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Rally

Sainz, preparado para ganar el Dakar

"Lo mejor está por llegar", afirma el piloto madrileño, que correrá con un Audi eléctrico la carrera más dura del mundo del 5 al 17 de enero

Carlos Sainz y Lucas Cruz, con su Audi eléctrico JUAN CARLOS HIDALGOEFE

Carlos Sainz y su copiloto Lucas Cruz confían que la edición del Dakar que comienza el 5 de enero, la tercera que disputan a los mandos del revolucionario Audi E-Tron eléctrico, culmine con una victoria en la considerada carrera la más dura del mundo. El piloto madrileño ha superado las lesiones que sufrió tras el aparatoso vuelco que sufrió en 2023 y se encuentra en plena forma. «Lo mejor está por venir», afirma y confía que tras haber liderado las carrera y haber ganado varias etapas en la última edición «vamos a luchar hasta el final».

La duna y el accidente del año pasado están superados. «Estoy completamente recuperado y lo prueba el hecho de que hemos hechos varios test importantes y me siento en forma. Hemos corrido la Baja y el Rallye de Marruecos, además de otros entrenamientos en el sur de Francia con el coche de este año y me encuentro en forma. Hago las pruebas de esfuerzo con resultados positivos como cada año», asegura. Sainz, de todas formas, resaltó la dureza de la competición en la que cada jornada se corre una media de cinco horas con un nivel entre 140 y 160 pulsaciones por minuto. Y eso requiere una forma física excepcional. «El Dakar ya no es una carrera de resistencia, es una competición al esprint desde el primer kilómetro. No es un paseo ni mucho menos», afirma.

Durante este año, la experiencia del piloto madrileño ha servido a Audi para ir mejorando aún más su automóvil, algo especialmente complicado para una carrera de estas características. Su estructura, preparada para correr con electricidad y, por tanto, soportar el peso de las baterías, da en la báscula cien kilos más que los coches de gasolina, sin que la organización les compense con un incremento de potencia. El equipo español lamenta que si la competición se encamina hacia reglamentaciones más ecológicas, la organización no favorezca a los motores menos contaminantes frente a los que solo usan combustión interna.

Durante los test de invierno se ha trabajado en varios aspectos del coche, como suspensiones y chasis, para reducir los picos de aceleración vertical durante los aterrizajes después de grandes saltos, algo a lo que también contribuye el nuevo diseño de los asientos, con un espumado específico. También se ha modificado la estructura de la parte delantera del chasis, con el objetivo de que absorba mejor la energía generada en caso de un fuerte aterrizaje frontal como el que sufrió Sainz hace un año. También hay nuevos anclajes de suspensiones que dejan más espacio para que las piedras no queden atrapadas entre la llanta, los discos de freno y las manguetas y así no causen averías.

La próxima edición del Dakar consta de un recorrido de 7.923 kilómetros, de los cuales 4.676 son cronometrados. La prueba arrancará el viernes 5 de enero con una prólogo en Alula y concluirá el viernes 19, tras doce días de etapas cronometradas, en Yanbu. Habrá un día de descanso, el sábado 13 de enero, en Riad.