Empresas
La fábrica de aviones caída en desgracia: Boeing no acaba de levantar el vuelo
La compañía se ha visto envuelta múltiples escándalos e incidentes y los extrabajadores denuncian que se prioriza la velocidad de producción frente a la calidad
Desde la muerte del ex gerente de control de calidad de Boeing John Barnett por aparente suicidio (todavía se investiga su muerte) el pasado 12 de marzo, la fabricante de aviones continúa sin levantar el vuelo. Barnett fue el mayor azote de la compañía tras hacer pública su preocupación por los fallos de seguridad en la producción de aviones. Una denuncia que en el año 2017 llegó a los juzgados. Precisamente, Barnett se encontraba en pleno proceso legal cuando murió. ¨Estaba ansioso por tener su día en la corte, esperaba que eso obligará a Boeing a cambiar su cultura¨, dijo su familia en un comunicado tras su muerte. A la batalla legal le seguían varios accidentes registrados en los últimos meses en los aviones Boeing, como la pérdida en marzo de una rueda durante el despegue (que aplastó un vehículo), o la explosión de una puerta en pleno vuelo en enero. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), que el pasado 6 de marzo ya criticó la falta de cooperación de Boeing en las investigaciones, ha anunciado que celebrará una audiencia pública los días 6 y 7 de agosto en la que participarán ¨investigadores y testigos¨ para aclarar los hechos.
El diario The New York Times ha realizado un reportaje entrevistando a más de una docena de ex trabajadores de Boeing, y según el rotativo todos apuntan a lo mismo: ¨el nivel de experiencia laboral ha disminuido desde el inicio de la pandemia¨, a lo que se suma que la velocidad de producción muchas veces ha obligado a los proveedores de piezas ¨tener dificultades para cumplir con los estándares de calidad mientras producían piezas al ritmo que Boeing quería¨, anteponiendo la velocidad de producción a la seguridad de los pasajeros.
El 12 de enero, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) dijo que auditaría la producción de Boeing e insinuó que recuperaría una vieja práctica, auditar también a los proveedores de piezas, y no dejarlo en manos de las propias fabricantes, como ocurre ahora. Tras su inspección, la agencia aseguró que había encontrado múltiples casos en los que las empresas Boeing y Spirit ¨no cumplieron los requisitos de control de calidad de fabricación¨. Además, el informe cita problemas con ¨ el manejo y almacenamiento de piezas y el control de productos¨.
En medio de este clima de desconfianza, Boeing anunció la semana pasada cambios radicales en su liderazgo. El CEO de la compañía, Dave Calhoun, renunciaba a su cargo, junto con otros ejecutivos. ¨Ese fue un momento decisivo para Boeing¨, dijo Calhoun en un comunicado refiriéndose a la puerta que se desprendió del avión Boeing 737 MAX en una ruta de Alaska Airlines, ¨debemos seguir respondiendo a este accidente con humildad y total transparencia¨. Cuando asumió su cargo en el año 2020, Calhoun aseguró que su objetivo era mejorar la cultura de seguridad de la empresa. Gracias a él aumentó el número de inspectores de calidad para aviones comerciales en la compañía, así como las inspecciones. Pero parece que no ha sido suficiente.
Sustituir a Calhoun no va a ser fácil. La elección del nuevo candidato estará en el punto de mira y los expertos apuntan a que tiene que ser un perfil completamente opuesto a los que ha tenido hasta ahora la empresa, una figura con largo recorrido profesional que sea capaz de hacer frente a la crisis que atraviesa la fabricante aérea y al mismo tiempo pueda recuperar la confianza del público.
Por si fuera poco, y en medio de todos los escándalos que enfrenta Boeing, una de las mayores aerolíneas mundiales ha vuelto a poner el foco en la fabricante aérea por la falta de producción. "Debido a los recientes retrasos en las entregas de Boeing, nuestras horas de vuelo previstas se han reducido y estamos ofreciendo a nuestros pilotos programas voluntarios para el mes de mayo para reducir el exceso de personal", dijo la portavoz de United Airlines, Leslie Scott, en un comunicado. La aerolínea no descarta seguir la misma estrategia en verano posiblemente hasta el otoño. Si Boeing no mejora su producción tendrá que reducir personal porque no hay aviones para pilotar. La compañía no ha querido responder de momento a las preguntas de ningún medio de comunicación sobre cuándo se agilizará la producción. United asegura que por contrato le deben 191 aviones este 2024, y otros 127 para el próximo año, pero la realidad es que ahora solo recibirá 88 y 64 más en el 2025
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