Energía
Ribera insiste en que «hay que focalizar la ayuda de los 20 céntimos a los carburantes»
La vicepresidenta tercera admite que el despliegue del coche eléctrico ha entrado en «stand-by» y que España no está en cabeza
Cada día parece más evidente que la subvención estatal de 20 céntimos a los carburantes dejará de ser universal a partir del próximo 1 de enero. Aunque el Gobierno no ha comunicado todavía oficialmente qué hará al respecto, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha asegurado hoy que la parte económica del Gobierno estudia cómo focalizar estas ayudas a partir del año próximo.
Teresa Ribera ha vuelto a explicar en el foro «Conversaciones con...» de LA RAZÓN, como ya lo ha hecho en otras ocasiones, que cuando se aprobó la subvención, con el precio del petróleo muy alto, era «la única manera en la que podíamos reaccionar», intentando que la aplicación de la medida fuese «ágil, eficaz e inmediata». Sin embargo, también ha admitido que, desde entonces, cada vez hay «más evidencias de que favorece a los que más usan el coche y puede ser regresiva desde el punto de vista social». Por este motivo, la vicepresidenta tercera ha añadido que, desde la parte económica del Gobierno, «vamos a intentar que las subvenciones a los carburantes estén más focalizadas». En línea con estudios como los publicados por el Banco de España o la AIReF, Ribera ha dicho que el Ejecutivo sabía «desde el primer momento» que la generalización de la ayuda no era necesariamente «lo más equitativo desde el punto de vista de renta disponible de las familias».
La vicepresidenta tercera sí que ha considerado como un acierto pleno del Gobierno la subvención del transporte público dado que, según ha asegurado, «es bueno desde el punto de vista social y contribuye a impulsar cambios los patrones de movilidad».
Coche eléctrico
Hablando de movilidad, Ribera ha admitido también que la implantación del coche eléctrico en España, que parecía que se movía «a mucha velocidad» ha entrado en una fase de «stand-by» motivada por problemas como la crisis global de suministros o de baterías. «Estamos todavía a la cola de la transformación de la movilidad», ha declarado Ribera, que ha asegurado que España está bastante por detrás de países como los nórdicos y también en desventaja respecto a otros más cercanos como Francia y Portugal, donde el desarrollo de sistemas como el «leasing» han permitido avanzar a más velocidad al coche eléctrico.
Pese a esta desventaja, Ribera espera que la inercia perdida en 2020 a raíz de la crisis económica provocada por el coronavirus se recupere pronto y que, si no ocurre ningún contratiempo, tome velocidad. Y también que, más allá de que haya una transformación en la movilidad, España, que es una de las grandes potencias mundiales en el ensamblaje de vehículos, no pierda su posición en la industria mundial en la transición al coche eléctrico. «Debe buscar su posición» para mantener su aportación al PIB, que supera el 10%, ha añadido.
Ribera ha defendido que España es «un país muy atractivo para los inversores» energéticos, que tiene grandes capacidades tanto a nivel de grupos humanos como de empresas y que «es importante que se materialice al ritmo que se ve en el horizonte». En este sentido, la ministra no cree que el impuesto a las compañías energéticas que proyectó el Gobierno vaya a afectar a las inversiones. Según ha manifestado, lo que se pretende gravar es el beneficio que han tenido las compañías, «que ha sido mucho mayor de lo habitual». Y ha reseñado que se trata de algo «temporal y extraordinario». Ribera considera, no obstante, que antes de sacar conclusiones sobre sus posibles efectos, hay que esperar a ver cómo queda su diseño definitivo porque «hay un debate técnico sobre cómo se calcula» que todavía no ha terminado.
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