Nada dura para siempre. Ni siquiera el vínculo entre Sir Alex Ferguson y el Manchester United. Después de 40 años, el técnico y el club han terminado su relación. O están a punto de hacerlo. Y el artífice de esta separación también tiene título nobiliario. Se trata de otro Sir, Jim Ratcliffe, propietario de la compañía INEOS.

Ratcliffe es el segundo máximo accionista de los «Red Devils», ya que en febrero recibió la autorización de la Premier League para hacerse con algo más del 27 por ciento del club. La situación financiera que arrastra la entidad después de varios años compitiendo en fichajes con los demás grandes del campeonato inglés, y con unos resultados deportivos muy por debajo de la inversión realizada, es el principal motivo para cortar el contrato del mítico técnico escocés.

Con 82 años, Ferguson figuraba como embajador del United, pues la familia Glazer entendía que su dorada etapa al frente de la nave roja era responsable directa del nivel no sólo deportivo, sino también económico y de exposición. Si bien en las cuentas no aparece reflejado el montante que cobraba por su cargo, se cifra en el entorno de los 2,5 millones de libras. Al cambio, tres millones de euros.

Una cantidad que Ratcliffe no «podía» seguir pagando. El despido de Ferguson se enmarca en un paquete de medidas para equilibrar las cuentas del club, y se apunta que el acuerdo se habría concretado de forma amistosa. Los nuevos accionistas buscan remontar unas pérdidas de 135 millones en el último ejercicio que le han puesto el «fair play financiero» muy cuesta arriba.

Lo cierto es que este no es el único frente que tiene INEOS abierto en los distintos negocios deportivos de los que forma parte. Hace unos meses trascendió que Ratcliffe planeaba desahacerse del Niza, club francés que adquirió en 2019, por la normativa UEFA sobre la coincidencia en una competición de equipos de la misma propiedad. También hay tormenta en su equipo ciclista, el INEOS-Grenadier donde compite el granadino Carlos Rodríguez, pues todo apunta a que uno de sus mejores corredores, el joven Tom Pidcock, saldrá a final de temporada y no de la mejor manera. Además, en dos años el equipo ha perdido la hegemonía del ciclismo mundial.

Y ahora le toca a Ferguson, una leyenda del club. El escocés dirigió su primer duelo en el banquillo de los diablos rojos en noviembre de 1986, y se marchó en junio de 2013 después de 1.490 partidos oficiales. Durante esos 27 años, el United fue durante muchas fases el mejor equipo del mundo. Ganó 38 títulos. Entre ellos se cuentan 13 victorias en la Premier y dos Champions, una de ellas con una remontada histórica frente al Bayern en el Camp Nou en 1999, al que hizo dos goles en el añadido. También ganó un Mundial de Clubes y fue distinguido como mejor entrenador del mundo dos veces. De hecho, en la década que lleva Ferguson lejos del banquillo de Old Trafford, el club apenas ha logrado cinco títulos: dos FA Cup –la última este año–, una Copa de la Liga, un Community y el único éxito internacional, la Europa League de 2017.

Cuesta imaginar mejor figura para ejercer como embajador del United, ahora que el rival de la ciudad está en el mejor momento. Según varios medios, Sir Alex podría seguir formando parte la directiva del United como un consejero sin funciones ejecutivas a partir del próximo curso.