Rally Raid
Isidre Esteve: "Estar en la misma carrera con Loeb, Al Attiyah o Carlos Sainz es muy guapo"
El piloto del Repsol Rally Team acaba de terminar noveno en el Rally Transibérico (Portugal) y asegura que no se pone fecha para dejar el Dakar porque hace lo que le gusta
Isidre Esteve (Lérida, 51 años) asegura estar en la segunda parte de su vida, la que comenzó después del accidente que en 2007 le dejó sin movilidad en las piernas, pero no le arrebató el espíritu competitivo. Antes en moto, y ahora en coche, sigue marchándose al Dakar cada enero, y ahora acaba de terminar en novena posición el Rally de Portugal.
¿Lo de sentir la llamada del desierto es para toda la vida?
Uno tiene que hacer lo que le gusta y yo hago lo que me gusta. Lo hacía cuando iba en moto y lo hago ahora en coche. Es verdad que en motos tuve la suerte de formar parte de un grupo de pilotos que siempre tenía la opción de ganar algo. Un Dakar, una prueba del campeonato del mundo... Y después del accidente de 2007, poder volver a tener un equipo con este potencial, con Repsol, con Toyota y el resto de mis patrocinadores, que me den la oportunidad de tener un coche competitivo e ir a las carreras a competir es algo que valoro muchísimo. Las personas con discapacidad lo que más perseguimos es la normalidad. Y estar en el campeonato del mundo de Rally Raid, competir en una carrera con Sainz, con Loeb, con Al Attiyah y estar en la misma línea de salida que ellos es muy guapo.
¿Qué tiene este deporte que nadie se quiere jubilar?
Lo que tiene esta disciplina es que gente con más de 60 años son capaces de ganar. Mi admiración a Carlos Sainz, que después de toda su vida en el motorsport está aquí con toda la fuerza y ganando. Es una mezcla de experiencia, ambición y pasión por lo que haces. Las carreras son largas, pasan muchas cosas, nos divertimos. Hay que buscar el equilibrio, no es un esprint, es de larga duración... Aunque cada vez vamos más rápido.
¿Ya ha pensado hasta cuándo ir al Dakar?
En esta segunda parte de mi vida, me planteo cada temporada como un nuevo reto, como una nueva experiencia. No hago planes a futuro. Estoy aquí, estoy motivado y vamos a correr. Lo que va a pasar el año que viene, no lo sé.
¿Se piensa en el Dakar todo el año?
Llevo mucho tiempo corriendo, naturalmente la carrera más importante del mundo es el Dakar y ahora, con el nuevo campeonato, es la primera carrera de la temporada, cuando antes era la última. Me centro en cada cita, porque es un objetivo distinto. Esta de Portugal no tiene nada que ver con Marruecos o Argentina. Está bien para conducir y probarse en barro. Cada carrera es una preparación del coche distinta, pero es un aprendizaje más que tiene que llevarte a estar listo para el Dakar.
¿Hay que ser mejor piloto ahora por las altas velocidades?
Te vas adaptando. El equipo te ayuda mucho a conducir el coche. Todos los vehículos van hasta arriba de datos. Saben cada vez que cambio de marcha, qué fuerza hago con la mano en la palanca de cambio. Saben todo. Si le digo que el coche no frena, lo miran y me dicen, has sido tú que te has cargado el freno.
¿Qué es lo que más ha cambiado desde sus aventuras en África?
Lo que más ha mejorado es la seguridad. El organizador sabe en todo momento dónde estamos, qué estamos haciendo y qué nos está pasando. Llevamos un teléfono (iritrack) que nos pueden llamar cuando quieran. Otro sistema hace que si te caes (más para las motos) y quedas inconsciente salta una alarma. Ante cualquier desaceleración que no esté justificada, te llaman y si no respondes va el helicóptero. Antes te dabas un porrazo en moto y nadie lo sabía.
En el próximo Dakar, Sainz y Al Attiyah van a estrenar coche...
No es normal que un equipo con un coche nuevo esté listo para ganar el primer año. El año que viene va a ser muy emocionante. Porque los pilotos jóvenes van a ir con el Toyota, que ya está probado, y van a tener su oportunidad, mientras que los grandes pilotos estrenan coche. Va a ser muy bonito. Y luego está la nueva era con los combustibles renovables y sintéticos.
Todos los pilotos están encantados con el renovable de Repsol.
Siempre lo hemos testado con los ingenieros de Toyota, porque las sensaciones están bien, pero necesitábamos datos. Y desde el primer momento sorprendió a todos, porque el rendimiento no es el que se esperaba de un combustible renovable, que se esperaba que fuese menor. Todo lo que es cero emisiones, renovable, se cree que tiene que ser más light, que no puede ser fuerte, y las prestaciones fueron increíbles. Hemos hecho al completo el Dakar en 2023 y 2024 con combustible cien por cien renovable. Trabajar codo con codo en el tech lab de Repsol es importante, porque hemos ido ajustando el mapping. Y el secreto del combustible renovable está en que tiene que ser óptimo para la alta competición y luego el trabajo de los ingenieros para ajustar el motor.
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