Tenis
Jarry desarma a Alcaraz, que acabó lanzando la raqueta al suelo de desesperación, en las semifinales de Buenos Aires
El español, que defendía título en el Open de Argentina, cae en semifinales por 7-6 (7/2) y 6-3
Carlos Alcaraz no podrá defender el título que logró el año pasado en Buenos Aires el caer en semifinales contra el chileno Nicolás Jarry, un tenista que ya había puesto en dificultades al español las dos veces que se habían enfrentado y que en esta tercera dio la campaña: 7-6 (7/2) y 6-3.
Jarry tenía claro que el plan para vencer al número dos del mundo era ser muy agresivo, pero realmente no lo pudo ejecutar hasta el segundo set. En el primero, se imponían los servicios, pero el chileno, que en teoría saca mejor, apoyado en sus casi dos metros, sufría más. Logró forzar el tie break. Si en los cuartos de final Alcaraz se lució en el desempate del primer set, esta vez fue un desastre y con varios regalos no tuvo posibilidades de ganarlo.
Oportunidad desaprovechada
El encuentro parecía un calco del que jugaron el año pasado en Río de Janeiro, también en tierra batida. Y se asemejó más cuando en el primer juego del segundo set Carlos consiguió por fin el break. “Vamos”, gritó de forma vehemente. Parecía enderezar el partido, pero su rival no se inmutó. Al revés, subió su nivel y no tardó en recuperar esa rotura. Lo que uno puede esperar de un partido entre estos dos jugadores es que si hay mucho intercambio de golpes, el español tenga las de ganar, pero no fue así. Jarry no sólo aguantaba los peloteos, es que los dominaba y era el que tenía al murciano de un lado para otro. El público argentino estaba de forma descarada con el pupilo de Juan Carlos Ferrero: “Oé, oé, oé, oé/Carlos, Carlos”, se escuchaba en cada descanso. Pero Carlos no terminaba de arrancar.
La desesperación
Sólo le entraron las dudas al chileno cuando en ese segundo parcial se vio con 5-3 y saque para cerrar el encuentro. Alcaraz se inventó un passing espectacular en carrera que le puso 30-30 y después un globo estirado que le dio una posibilidad de rotura que no aprovechó, frenado por el saque de su rival. Se iba muy atrás a restar el español y si el servicio era abierto le hacía mucho daño. Jarry desperdició su primera oportunidad de levantar los brazos con una dobla falta. Eran los nervios. La tensión crecía y en la segunda oportunidad de break de Alcaraz en este juego tampoco logró hacer un punto largo. Sí lo fue el siguiente, pero dejó en la red el tiro con el que ya tenía superada la subida al ataque de su oponente. Ahí es cuando más se desesperó el campeón, que hasta tiró la raqueta contra el suelo, no con la intención de romperla, pero sí la lanzó varios metros lejos. Ya no lograría ir más allá, ni él ni su raqueta.
Jarry, que estuvo a un paso de caer en octavos contra Wawrinka (el suizo tuvo su servicio para ganar), se llevó el triunfo ante Alcaraz y se jugará el título con el argentino Díaz Acosta (87 del mundo), que está en el ATP 250 de Buenos Aires con una invitación y que en la otra semifinal se deshizo de su compatriota Coria por 6-2 y 6-3.