Selección Española
Jesús Navas, el “etíope” de La Roja
El sevillista ha regresado a la selección cinco años después de su último partido. A los 33 y convertido en lateral derecho
El sevillista ha regresado a la selección cinco años después de su último partido. A los 33 y convertido en lateral derecho.
Los cuatro años que Jesús Navas pasó en el Manchester City le sirvieron para endurecer su carácter, para adaptarse a todo. Tanto, que a su regreso a Sevilla el extremo rápido y habilidoso que se fue acabó convertido en lateral derecho. Y esa capacidad de adaptación le ha servido para regresar a la selección después de cinco años de ausencia. Fue campeón del mundo y de Europa con La Roja, pero se perdió el comienzo de la decadencia en el Mundial de Brasil y ni Vicente del Bosque ni Lopetegui volvieron a pensar en él.
Su reconversión tardía en un jugador de ida y vuelta no ha sorprendido tanto en Sevilla. «Él era un todocamino en Los Palacios», explica el director de la cantera sevillista, Pablo Blanco. Los técnicos del Sevilla fueron a verle a su pueblo cuando era un jugador que hacía de todo en el equipo. «Lo definimos más en el Sevilla», explica el ex capitán del club. «Los cuatro años que pasó en Manchester le han venido muy bien. Trabajar con Guardiola le hizo mejorar en defensa. Ganó en seguridad y en autoridad», explica Blanco. Navas siempre ha sido un jugador tímido, le costaba hablar al salir de su entorno familiar. «Es muy casero, muy callado, es de una familia totalmente discreta. Sigue siendo muy familiar, de estar con su mujer, con sus hijos», pero ha ganado en seguridad. «Es líder por su forma de jugar, por lo que tira del equipo. No es muy hablador», comenta Pablo Blanco.
«Ganó mucha resistencia mental estando separado de su pueblo», dice. Pero su evolución se nota también en el aspecto físico, a pesar de que sus condiciones engañan. Es mucho más fuerte de lo que anuncia su cuerpecillo de 1,70 y poco más de 60 kilos. «Tiene cuatro o cinco kilos más de fuerza que cuando se fue a Inglaterra», añade el director de la cantera sevillista.
«Físicamente es un etíope», explica. «Es un portento físico. Tiene ida y vuelta, que es lo más difícil, sigue teniendo desborde y no ha perdido velocidad», asegura. Es un jugador mucho más completo que cuando triunfaba con la selección. «Su capacidad pulmonar es extraordinaria. Es un jugador de resistencia más que de potencia», reconoce Pablo Blanco.
Su cuerpo de maratoniano le sirvió para adaptarse perfectamente al esquema de Machín, con tres centrales, en el Sevilla de esta temporada. El jugador que Vicente del Bosque utilizaba para cambiar el ritmo de los partidos cuando se atascaban es ahora un futbolista más constante. Aunque en eso ha ido progresando desde que subió al primer equipo del Sevilla. «Se encontró con Dani Alves y se complementaban muy bien», recuerda Pablo Blanco. «Alves era un todoterreno también y formaban una pareja de muchísimo nivel», afirma. Ahora ha evolucionado y vuelve con España. Luis Enrique no mira la edad y a Navas no se le nota.