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Rusia

Rusia, acusada de dopaje de Estado

Forografía de archivo fechada el 24 de julio de 2015 que muestra al ministro ruso de Deportes, Vitali Mutkó larazon

La sombra del dopaje vuelve a posarse sobre el deporte ruso, esta vez con una trama de altos vuelos que salpica al mismo ministro de Deporte e incluso a los servicios secretos.

La sombra del dopaje vuelve a posarse sobre el deporte ruso, esta vez con una trama de altos vuelos que salpica al mismo ministro de Deporte e incluso a los servicios secretos. La Agencia Mundial Antidopaje (WADA) presentó ayer en Ginebra un informe devastador sobre el dopaje en el país, principalmente en el atletismo, y en cuyas conclusiones insta a la Federación Internacional de Atletismo a suspender temporalmente a Rusia de sus competiciones. «El laboratorio de Moscú destruyó deliberadamente 1.417 muestras para negar pruebas a la investigación», acusó Dick Pound, al frente de la comisión investigadora. La asociación solicita que se retire la acreditación al laboratorio antidopaje de Moscú, así como el despido de su director, Grigori Rodchenko, quien habría ordenado la destrucción de pruebas tres días antes de la auditoría de la WADA.

Según el informe, cuando los auditores llegaron a la capital rusa, en diciembre de 2014, Rod-chenko les dijo que había decidido «hacer algo de limpieza para prepararse para la visita». «Es preocupante –alerta Pound– y en este caso contamos con documentos, grabaciones y testigos». «Decepciona ver la naturaleza y tamaño de lo que está sucediendo, es peor de lo que pensábamos, puede afectar a los resultados en competición», explica la WADA, que advierte: «si Rusia no acomete profundos cambios de forma voluntaria, el resultado puede ser que no haya atletas rusos en los Juegos de Río».

La agencia acusa en su informe al ministro ruso de Deporte, Vitali Mutkó, por presunta complicidad en la destrucción de pruebas, cuya manipulación, según la WADA, habría ordenado en persona en ciertos casos. Mutkó respondió restando trascendencia al informe. «Se trata sólo de recomendaciones, la comisión no puede cesar ni suspender a nadie», recuerda el ministro, uno de los más valorados en el Gobierno de Putin, gracias al repunte de los resultados deportivos de Rusia en los últimos años.

Por si fuera poco, el informe de la agencia acusa también a los servicios rusos de inteligencia (FSB), por intromisión en la labor antidopaje en los Juegos de invierno de Sochi 2014. En concreto, se afirma que agentes del FSB habrían estado infiltrados en el laboratorio, «comprometiendo la imparcialidad, el juicio y la integridad del trabajo». Las acusaciones de dopaje contra el atletismo ruso no son nuevas.

El pasado mes de diciembre el canal alemán ARD emitió un documental en el que denunciaba dopaje sistemático en la Federación rusa de Atletismo. La RUSADA, Comité Ruso Antidopaje, anunció en enero la suspensión de cinco marchadores, tres de ellos campeones olímpicos, por niveles anormales en su pasaporte biológico. «Es un movimiento claramente político, no tiene nada que ver con el deporte», respondió ayer el vicepresidente del comité de Deportes de la Duma, Serguéi Poddubni. En su opinión se trata de «un intento de eliminar a Rusia», al tratarse de un rival potente, al tiempo que acusa a la WADA de doble rasero.