Vuelta a España
Óscar Rodríguez se presenta en La Camperona
El ciclista de Murias tuvo que elegir entre los estudios y la bicicleta. Ganó el ciclismo y la victoria confirma que tomó la decisión correcta
El ciclista de Murias tuvo que elegir entre los estudios y la bicicleta. Ganó el ciclismo y la victoria confirma que tomó la decisión correcta
A Óscar Rodríguez le costaba hablar al cruzar la línea de meta. También le costaba asimilar la victoria. «No me lo creo», decía. «Sólo sé que he cruzado primero la línea de meta, pero no sé qué trascendencia va a tener esto», acertaba a decir unos minutos después. Las piernas de Óscar acababan de dar a su equipo, el Murias, la victoria con la que soñaban desde que comenzó la Vuelta y se animaron a meterse en todas las escapadas. Pero había un plan. A Óscar lo reservaban para la subida a La Camperona. «No es que tuviera la etapa marcada con una x», confiesa. Pero sabía que podía hacerlo bien. «Para ganar a gente como Valverde y así hay que estar en la fuga. Ha salido todo demasiado perfecto», intentaba asumir.
Pero su último rival no era Valverde. Los últimos corredores a los que pasó fueron Majka y Teuns, que se habían marchado por delante del resto de 32 escapados que habían comenzado la aventura al principio de la etapa. Óscar no se quemó por ir en su búsqueda. Continuó a su ritmo, haciendo caso del potenciómetro, con una marcha constante que le permitía reducir la distancia con los dos de delante. Cuando llegó a su altura los miró a los ojos. «He visto que llevaban mala cara, he puesto un punto más y me he ido», explicaba con la misma facilidad con la que atacaba las últimas rampas de La Camperona. Por el pinganillo le decían que la etapa era suya, pero el dejó de escucharlo porque a 700 metros lo perdió. Levantó los brazos y esta vez sin consecuencias. No como en la primera carrera que ganó, en categoría infantil, cuando le quitaron la victoria porque estaba prohibido soltar el manillar para levantar los brazos. Lo primero que hizo al cruzar la meta fue abrazar a Unai, el jefe de prensa del equipo. Algunos de los auxiliares y hasta el manager del equipo, Jon Odriozola, lloraban emocionados. Óscar, mientras tanto, no podía ni respirar.
La Camperona era un puerto desconocido para él. Podía haberlo subido el año pasado en la Vuelta a Castilla y León. Iba entre los primeros de la general y llegaba con intenciones de disputar la etapa, pero se cayó en el descenso del puerto anterior, el Panderrueda. «La bajada estaba sucia y nos caímos tres o cuatro». Lo subieron a la ambulancia y trataron de llevarlo hasta la meta para que lo cosieran, pero el embrague no dio para más y la ambulancia tuvo que parar en una cuneta a mitad de la subida. «Ahí, inclinado, me cosieron el labio», recuerda. Por eso, la victoria se la atribuye al destino.
Ahora Óscar, por fin, ha despejado las dudas que sólo él tenía sobre su talento. En su segundo año como amateur en Lizarte llegó a preguntarse si valía para el ciclismo. Juanjo Oroz, su director, le pidió que se lo preguntara a sí mismo antes de comenzar su último año como amateur. La respuesta fue positiva y en La Camperona tuvo la confirmación. Tuvo también el premio a su elección. Se planteó si continuar sus estudios de ingeniería mecánica o continuar con la bicicleta. Y, como siempre, ganó la bicicleta. «En casa me dijeron que era ahora o nunca», dice. Estaba predestinado, nació en Burlada, al lado de Villava, el mismo año en el que Indurain ganaba su último Tour. Y antes de llegar al Lizarte pasó por el Club Ciclista Villavés. Ahora, no hay quien le pare, aunque tiene contrato con Murias para 2019.
Nairo Quintana, el mejor de los favoritos
Jesús Herrada sabe que su pelea no es la de llegar a Madrid con el jersey rojo de líder. Su objetivo es aguantarlo todo el tiempo posible y en La Camperona consiguió conservarlo. No quiso quemarse con el ritmo de los favoritos al triunfo final. Obedeció a sus piernas y siguió a su paso. El cuerpo se quejaba del esfuerzo del día anterior, cuando en la Estaca de Bares se vistió de rojo. Y no se cebó.
Por delante era Nairo Quintana el que mejor aspecto tenía de los favoritos. Sólo Simon Yates y Enric Mas consiguieron aguantarle el ritmo. Hasta que se acercó la línea de meta y no pudieron contener al colombiano, decidido a ganar su segunda Vuelta. Recortó seis segundos al británico y nueve al balear. Ahora, Nairo es tercero en la general, por delante de Alejandro Valverde, que llegó un poco más atrás, a 17 segundos de Quintana, junto a Pinot. Miguel Ángel López, que había sufrido una avería mecánica en el ascenso a La Camperona, entró veinte segundos por detrás de su compatriota.
Para la general, la pelea llegaba por detrás. El líder, Jesús Herrada, se quedó descolgado en la subida. Sólo Simon Yates y Enric Mas aguantaron la rueda de Nairo Quintana, que consiguió distanciarlos sólo cerca de la meta. Seis segundos al británico,
13ª etapa: (Premio Cofidis) Candás. Carreño- Valle de Sabero. La Camperona (174,8 kilómetros) (39, 642 km/h)
1. Óscar Rodríguez (Esp/Murias) 4h.17:05
2. Rafal Majka (Pol/Bora) a 19''
3. Dylan Teuns (Bel/BMC) a 30''
General (Maillot Carrefour)
1. Jesús Herrada (Esp/Cofidis) 54h. 50:19
2. Simon Yates (Gbr/Mitchelton) a 1:42
3. Nairo Quintana (Col/Movistar) a 1:50
4. Alejandro Valverde (Esp/Movistar) a 1:54
5. Miguel Ángel López (Col/Astana) a 2:23
6. Rigoberto Urán (Col/Education First) a 2:33
7. Ion Izagirre (Esp/Bahrein) a 2:35
8. Tony Gallopin (Fra/Ag2R) a 2:40
9. Steven Kruijswijk (Hol/Lotto Jumbo) a 2:44
10. Emmanuel Buchmann (Ale/Bora) a 2:47
Montaña (Maillot Loterías y Apuestas del Estado)
1. Luis Ángel Maté (Esp/Cofidis) 64 puntos
Puntos (Maillot Skoda)
1. Alejandro Valverde (Esp/Movistar) 85
Combinada (Maillot Fertiberia)
1. Alejandro Valverde (Esp/Movistar) 15
Equipos (Premio Dascher)
1. Bahrein Merida 164h.25:16
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