Macroeconomía
El FMI advierte de que la economía mundial perderá cuatro billones de dólares por la recesión
La directora del Fondo Monetario, Kristalina Georgieva, avisa de que al menos un tercio de los países entrarán recesión. Su informe ha detectado 70 millones más de pobres y una reducción del 4% en el ingreso medio
Cuatro billones de dólares -casi igual cantidad de euros-. Así cuantifica la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, las pérdidas que puede alcanzar la economía mundial por culpa de la desaceleración económica, que cada vez está más cerca de una recesión generalizada porque ahora “el mundo ha entrado en una época de fragilidad y volatilidad. Hemos calculado que alrededor de un tercio de la economía mundial tendría al menos dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo este año o el próximo año -lo que se define como recesión técnica-, y que la cantidad total que se perdería por la desaceleración de la economía mundial será, entre ahora y 2026, de cuatro billones de dólares”, apuntó la directora.
Georgieva hizo estas declaraciones en una charla en la que estuvo acompañada del presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass, y que marcó el comienzo de las Reuniones Anuales de 2022 del FMI y el BM en Washington, donde los principales líderes económicos discutirán las perspectivas económicas mundiales. Estas son las primeras reuniones presenciales en tres años, recordó Georgieva, una época en la que se han vivido “hechos impensables que están teniendo importantes consecuencias”: la pandemia, la invasión de Rusia a Ucrania y desastres climáticos en todos los continentes. “Todo esto ha colocado a la gente en un lugar muy difícil. Están agotados y tienen que hacer frente a una crisis del coste de vida”, apuntó la directora, una situación que “es especialmente difícil para los países en desarrollo”,.
Malpass explicó que los niveles de deuda de los países en desarrollo “se están volviendo cada vez más onerosos” y que el aumento de las tasas de interés le agrega peso a lo grave de la situación, igual que las altas tasas de inflación. El presidente del Banco Mundial ha destacado la desaceleración en curso de las economías avanzadas, así como el impacto que representa en las economías emergentes y en desarrollo la depreciación de las monedas respecto del dólar, que ha agravado los problemas de deuda, para lo que las subidas de los tipos de interés implican “una carga adicional”.
Con 70 millones más de pobres, según muestra el último análisis del BM, y una reducción del 4% en el ingreso medio, “nuestro objetivo de prosperidad compartida, no está sucediendo” y “están ocurriendo reversiones en el desarrollo”, agregó Malpass.
Durante estos días, explicó Georgieva, los principales líderes mundiales discutirán sobre qué se puede hacer para afrontar el complejo panorama y destacó que una de las cosas más importantes es que las políticas monetarias y fiscales vayan de la mano. “Afrontar en conjunto las políticas monetarias y las políticas fiscales este año es absolutamente primordial”, apuntó la directora del FMI, quien advirtió de “no será un buen viaje” si las políticas monetarias son de “pisar el freno” y las fiscales de “pisar el acelerador”.
Georgieva insistió además en la necesidad de invertir en acciones para frenar la actual crisis climática ya que aunque “es malo tener inflación” y recesiones, “sobreviviremos como humanidad”, pero “a lo que no podemos sobrevivir es a la crisis climática incesante, por lo que movilizarnos hoy para un mañana más resistente es exactamente lo que debemos hacer”. Así, el FMI y el BM deben “unir fuerzas es lograr que más capital se destine a la acción climática”, especialmente “en los mercados emergentes de las economías en desarrollo”, añadió Georgieva.
Como parte de estas reuniones, está previsto que este martes el FMI presente sus últimas previsiones de crecimiento globales y, según adelantó la directora del organismo en un acto público celebrado la semana pasada, está previsto que las proyecciones de 2023 se rebajen ante la incertidumbre global. Georgieva aseguró entonces que el riesgo de recesión está aumentando y que incluso cuando el crecimiento sea positivo, la sensación será de recesión a causa de la caída de los ingresos reales y el aumento de precios. La última proyección publicada por el Fondo en primavera de este año era que en 2023 la economía mundial creciese un 2,9 %.
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