Empleo
El absentismo laboral sigue en máximos desde la pandemia: equivale a 14 días laborales por empleado
Hay 1,5 millones de empleados que no acuden al trabajo, según Cepyme. Desde AMAT cifran en 135.000 millones de euros el coste anual del absentismo, "un disparate" para las mutuas
Con la Covid, los servicios públicos sanitarios se colapsaron en todo el país, llenando sus salas de enfermos y ralentizando los procesos de espera y atención. En ese contexto, las tasas de absentismo se dispararon. Pero se decretó el fin de la pandemia y el panorama de absentismo no respondió a esa vuelta a la normalidad. Lo alerta Cepyme, puesto que los niveles de absentismo se han estancado en aquellos máximos alcanzados en tiempos de coronavirus. Es cierto que se trata de unas ausencias al trabajo que están legalmente reconocidas, si bien generan un coste para las empresas.
Según dicen desde la patronal, este panorama es algo a tener en cuenta en lo referente a la reducción de la jornada laboral, porque el absentismo repercute en el cómputo del tiempo del trabajo y por lo tanto, puede afectar en caso de llevarse a cabo esa propuesta del Gobierno. Cepyme considera necesario que se produzca un análisis de la situación ante ese posible problema y, por ello, ha celebrado este jueves la jornada "El impacto del absentismo en las pymes". Durante el evento, el director de Randstad Research, Valentín Bote, ha refrendado la preocupación creciente de los empresarios por el absentismo, ya que “en una década se ha multiplicado por dos el porcentaje de horas perdidas por bajas médicas”.
Tal y como recoge el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), el cual fue firmado en 2023 por Cepyme, CEOE y los sindicatos CC OO y UGT, existe una preocupación por parte de los agentes sociales sobre la evolución de las incapacidades temporales (IT) por contingencias comunes. Estas derivan del aumento de las listas de espera médica, así como del ascenso de la edad de la población trabajadora.
El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha querido remarcar que el problema del absentismo es más grave para las pymes, ya que disponen de menos recursos para encontrar personal de reemplazo. Al mismo tiempo, también deben afrontar más dificultades a la hora de encontrar trabajadores, como consecuencia del problema generalizado que gira en torno a las vacantes sin cubrir. Por todo ello, Cepyme insta a una reforma de los servicios públicos de empleo.
En este sentido, el vicepresidente de Cepyme, Ángel Nicolás, ha reclamado la puesta en marcha de medidas que reduzcan las cifras de absentismo, mejorando y agilizando, a su vez, la atención sanitaria. Igualmente, ha remitido a datos del INE que establecen un incremento del 32,3% en el promedio de horas no trabajadas por asalariado entre los años 2018 y 2023, pasando de las 86 horas registradas en 2018 hasta 113 horas. O dicho de otra manera, el absentismo registrado durante el pasado año equivale a 14 días laborables por empleado.
Asimismo, la proporción representativa de la jornada también se elevó, de manera que estas horas no trabajadas pasaron de representar el 5,2% de la jornada efectiva en 2018 al 7,1%en 2020, año de la pandemia. Desde entonces, los registros se mantienen estables en torno al 7%. Así, lo que nos muestran los datos es que el pasado año el absentismo continuó a niveles de la crisis sanitaria, pese a haber pasado ya cuatro años desde que se superara la pandemia.
También sube el promedio de horas de absentismo por trabajador vinculadas a la IT. Lo hace un 42% entre 2018 y 2023, pasando de 62 a 88. Y lo mismo ocurre con el promedio de horas de absentismo por trabajador vinculadas a permisos legales, que experimenta un alza del 5,3% entre ese mismo periodo, escalando de las 5,7 a las 6 horas. En total, de acuerdo con los datos proporcionados durante dicha jornada, son alrededor de 1,5 millones los empleados que se contabilizan que no acuden al trabajo.
Desde AMAT, la patronal de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, se cifra en 135.000 millones de euros el coste anual del absentismo, cuantía que la Asociación de las Mutuas de Accidentes de Trabajo considera “un disparate”. El vicepresidente de AMAT, Luis Miguel García Rodríguez, ha manifestado la voluntad de las mutuas de tener mayores atribuciones en la
gestión sanitaria para mitigar la saturación de la atención médica.
En la misma línea, el vicepresidente de Cepyme, Ángel Nicolás, ha querido subrayar la voluntad de las mutuas de tener una mayor participación, de manera que se haga uso de todos los recursos con los que cuenta la Seguridad Social.
Impacto del absentismo
Si bien el absentismo puede darse por diferentes motivos, tales como la incapacidad temporal (IT) o los permisos remunerados legalmente estipulados, entre otros, siempre consta de tres componentes principales, según afirman desde la patronal. Estos son, por una parte, el coste directo, que está formado por el coste salarial más las cotizaciones a la Seguridad Social, así como los complementos que se pagan al empleado. En el caso de la IT, lo constituye la remuneración entre los días 4º a 15º, que corren a cargo del empleador. También está el coste indirecto, el cual proviene de buscar y contratar personal de sustitución. Y, por último, el coste de producción, que es aquel que deriva de no contratar personal de reemplazo, lo que afecta a la organización del trabajo y a la producción de mercancías y servicios, pudiendo impactar negativamente en las ventas.
En cuanto a la evolución del absentismo, Cepyme establece que se debe, sobre todo, a las siguientes causas:
- El ciclo económico. El miedo a perder el empleo guarda una correlación directa con el ciclo económico. Así, cuando el PIB cae, las horas no trabajadas por IT también disminuyen, y viceversa.
- El aumento de las listas de espera sanitaria. El incremento del tiempo de espera, ya sea para citas médicas con especialistas como para cirugías, provoca aumentos de absentismo.
- La extensión de los permisos legales y la creación de otros nuevos. Gran parte del aumento del absentismo que no está relacionado con una IT resulta de los permisos reconocidos legalmente, que han sido ampliados en los últimos años.