Energía
Cepsa pierde 297 millones por el impuesto a las energéticas que considera "desproporcionado y mal diseñado"
La compañía ha tenido que realizar un cargo contable de 323 millones en el primer trimestre por la tasa
El impuesto extraordinario a las energéticas ha hecho mucho daño a las cuentas de Cepsa. La compañía energética registró unas pérdidas de 297 millones de euros en el primer trimestre del año, frente al beneficio neto de 265 millones de euros del mismo periodo del año anterior, impactada por el impuesto extraordinario con el que el Gobierno grava a las empresas energéticas en España y por la caída en los precios del crudo, según ha informado la empresa.
En concreto, la compañía ha explicado que tuvo que pagar 164 millones de euros del impuesto extraordinario y cargar contablemente el importe total, que asciende a 323 millones de euros por el tributo que grava con un 1,2% las ventas de las empresas del sector en 2022 cuyos ingresos superaron los 1.000 millones anuales.
Cepsa, que ha tomado la decisión de recurrir el impuesto ante la Justicia, se ha vuelto a mostrar especialmente dura con la tasa. Su consejero delegado, Maarten Wetselaar, ha asegurado que "el hecho de que el impuesto extraordinario gravado a las empresas energéticas españolas haya deparado a Cepsa pérdidas según las normas internacionales de información financiera en el primer trimestre ilustra su mal diseño y su impacto desproporcionado -más del doble que nuestros principales competidores en proporción al beneficio neto- en una compañía como Cepsa que está invirtiendo fuertemente en el futuro energético de España", según ha destacado. La compañía ha realizado una contribución fiscal total de 1.786 millones de euros en el primer trimestre, de los que el 67%, 1.192 millones de euros, se pagaron en España.
Eliminando los efectos del impuesto extraordinario, la actividad de la compañía ha arrojado un resultado mejor que el del pasado ejercicio. Su beneficio neto ajustado, que mide específicamente el desempeño de los negocios, se situó en 176 millones de euros a cierre de marzo, frente a los 58 millones del primer trimestre de 2022, gracias a la mejora de los márgenes de refino. El resultado bruto de explotación ajustado (Ebitda) de la petrolera ascendió a 556 millones de euros, frente a 605 millones de euros en el mismo periodo de 2022. Este descenso, según ha explicado, se debió principalmente a la bajada de los precios del crudo y de la producción de refino como consecuencia de las paradas programadas de mantenimiento en los parques energéticos de Huelva y Campo de Gibraltar.
La energética logró un flujo de caja antes de variaciones en el capital circulante de 285 millones de euros, por encima de los 205 millones de hace un año, impulsado principalmente por los mayores márgenes de refino. Su inversión sumó 114 millones de euros, frente a los 89 millones de euros de 2022, destinando el 30% a negocios sostenibles, frente al 17% del primer trimestre del ejercicio anterior. Además, la compañía continuó con la senda de desapalancamiento, reduciendo su ratio de deuda neta sobre Ebitda a 0,8 veces, impulsado por la menor deuda tras la venta de sus activos de Exploración y Producción en Abu Dabi a Total Energies, cuya aportación se incluye en los resultados hasta el 15 de marzo, fecha de cierre de la operación. Asimismo, la posición de liquidez de la empresa se mantiene sólida en 4.300 millones de euros, cubriendo los vencimientos de deuda hasta finales de 2027.
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