Finanzas
La banca, ante el desafío de los criptoactivos
El próximo 30 de diciembre entra plenamente en vigor MiCA, la pionera regulación europea, que permitirá a las entidades tradicionales ofrecer servicios de custodia, intermediación y emisión
Desde la creación de Bitcoin en 2009, el mercado de criptoactivos ha crecido de forma explosiva, pasando de ser un fenómeno de nicho a convertirse en un mercado global multimillonario, con más de 20.000 tipos de monedas digitales. Este crecimiento ha sido especialmente acelerado en los últimos cinco años, impulsado por la especulación y la adopción en diferentes industrias. Esto ha generado un incremento considerable en la cantidad de monedas en circulación. El promedio de usuarios activos mensuales en el mundo ha pasado de 100.000 en 2015 a superar los 30 millones en la actualidad, alcanzando una capitalización global de 2,4 billones de dólares, de los que 1,4 corresponden a bitcoin.
No obstante, a pesar de la expansión, el mercado de criptoactivos ha operado en gran medida sin un marco regulatorio claro. Esto ha generado incertidumbre para los emisores y consumidores, quienes se enfrentan a un entorno sin estándares de seguridad consistentes.
Ante esta situación, la Unión Europea (UE) ha dado un paso significativo al desarrollar el Reglamento de Mercados de Criptoactivos, conocido como MiCA, una legislación pionera, que entrará en vigor plenamente el 30 de diciembre de 2024. Este reglamento busca proporcionar seguridad jurídica, aumentar la transparencia y fomentar la innovación en el ámbito financiero digital, lo que coloca a la UE como líder en la regulación de este mercado.
El Reglamento MiCA establece una implementación escalonada, que comenzó con la regulación de la emisión de tokens el pasado 30 de junio de 2024. Esta primera fase se enfocó en las stablecoins y los tokens referenciados a activos (ART), que son instrumentos cuyo valor está vinculado a un recurso subyacente, como monedas fiduciarias o materias primas. Estos tokens, considerados menos volátiles, han ganado popularidad debido a su aparente estabilidad en comparación con otras criptomonedas, lo que les permite ser empleados en pagos y transferencias de valor.
La regulación de estos activos conlleva requisitos específicos sobre reservas, capital y protección al consumidor, buscando mitigar riesgos y aumentar la confianza de los usuarios. En una segunda fase, prevista para diciembre de 2024, la normativa se aplicará a otros actores del mercado, como las plataformas de intercambio de criptoactivos, custodios y proveedores de monederos digitales. Estos deberán cumplir con estrictos estándares de seguridad, obtención de licencias y transparencia en sus operaciones, lo que promete profesionalizar y fortalecer la industria. Además, se requiere que estos actores implementen controles para la prevención de actividades ilícitas, como el blanqueo de capitales, un aspecto que ha sido objeto de preocupación global.
España ha optado por un régimen transitorio reducido para implementar MiCA lo antes posible. Esta decisión sitúa a nuestro país como pionero dentro de la UE en la aplicación de la normativa, permitiendo que las entidades españolas que cumplan con MiCA puedan operar en todos los Estados miembros con el sello de MiCA-compliance, lo cual representa una ventaja competitiva importante frente a otros países de la región. Esta aceleración en la adopción de MiCA también refleja el interés de España en convertirse en un centro de innovación en criptoactivos, un sector que está en constante crecimiento y que puede ofrecer oportunidades significativas para el país en términos de inversión y creación de empleo.
El Reglamento MiCA tiene un impacto significativo en los bancos e intermediarios financieros, permitiéndoles ofrecer servicios de custodia, intermediación y emisión de criptoactivos, lo que, a juicio de los expertos, representa una oportunidad importante para el sector financiero tradicional, que de esta manera puede aprovechar su crecimiento para diversificar su oferta y captar nuevos clientes. Los bancos podrán lanzar productos como tokens referenciados a activos y stablecoins bajo un entorno regulado, lo que les permitirá ingresar a este mercado con mayor confianza.
Para Marina Fontcuberta, profesora del Máster en Blockchain e Inversión en Activos Digitales del IEB, esta normativa representa un avance en la integración de los criptoactivos en los servicios financieros generales. Y es que, según la experta, los tokens ART y EMT representan una evolución en la forma de almacenar y negociar el valor, lo que favorecerá combinar la estabilidad de los instrumentos financieros tradicionales con la flexibilidad de los activos digitales. «Aunque aún es un sector emergente, la regulación de MiCA permitirá que más bancos se interesen en este mercado, ofreciendo servicios innovadores y capturando nuevas oportunidades en el ecosistema de criptoactivos», explica.
Entidades
Algunas entidades ya han empezado a explorar este mercado. El Grupo Santander, por ejemplo, ha sido pionero en integrar la tecnología blockchain y estudia su uso no solo en la industria de criptoactivos, sino también en la tokenización de activos. Santander está considerando integrar activos digitales en su oferta bajo un modelo de «ventanilla única» («one-stop-shop»), que permitiría a los clientes acceder tanto a soluciones financieras tradicionales como digitales. «Santander puede hacer un gran trabajo, integrando la oferta en los canales tradicionales de atención a los clientes», indican fuentes del banco.
