Ya han pasado 10 años desde aquel accidente de Michael Schumacher y las incógnitas sobre su estado de salud cada vez son mayores. Johnny Herbert, que fue su compañero de equipo en el Gran Circo en la escudería Benetton, fue el último en pronunciarse.

"Sólo oigo cosas de 'segunda mano' (por segundas personas). He oído decir a gente de la F1 que se sienta a la mesa para cenar, pero no sé si es cierto. Sólo puedo leer entre líneas. No hemos sabido mucho de la familia y es comprensible. Siempre ha sido muy propio de Michael Schumacher y de la familia mantener todo muy privado, muy secreto", dijo en Bettingsites.co.uk.

Estas declaraciones cambian el pensamiento de muchos aficionados que creen que Michael no puede moverse. "En mi opinión, y debo recalcarlo, porque no hemos sabido nada de la familia, esto demuestra que, por desgracia, probablemente se encuentra en una situación similar a la que tenía justo después del accidente. No parece que se hayan movido mucho, si es que lo han hecho. Supongo que la familia está esperando a que la ciencia descubra algo que, con un poco de suerte, nos devuelva al Michael que todos conocimos y a la gente que sólo le vio a través de las imágenes de televisión cuando se le veía con mucho más dinamismo en una pista de carreras", afirmó.

La familia de Michael se mantiene en silencio y no dijo absolutamente nada sobre su estado de salud recientemente. La última vez que hablaron sobre él fue hace unos meses. "No sólo es mi hermano, sino que cuando era más joven también fue mi entrenador y mentor. Me enseñó todo sobre el karting. Puede que tengamos siete años de diferencia, pero él siempre estuvo a mi lado entonces. Pilotábamos karts juntos, practicamos adelantamientos, todas esas cosas que son importantes en el automovilismo. Me brindó toda la experiencia que había tenido en los siete años anteriores. Simplemente se me permitió aprender del mejor", explicó su hermano Ralf.