Cuatro meses y 21 días después de enfrentarse en la última final de la Champions, Real Madrid y Borussia Dortmund se encuentran en los comienzos del nuevo formato de la competición. Los amarillos salieron doloridos de aquel partido, en el que tuvieron muchas ocasiones para adelantarse en el marcador, pero al final pasó lo de casi siempre: que el Real Madrid levantó su decimoquinta «orejona».

Muchas cosas han cambiado desde entonces, sobre todo en los alemanes, que ya no tienen a Edin Terzic en el banquillo. El hombre que les llevó a ser subcampeones de Europa cuando no estaban en ninguna quiniela, con el que también fueron campeones de la Copa de Alemania y segundos en la Bundesliga rozando el título, pidió romper su contrato el pasado verano. «Lo pensé durante mucho tiempo, aunque siempre tuve esta sensación básica de que ahora que el club se está realineando, creo que es hora de que un nuevo hombre en la banda acompañe y lidere todo el asunto», decía el extécnico del Dortmund en su comunicado de despedida.

Su sustituto es un viejo conocido del Real Madrid, Nuri Sahin, aunque su paso como futbolista del Bernabéu fue algo más que discreto. Después de estar unos meses como integrante del cuerpo técnico del Borussia, ahora es el entrenador de un equipo que es el líder de la nueva Champions, con dos goleadas en los dos primeros encuentros. Le metió tres al Brujas en la primera jornada y siete en la segunda al Celtic para ser el primer equipo que llega a los diez tantos en esta Liga de Campeones.

«El Borussia ha cambiado de entrenador y también algunos jugadores. Mantienen la idea de fútbol intenso, juegan bien y con buenas individualidades. Es un rival exigente, hace muy poco que jugó la final de Champions contra nosotros y es por algo», decía Ancelotti. Los blancos han jugado quince veces en su historia con el Dortmund y los tres últimos enfrentamientos son victorias del Real Madrid. Dos en la fase de grupos de la Champions de 2018 y la última vez, la de Wembley del 1 de junio.