Lázaro, el presidente de CEIM que quiere escapar a la etiqueta de «delfín»

Juan Pablo Lázaro Montero de Espinosa, nuevo presidente de la patronal madrileña CEIM, es un “magnífico empresario” y un hombre “honesto y bueno” con experiencia en la organización, según su antecesor en el cargo, Arturo Fernández, que le considera “sucesor” natural en una de las mayores organizaciones empresariales.

Sin embargo, despegarse de la etiqueta de “delfín” es uno de los retos del nuevo responsable de CEIM, que precisamente por ello hoy ha promovido una votación para ratificar el cargo ante la Junta Directiva, a pesar de que los estatutos le permitían iniciar mandato de forma automática tras la renuncia de Fernández.

Y por lo que parece ha comenzado con buen pie, porque la cúpula de CEIM lo ha respaldado con 115 votos a favor de los 125 votos válidos de la Junta Directiva.

Especialista en transporte y logística, Lázaro (Madrid, 1963) recibió el premio Fomento y Creación de Empleo de la Comunidad de Madrid en 1996 y el premio nacional Joven Empresario en 1997.

Defensor acérrimo del asociacionismo y la internacionalización y admirador de la capacidad emprendedora de la sociedad estadounidense, considera una “ventaja competitiva” la responsabilidad social corporativa y cree que una solución a los problemas es fomentar el espíritu emprendedor en la sociedad y acabar con el estereotipo negativo del empresario.

Hasta hoy ha compatibilizado la vicepresidencia primera de CEIM con la presidencia de la Comisión de responsabilidad social empresarial de la patronal española CEOE y del Club Financiero Génova.

Administrador de varias empresas de transportes y envíos urgentes, fue consejero de Avalmadrid (2012-2014) y de Madrid Espacios y Congresos (hasta 2011).

Exmiembro del Consejo Profesional de la escuela de negocios Esade, ha encabezado la Asociación de Jóvenes Empresarios a nivel nacional, la Confederación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios y la Federación Nacional de Comercio Electrónico.