Renfe
La España vaciada se queda sin taquillas en sus estaciones de tren. Estas son las que va a cerrar Renfe y Adif
El servicio dejará de prestarse en más de cien paradas. Los sustituirán por máquinas de autoventa, internet y las oficinas de Correos
Más de un centenar de pequeñas estaciones de tren españolas perderán uno de sus elementos de referencia: las taquillas. Renfe ha confirmado que, desde ayer y de forma progresiva, va a cerrar los puntos físicos de venta de billetes de sus estaciones con menos pasajeros. Andalucía, con 18 estaciones; Castilla-La Mancha (14) y Extremadura (12) son las comunidades más afectadas.
El plan de la operadora pasa por asumir la venta presencial «sólo en estaciones que dispongan, con carácter general, de un tráfico superior a los 100 viajeros diarios», explican fuentes de la compañía. El resto contará con máquinas de autoventa, que se instalarán en aquellas dependencias en las que todavía no haya. Los viajeros contarán además con la posibilidad de comprar sus billetes a través de renfe.com, la app Renfe Ticket, la compra telefónica y a través de los interventores a bordo de los trenes, añaden estas fuentes. También pueden hacer su compra presencial en las oficinas de Correos, añaden. Para cualquier consulta, la compañía recuerda que los viajeros disponen de un número de atención telefónica que estará indicado en la estación.
Por comunidades
En Andalucía, los cierres afectarán a las estaciones de Beojan-Montejaque, Calañas, Campillos, Cortes de la Frontera, Espeluy, Gaucin, Guadalcanal, Guadix, Jabugo-Galaroza, Jimena de la Frontera, Jimera de Libar, Jodar-Ubeda, La Palma del Condado, Osuna, Pedrera, Posadas y San Roque de La Línea. En Campus Universitario de Rabanales ya hay máquinas. En Castilla-La Mancha, a Almadén, Campo de Criptana, Illescas, La Roda, Oropesa de Toledo, Torrijos, Carboneras de Guadazaón, Cuenca, Hellín, Huete, Tarancón. En Almagro, Manzanares, Santa Cruz de Múdele ya hay máquinas de autoventa. En Extremadura, las estaciones afectadas son las de Almendralejo, Cabeza del Buey, Cañaveral, Casatejada, Castuera, Don Benito, Llerena, Mirabel, Monfragüe y Zafra. En Montijo y Villanueva ya hay máquinas.
En Galicia se cerrarán las taquillas de diez estaciones, las de Burela, Cerdido, Guillarei, O Carballiño, Redondela, Ribadavia, Ribadeo, San Sadurniño, Sarria y Viveiro. En Cataluña, la medida se aplicará a nueve paradas: Altafulla-Tamarit, Bell-Lloc D’Urgel, Cervera, Flix, Montblanc, Riba-Roja D’Ebre, Tarrega y Valls, mientras que en Mora de la Nova y Ribes de Freser ya hay máquinas de autoventa. Ocho estaciones aragonesas y asturianas se quedarán también sin taquillas. Concretamente, las de Ariza, Ayerbe, Calahorra, Canfranc, Jaca, Sabiñánigo, Samper de Calanda y Tardienda en la primera y las de Arriondas, Figaredo, Llanes, Luarca, Navia, Nueva, Posada y Ribadesella en la segunda. En Cantabria ya hay máquinas en Cabezón de la Sal, Maliaño la Vidriera y Reinosa y también se pondrán en Barreda y Unquera. En Valencia la medida afectará a Camporobles y Ontinyent, en Murcia a Cieza y en Navarra a Tafalla.
Críticas
La medida de Renfe ha sido criticada con dureza por los sindicatos. CC OO asegura que la venta y la información presencial son «dos servicios que los ciudadanos demandan». Según denuncia, la venta online o las máquinas de autoventa «no se adaptan al tipo de viajeros que emplean estos trenes». La medida, dicen, es «una vuelta más» en la estrategia de Renfe de apuesta por el AVE y abandono de los ferrocarriles convencionales. Para la CGT, se trata de «un nuevo golpe letal al ferrocarril público y social». Para Renfe, las críticas son un tanto exageradas. La compañía asegura que «el metro de Madrid casi no tiene taquilleros, con más de un millón y medio de viajeros al día», y funciona sin grandes sobresaltos.