Finanzas
‘Corralito’ ruso a la retirada de efectivo en dólares o euros
El Gobierno de Putin limita a 10.000 dólares la entrega de efectivo en divisas. El Banco Central ruso reacciona así la anuncio de EE UU y Reino Unido de no importar energía, gas y petróleo rusos
‘Corralito’ de emergencia para evitar la fuga de capitales y la pérdida de volumen de divisas. El Banco Central de Rusia ha decidido fijar un límite máximo de 10.000 dólares para las retiradas en efectivo de los depósitos en divisas que mantienen los ciudadanos del país. Esta medida, que estará en vigor desde hoy y hasta el próximo 9 de septiembre, lleva consigo que las cantidades que excedan de ese umbral serán abonadas en rublos al tipo de cambio correspondiente, en pleno desplome de la moneda.
En su afán por mantener la calma en los mercados y evitar una situación de pánico financiero, la institución presidida por Elvira Nabiullina ha subrayado que la medida no afectará al 90% de los ciudadanos, ya que nueve de cada diez cuentas en moneda extranjera en el país no superan el umbral de los 10.000 dólares, por lo que “los titulares de estos depósitos o cuentas en moneda extranjera podrían recibir la totalidad de sus fondos en divisas en efectivo”, explicaron en un comunicado oficial.
La norma, publicada de madrugada (hora local) por el supervisor bancario ruso informó de que “los bancos durante la vigencia del nuevo orden no van a vender divisas en efectivo a los ciudadanos. El ingreso de dólares al país está limitado por las sanciones y es el único motivo de las medidas especiales relacionadas con la venta de divisas en efectivo por los bancos”. La publicación de esta orden a esa hora tan intempestiva ha sido una reacción directa a la decisión de Estados Unidos y Reino Unido de prohibir la compra de energía, gas y petróleo ruso en sus países, que se suman a la decisión de la Unión Europea de ampliar las sanciones económicas a Rusia.
Durante los seis meses de vigencia de esta orden, los ciudadanos podrán mantener sin cambios sus fondos en depósitos o cuentas en moneda extranjera, que seguirán contabilizándose en la divisa en la que se abrió la cuenta o el depósito, conservando las condiciones, así como el cálculo de los intereses de los depósitos. Asimismo, los ciudadanos podrán abrir nuevas cuentas y depósitos en moneda extranjera, pero las entidades “no venderán divisas en efectivo durante la vigencia de la orden temporal”. Lo que sí se permitirá sin límite es la posibilidad de cambiar moneda extranjera en efectivo por rublos de curos legal “en cualquier momento y en cualquier cantidad”, añade el comunicado.
El pasado 28 de febrero, el Gobierno de Vladimir Putin ya había prohibido la transferencia exterior de divisas y ordenado la obligatoriedad a las empresas con actividades económicas en el extranjero la conversión del 80% de sus ingresos en rublos. Asimismo, se mantiene la prohibición de “operaciones de cambio relacionadas con la provisión por parte de residentes a favor de no residentes de moneda extranjera” y transferir moneda extranjera a cuentas abiertas en bancos y otras organizaciones del mercado financiero fuera de Rusia”.
Desde que se inició la invasión, las potencias occidentales han aprobado una batería de medidas económicas que han puesto en jaque la economía rusa y hundido su moneda más de un 40%. Además de expulsar a siete de sus principales entidades financieras del sistema interbancario Swift -salvo Sberbank y Gazprombank, los bancos que operan con los suministros energéticos-, la UE ha congelado los activos del Banco Central ruso en territorio comunitario, ha congelados los activos en el extranjero del presidente ruso, Vladimir Putin, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, altos cargos gubernamentales, la cúpula militar y el resto de oligarcas del país, además de mantener el embargo comercial a varios sectores de importancia estratégica para la economía rusa y el cierre de la mayoría de las operaciones de empresas extranjeras en territorio ruso.
El anuncio del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto a Reino Unido, de prohibir las importaciones estadounidenses de “petróleo, gas y energía” de Rusia por la invasión de Ucrania, ha sido la gota que ha provocado la reacción del Banco Central de Rusia para activar el ‘corralito’ a las divisas.