Lucha contra el déficit
Bruselas pide ajustes extra a España tras el alza de las pensiones
Avisa de que el país no logrará la meta de déficit ni el esfuerzo fiscal pactado con Bruselas.
La CE consideró hoy que el borrador de Presupuestos Generales del Estado para 2018 presentado por España "cumple en general"los requisitos del Pacto de Estabilidad
Horas antes de que el Congreso de los Diputados sometiera a votación los presupuestos españoles para el año 2018, Bruselas les dio su visto bueno provisional. Una luz verde no exenta de peligros, pero luz verde al fin y al cabo. La Comisión Europea confía en que este año nuestro país sea capaz de reducir su déficit público por debajo del 3% y salga, por fin, del procedimiento de déficit excesivo tras casi una década. Desde 2017 es el único país que permanece bajo este corsé después de que Francia haya saneado sus cuentas. Pero a pesar del aprobado, Bruselas no oculta que las cuentas presentadas por el Gobierno le preocupan.
Hace unas semanas, el equipo económico del Ejecutivo comunitario auguraba en sus previsiones un desfase de cuatro décimas en el déficit público este año sin contabilizar las últimos cambios en las cuentas. Tras haber examinado las medidas pactadas con el PNV –revalorización de las pensiones y puesta en marcha de la «tasa Google» para compensar la subida– a Bruselas le siguen sin salir las números. El Ejecutivo comunitario calcula que el derrape será mayor, de hasta de cinco décimas (2,7% frente a 2,2%) y, por eso, considera que el Gobierno debe estar listo para actuar.
«El último plan presupuestario español es expansivo en un momento en que la economía española está creciendo por encima de su potencial. La Comisión invita a las autoridades a estar preparadas para adoptar medidas adicionales», asegura el documento desvelado ayer. Esto sólo sería necesario si el déficit público escala por encima del umbral de 3%, una cifra que ahora mismo parece difícil de superar. Pero esto no significa que Bruselas no vea nubarrones en el horizonte: si se contabiliza el déficit estructural (no sujeto a las bondades del crecimiento económico) Bruselas ha pedido a nuestro país un esfuerzo del 0,5% y ha observado un deterioro del 0,3%, un desfase de 8.000 millones.
Aunque este año parece poco probable que la Comisión Europea llegue a exigir a España enmendar los presupuestos con una reducción del gasto público o más subidas de impuestos, el panorama puede complicarse el año que viene. En 2019, Bruselas exige a nuestro país un esfuerzo del 0,65% no sujeto al crecimiento económico, lo que supone unos 7.000 millones de euros de ajuste.
Bruselas apunta las causas de que las cuentas no cuadren. «Los aumentos en las pensiones y el retraso en la entrada en vigor del factor de sostenibilidad ponen en duda el compromiso con la reforma del sistema». Un párrafo que no es ninguna sorpresa ya que la reforma de 2013 había sido muy celebrada por la Comisión.
El rescate de las autopistas, menores ingresos de los previstos en las cotizaciones y el aumento en los salarios públicos son otros factores que también preocupan.
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