Vivienda
Estos son los pasos a seguir para comprar una casa de obra nueva
Las viviendas de segunda mano por norma general necesitan algún tipo de reforma y al tener un diseño más antiguo, suele conllevar un mayor gasto energético respecto a las nuevas construcciones
La decisión de comprar una casa entra en los planes de futuro de la mayoría de personas, sin embargo, esta es una decisión que no puede tomarse a la ligera ya que supone un gran desembolso de dinero y además conlleva un cambio significativo en la vida de los futuros propietarios.
¿Es mejor comprar una vivienda nueva o de segunda mano? ¿A qué impuestos debo hacer frente? ¿Qué tipo de hipotecas existen? ¿Me corresponde algún tipo de garantía? Estas son algunas de las preguntas que se deben plantear las personas interesadas en adquirir una vivienda con el objetivo de no equivocarse y optimizar el proceso de compra.
Las viviendas de obra nueva han sido construidas bajo los estándares marcados por el mercado actual, por lo que son casas que en principio se encuentran sin desperfectos. Sin embargo, las viviendas de segunda mano por norma general necesitan de algún tipo de reforma y al tener un diseño más antiguo, suele conllevar un mayor gasto energético respecto a las nuevas construcciones.
Asimismo, otro de los beneficios es que con las viviendas de obra nueva, durante los años que dura la construcción, el cliente puede adelantar el 20% del precio inicial de la vivienda, y después acceder a una hipoteca del 80% restante, mientras que en el caso de la segunda vivienda, el desembolso es inmediato.
“Actualmente, la vivienda de obra nueva da mejor respuesta a las preferencias residenciales post confinamiento que las de segunda mano. Las casas de nueva construcción cuentan con amplias superficies, estancias para el teletrabajo, espacios exteriores, zonas comunes de todo tipo y medidas de eficiencia energética, entre otros muchos aspectos”, explican desde Aedas Homes a idealista.
Pasos a seguir para comprar una vivienda nueva
- Fijar presupuesto: Lo primero que debe saber la persona interesada en adquirir una vivienda es cuánto presupuesto tiene para llevar a cabo esta operación. De esta cuantía dependerá finalmente la casa que pueda comprar el futuro propietario así como el tipo de hipoteca necesaria, la cuál nunca puede situarse por encima de las posibilidades del interesado, ya que puede suponer problemas a la larga. Lo ideal es que la cuota mensual nunca supere aproximadamente el 40% de los ingresos netos familiares al mes, es decir, si los ingresos mensuales son de 2.500 euros, la hipoteca no deberá tener una cuota que supere los mil euros.
- Buscar vivienda: Tras haber fijado un presupuesto en base al dinero que dispone la familia, es necesario que se elija una casa que se adapte a los deseos, necesidades y circunstancias del futuro comprador. Con el objetivo de encontrar la vivienda ideal es importante que la persona interesada haga todas las visitas posibles y además podrá contar con un agente inmobiliario para conocer todos los aspectos y características del que será su futuro hogar.
- Elección de la hipoteca: Con el objetivo de que la entidad financiera conceda un préstamo al futuro comprador, es necesario que el banco haga una tasación de la vivienda. La hipoteca puede ser fija (aquella que tiene el mismo tipo de interés durante toda la vida del préstamos, independientemente de los intereses del mercado), variable (el coste de las cuotas mensuales varía en función del índice de referencia, es decir, el Euribor) y mixta (el tipo de interés se mantiene fijo durante un período inicial de más de un año y después es variable). La elección de la hipoteca dependerá de las circunstancias del comprador, como pueden ser los ahorros o el tipo de salario que posean.
- Solicitud de información: La promotora está obligada por ley a disponer de una serie de datos y documentos sobre la obra. Es importante que el futuro propietario sepa si la vivienda cuenta con cargas, licencias o si el solar sobre el que se va a edificar es propiedad de la promotora, ya que cuanta más información se posea, se podrán evitar un mayor número de imprevistos. Los datos más relevantes a tener en cuenta son: la cédula de habitabilidad, certificado final de obra; precio y forma de pago; información de uso y conservación de instalaciones; instrucciones de evacuación del inmueble en caso de emergencia, y datos y planos de la vivienda.
- Conocer la garantía: Las viviendas de obra nueva deben ofrecer cobertura de mano de obra y materiales para cubrir cualquier desperfecto que haya podido surgir como una garantía de 10 años para los defectos estructurales, de acuerdo con la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE).
- Impuestos y gastos: Las personas que adquieran una vivienda nueva deben afrontar diferentes impuestos y gastos como el IVA, el de Actos Jurídicos Documentados (AJD) el cuál depende de cada autonomía y la Comisión de apertura, la cuál puede llegar hasta el 2% del capital prestado para la hipoteca.
- Cierre de la operación: Tras seguir todos los pasos previos, en último lugar es necesario cerrar la operación mediante la firma de contrato, los cuáles pueden ser de arras (reserva de la vivienda que supone el desembolso de cierta cantidad de dinero y su incumplimiento puede llevar a cabo penalizaciones), de compraventa (el cliente debe aportar un desembolso cercano al 10% del precio de la vivienda y también existen penalizaciones por incumplimiento) y la escritura de compraventa (el comprador y el vendedor plasman su firma en la escritura de compraventa ante notario).
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