falta de encaje con el perfil requerido del puesto: nivel de idiomas, capacidad de movilidad, experiencia necesaria, etc. Pero cada vez más, tiene mayor peso en la decisión otro tipo de aspectos como que el candidato no muestre la actitud y motivación esperadas hacia el puesto, que se perciba una falta de integración en el entorno y cultura de la empresa, que no se muestre iniciativa o no se aporten ideas creativas y realizables para responder al reto que implica el puesto a cubrir», sostiene Silvia Pareja, gerente de People Matters.

A ojos de un reclutador lo que más llama la atención es, según Pareja, «que no se tenga un buen nivel de inglés, y que haya habido mucha rotación entre diferentes empresas en poco espacio de tiempo. Sí son relevantes y marcan la diferencia, el nivel de experiencia profesional, las evidencias de “fast track” en la carrera profesional y la experiencia contrastada en multinacionales con movilidad geográfica y a nivel más personal, la actitud, la capacidad de integración y el valor que pueda aportar a la empresa a través de su marca personal, nuevas ideas, etc.».

Llevar mucho tiempo sin trabajar también puede ser un factor de riesgo a la hora de pasar una entrevista. Salvador Sicart afirma que para romper el círculo vicioso, hay que aceptar algún trabajo, aunque no sea exactamente lo que buscamos o aunque sea temporal. De esta forma se vuelve a entrar en la rueda del mercado laboral, y de esa oportunidad pueden surgir otras nuevas.

Silvia Pareja no lo ve tan relevante porque, «cada vez es más habitual que profesionales perfectamente capaces y válidos se tomen un descanso profesional por cuenta ajena, para dedicarse a la familia o ampliar sus estudios, incluso para dar respuesta a su iniciativa emprendedora. Lo que sí será habitual que ocurra es que la empresa quiera conocer y entender el periodo de “vacío” profesional del CV».

Otro factor a tener en cuenta a la hora de preparar nuestra candidatura, es que hoy en día aparte del simple currículum, cada vez es más frecuente que, para hacernos participar en un proceso de selección, la empresa nos pida algún otro reto como un vídeo currículum, algún test de idiomas o alguna prueba relacionada con el trabajo. Así lo explica Álvaro Olmedo, gestor de equipos de la Fundación Universidad-Empresa (FUE), quien aconseja al candidato conocerse muy bien así mismo e identificar sus aptitudes, competencias y conocimientos.