Desde la entidad añaden que MiCA ofrece un marco seguro para la emisión y distribución de criptoactivos, lo cual mejorará la protección del consumidor y permitirá una ventaja competitiva para sus operaciones en toda Europa. «MiCA es una gran noticia, ya que todos los operadores que hasta ahora distribuían criptoactivos en un entorno alegal ahora lo van a poder hacer con un anclaje regulatorio sujeto a una licencia supervisada, lo cual redunda en aras de una mejor protección a los clientes. Sin duda, ha sido un gran ejercicio de coordinación y flexibilidad el que se ha hecho en Europa para poder tener un marco único de gestión de los criptoactivos y consideramos que la industria financiera puede jugar un papel relevante en este nuevo activo», apostillan.
Por su parte, BBVA, que en 2021 lanzó su servicio de compra y venta de Bitcoin en Suiza, convirtiéndose en uno de los primeros bancos en ofrecer acceso a criptomonedas, señala que actualmente «se encuentra trabajando en las distintas geografías donde están, siempre acorde a la regulación aplicable».
Deutsche Bank, por su parte, ha hecho avances significativos en la integración de estos activos en sus operaciones. Así, ingresó en el entorno cripto en colaboración con la empresa suiza Taurus, que le permitió ofrecer servicios de custodia de bitcoin, otras criptomonedas y activos tokenizados a sus clientes institucionales.
Otros bancos también han mostrado interés en este mercado, aunque de manera más cautelosa y limitada principalmente a la banca privada. En este sentido, Sabadell asegura que la comercialización de criptoactivos no se encuentra entre las prioridades, aunque aseguran que «analizan las tendencias del mercado continuamente». Mientras, Bankinter señala que, en este momento, «no está apostando por los criptoactivos».
El interés en los criptoactivos no es exclusivo de Europa. En este sentido, Fontcuberta pone como ejemplo al brasileño Itaú, que ha lanzado una plataforma de inversión llamada Ion, que permite la compra y venta de bitcoin y ethereum, ofreciendo a sus clientes un servicio seguro y regulado para operar en el mercado de criptomonedas. Además, el banco custodia los criptoactivos mediante su filial Itaú Digital Assets, lo cual garantiza que las transacciones se realicen en un entorno seguro y supervisado.
No obstante y, pese a las cautelas, Fontcuberta estima que, a medida que el marco regulatorio de MiCA brinde claridad y estabilidad al mercado, más instituciones financieras entrarán en el espacio cripto, aprovechando así las nuevas oportunidades que ofrece este sector en crecimiento.
Sin embargo, a pesar de los avances que representa MiCA, los riesgos unidos al mercado de criptoactivos no desaparecen completamente. En este sentido, Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha señalado recientemente en el Congreso que la nueva normativa no elimina de forma instantánea todos los peligros asociados con este sector. Y es que, tal y como ha subrayado, aun cuando MiCA establece requisitos estrictos en términos de transparencia, gobernanza y protección al consumidor, la volatilidad y los posibles fraudes siguen siendo amenazas latentes en el mundo de los criptoactivos.
Pero también se han producido advertencias por parte del sector en torno a MiCA. Recientemente, el CEO de Tether, Paolo Ardoino consideró que la regulación puede conllevar problemas bancarios para los emisores de stablecoins, lo que podría amenazar la estabilidad del criptoespacio, ya que los emisores de estos tokens ligados al valor de referencia de una moneda fiat deberán mantener al menos el 60% de los activos de reserva en bancos europeos. «Teniendo en cuenta que los bancos pueden prestar hasta el 90% de sus reservas, podría introducir riesgos sistémicos para los emisores de stablecoin», ha declarado el responsable del mayor emisor de stablecoin del mundo.
«Evidentemente, no todo el monte es orégano, y la aprobación de una normativa no elimina de un plumazo los riesgos inherentes a una actividad. Sin embargo, MiCA contiene unas exigencias de constitución, honorabilidad, transparencia y fondos que sí mitigan los riesgos, aunque no los elimine por completo», dice Fontcuberta.
En cualquier caso, la regulación de MiCA incluye obligaciones de información y transparencia, elementos que son fundamentales para la protección de los usuarios. Sin embargo, es importante que los consumidores sean conscientes de los riesgos asociados con este tipo de activos y que adopten una actitud de precaución al interactuar con ellos. La volatilidad de las criptomonedas, así como la falta de regulación global, son factores que pueden afectar negativamente a los inversores, especialmente a aquellos que no están familiarizados con las particularidades de este nuevo ecosistema.
Respecto a la actividad de asesoramiento, que califica al asesor como proveedor de servicios de criptoactivos, a fin de garantizar la protección de los consumidores, ya sea a petición de un cliente o por iniciativa propia, deberán evaluar si dichos servicios son adecuados para los clientes, teniendo en cuenta la experiencia, los conocimientos, los objetivos y la capacidad de estos para soportar pérdidas. Deberán proporcionar a los clientes un informe que incluya una evaluación de idoneidad en la que se especifique el asesoramiento prestado y la manera en que se cumple con las necesidades del cliente. La regulación establece que los proveedores deben ser transparentes y proporcionar información clara a los consumidores, incluyendo riesgos asociados y tarifas a aplicar.
A medida que la regulación de MiCA se implemente, es probable que el mercado de criptoactivos se transforme de manera significativa, atrayendo nuevas empresas y entidades por la certeza jurídica que ofrece la regulación. Además, las instituciones financieras tradicionales podrán colaborar más fácilmente con las plataformas de criptoactivos, lo que podría desembocar en una mayor integración de los activos digitales en el sistema financiero convencional.
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