Movilidad
El Gobierno ignora a los transportistas y la bonificación de los carburantes baja a 5 céntimos en plena escalada del diésel
El sector había solicitado al Ejecutivo recuperar los 20 céntimos de ayuda ante el encarecimiento imparable del gasóleo
La petición de los transportistas para que el Gobierno incrementase a 20 céntimos por litro la bonificación de los carburantes ha caído en saco rato. Desde ayer domingo, esta ayuda ha caído de los 10 céntimos a 5, tal y como estaba previsto en el decreto que prorrogó la medida el pasado mes de junio.
La semana pasada, la Confederación Española de Transportistas de Mercancías (CETM), mayoritaria en el sector, pidió al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) que actuara ante la subida "desproporcionada" de los precios de los combustiblesy ampliara la bonificación de los carburantes ante la imparable subida de los precios. El coste medio del diésel encadena 12 semanas consecutivas de subidas, con un encarecimiento del 1% en la última semana, para alcanzar los 1,685 euros el litro, un nivel que no marcaba desde finales de enero, con lo que su encarecimiento desde principios de julio se sitúa en el 17%.
Ante esta tesitura, la CETM denunció que existe una «fuerte preocupación entre las empresas y autónomos del transporte» porque no sólo han subido los precios de los combustibles de manera desproporcionada, sino que también lo han hecho otros costes como los salarios, seguros, neumáticos, vehículos, etc. y todo ello les está llevando a vivir «una situación insostenible». Por ello, solicitaron al Mitma que recuperase la bonificación original de 20 céntimos por litro para el diésel.
Argumentos del Gobierno
Pero el requerimiento de los transportistas ha caído en saco roto. Como informó LA RAZÓN la pasada semana, el Ejecutivo no parecía muy inclinado a atender la petición del sector. Desde el Mitma argumentaron que ya se han tomado medidas para que los transportistas puedan proteger sus cuentas de las subidas de precios de los carburantes y que, además, hay limitaciones legales que también lo dificultan.
Desde el Mitma trasladaron que a lo largo de 2022 y 2023 «se ha trabajado para aprobar y consolidar una serie de mecanismos encaminados a garantizar la revisión del precio del transporte en función de la variación del precio del combustible desde su contratación hasta la realización efectiva y a que éste cubra los costes individuales incurridos por el transportista», en referencia al decreto aprobado en agosto de 2022 para que los transportistas no trabajen a pérdidas emulando los principios de la ley de la cadena alimentaria. Según el ministerio, estas medidas estructurales «han permitido quelos aumentos del precio del combustible se hayan ido repercutiendo en los precios del transporte, tal y como ponen de manifiesto las estadísticas que dispone Mitma».El precio medio por kilómetro registrado en el segundo trimestre de 2023 es un 3,7% superior al del mismo trimestre de 2022, según estos datos.
El Mitma también explicó que «las bonificaciones al precio del combustible, aprobadas de forma excepcional en un contexto de crisis energética provocado por la guerra en Ucrania, han permitido disponer de un plazo suficiente a lo largo de 2022 y 2023 para “rodar” el mecanismo destinado a reforzar que el aumento del precio de los combustibles se refleje en los precios de transporte pactado entre las partes. Misión que han cumplido con efectividad», añaden las fuentes.
Otro punto que, según dicen, hay que tener en cuenta es que estas ayudas pudieron otorgarse gracias a la existencia delMarco Temporal Europeo Ucrania (relativo a las llamadas «Ayudas de Estado”), que finaliza el próximo diciembre, y hasta el momento no se conoce ninguna iniciativa de la Comisión Europea para su prórroga más lejos de dicha fecha. «Por tanto, a partir de enero habría que tener en cuenta los mecanismos habituales europeos en esta materia, mucho más restrictivos que el Marco Temporal Actual».
Por último, Transportes también explicó que hay que tener en cuenta queel Gobierno se encuentra en funciones, lo que limita su gestión al despacho ordinario de los asuntos públicos. A este respecto, añadieron que, habiendo ya en marcha medidas estructurales, resulta muy difícil justificar la urgencia de aplicar de nuevo la bonificación de 20 céntimos.
Al respecto de la cuestión de la interinidad del Gobierno, los transportistas centran ahora sus esperanzas en que forme un Ejecutivo con el que poder negociar. No obstante, reconocen que hasta que eso ocurra, pueden pasar semanas, lo que creen que agravará la situación del sector porque temen que los precios no aflojen. El ministro de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Héctor Gómez, se ha limitado a asegurar este mismo lunes que en el Gobierno son "conscientes de las reivindicaciones" de los transportistas y ha apostado por el diálogo con los afectados.
La coyuntura no parece buena para una bajada de precios. Los costes se han tensado porque, por el lado de la oferta, tanto Rusia como Arabia Saudí, segundo y tercer mayores productores mundiales de petróleo, han aprobado recortes adicionales en sus exportaciones de crudo de manera unilateral hasta finales de año. Además, Vladimir Putin también ha cerrado el grifo a las exportaciones de diésel, del que es uno de los principales actores mundiales, con el pretexto de estabilizar su mercado interior. A este contexto de contracción de la oferta se ha sumado un incremento de la demanda. La Agencia Internacional de la Energía reportó en junio el récord de demanda de petróleo (103 millones de barriles diarios) principalmente por los mayores viajes en avión, mayor uso de petróleo en la generación energética y la mayor actividad de la industria petroquímica china.