Pues se acabó la lucha por el título de MotoGP 2021 y el nuevo campeón del mundo es Fabio Quartararo, que se convierte en el primer piloto francés de la historia capaz de reinar en la categoría reina. La caída de Pecco Bagnaia en las últimas vueltas y cuando iba primero le dio la corona de manera matemática al de Yamaha, que ha sido claramente el más regular y el mejor durante toda la temporada.

Era la primera bola de partido que tenía y la ha aprovechado gracias al error de Bagnaia, que tenía que arriesgar y al final ha acabado por el suelo. Y eso que en el momento de la caída ya había conseguido descolgar a Márquez, que le había seguido durante toda la carrera pero parecía que ya se había rendido.

En ese momento se cayó Bagnaia y las fichas de dominó lo hicieron a continuación. Automáticamente Márquez conseguía su segunda victoria consecutiva después de Austin y la tercera este curso, un día en el que nadie lo esperaba y que confirma que su recuperación va por buen camino. Entró en meta señalándose el brazo derecho, mostrando músculo y recordando que para el curso que viene quiere disputar el Mundial desde el comienzo.

Su presión sobre el de Ducati pudo ser decisiva para que finalmente el neumático le fallara a Bagnaia y se dejara todas sus opciones. Su remontada se rompe y se tiene que conformar con el subcampeonato, seguramente porque empezó tarde a estar delante durante el curso y no le ha dado tiempo de recuperar.

Todo lo contrario que Quartararo, que se enteró a falta de pocas vueltas que el título era suyo aunque ni siquiera terminara. Ya podía empezar a disfrutar después de una remontada que le llevó desde el puesto 15 en parrilla al cuarto que le era suficiente. Ha conseguido seis victorias y once podios en este 2020, unos números magníficos que le han bastado para sacarse la espina del curso pasado, cuando todo el mundo lo señalaba a él como favorito y le pudo la presión.

Fabio, el mejor durante todo el año

No supo gestionarlo mentalmente y fue Mir el que ganó el título. Ese es el gran cambio que ha dado Fabio, el mental, como ha reconocido varias veces. Ha sido más fuerte psicológicamente, sin pensar más allá de la siguiente carrera y en ser rápido cada fin de semana. Así fue sumando victorias, podios y triunfos, sabiendo puntuar cuando el día no estaba para grandes alardes.

Le devuelve el trono a Yamaha y de paso se convierte en un héroe nacional en Francia, un país con una gran afición al motociclismo, pero que hasta ahora no contaba con un campeón en la categoría reina. Eso se rompe ahora con este chico de Niza, formado como piloto en España y que ya no tiene que hacer más cuentas. Le sobran las citas de Portimao y Valencia. Ya es el nuevo rey y rompe la racha española, que había estado en el trono durante 9 temporadas.