La factura eléctrica anual de un consumidor acogido a la tarifa regulada o PVPC se abarató este 2023 más de un 40% respecto a los registros históricos del pasado ejercicio, rondando los 630 euros, su nivel más bajo desde 2020, y situándose, además, en valores prepandemia.

Según el simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), un consumidor con una potencia de 4,4 kilovatios (kW) y un consumo mensual de 60 kilovatios hora (KWh) en horario punta, 70 KWh en el llano y 120 KWh en el valle, pagará 633 euros este año, frente a los 1.096,53 euros de un 2022 marcado por el impacto de la guerra en Ucrania sobre los mercados energéticos.

Evolución en el año

En el acumulado de 2023, la factura mensual de la luz se ha situado en 52,75 euros, un 42,3% más barata o en torno a 38,6 euros menos. Una evolución previsible teniendo en cuenta que, en 2022, el recibo llegó a superar la barrera de los 100 euros en dos ocasiones: 123,09 euros aquel marzo, tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania, y 115,49 euros en agosto, el mes con la electricidad más cara de la historia aún con el 'tope al gas' en plena vigencia.

A diferencia de entonces, la factura eléctrica ha conseguido mantenerse este año en unos niveles notablemente inferiores, impulsada por la estabilización de los precios diarios del mercado mayorista o 'pool', de referencia para los clientes con tarifa regulada, y el mantenimiento de una carga fiscal reducida.

De hecho, los 64,88 euros de febrero, el recibo más alto de este ejercicio, están un 47,3% por debajo de la mayor factura de 2022. En el lado opuesto, este noviembre se ha consolidado como el mes más barato del año gracias a los 47,52 euros que habría pagado un consumidor medio, un 25,3% menos que los 63,63 euros que marcó la factura más baja de 2022.

A efectos del recibo, durante 2023 se ha mantenido el IVA de la luz en el 5%, y el impuesto especial de la electricidad, que antes era del 5,1%, en el 0,5%; no obstante, la fiscalidad comenzará a subir de forma gradual a partir de 2024, como ha acordado esta semana el Consejo de Ministros.

Por su parte, el conocido como 'mecanismo ibérico', que ha venido topando el precio del gas destinado a la generación eléctrica en el mercado mayorista en España y Portugal, ha perdido protagonismo respecto al año anterior, cuando fue aprobado por Bruselas.

La caída de los precios de esta materia prima por debajo del umbral establecido mantiene al también conocido como 'tope al gas' sin aplicarse desde finales de febrero. Hasta entonces, este mecanismo había generado un ahorro de más de 5.000 millones de euros a los consumidores.

Niveles precovid

A tenor del histórico elaborado por EFE, los 633 euros que marca de media convierten a la factura de este ejercicio en la más barata desde 2020, cuando estuvo en algo más de 597 euros, unos 49,8 euros al mes. Sin embargo, aquel fue un año de difícil comparación debido al impacto del coronavirus, que motivó que la demanda bruta peninsular descendiera un 5,1%, la variación negativa más alta desde 1990 (inicio de la serie histórica), mayor incluso que la experimentada tras la crisis de 2008.

En cualquier caso, el acumulado anual de este 2023 está muy por debajo de los 824,55 euros de 2021 y se asemeja a los de épocas prepandemia: 649,29 euros en 2019, y 657 euros en 2018. Sólo en lo que respecta a este diciembre, la factura media para el citado consumidor medio no llega a 50,8 euros, un 27% menos que la del mismo mes de 2022.

Cambios en la tarifa regulada

Los datos anteriores corresponden a estimaciones respecto a la tarifa regulada de la electricidad o PVPC, en la que el precio de la energía varía de forma horaria, en función del mercado mayorista. En 2023, el precio medio del megavatio hora (MWh) del 'pool' en España es de unos 87,3 euros, el más bajo desde los 33,94 euros de 2020.

La formulación del PVPC, al que se encuentran acogidos unos 8,6 millones de consumidores, sufrirá cambios a partir del lunes, 1 de enero, pues irá incorporando parcialmente señales de precio a largo plazo para reforzar la protección de estos usuarios frente a la volatilidad de los mercados energéticos.