La UEFA rechaza el nuevo sistema de arbitraje que la FIFA está probando en el Mundial de Clubes. A los futbolistas no les gusta porque añade incertidumbre y más polémica

Gol de Cristiano... Espera. No. Fuera de juego... Tampoco. Posición correcta... Gol. Todo esto sucedió después de que Ronaldo marcase el que parecía el segundo tanto del Real Madrid, que luego pasó a ser anulado durante unos segundos y poco después volvió a subir al marcador. El videoarbitraje que está probando la FIFA en el Mundial de Clubes, o los técnicos que están al mando del experimento, se hicieron un lío junto al árbitro y al asistente. Una novedad que hasta el momento no está funcionando como se podía esperar. Todo son quejas y situaciones, como mínimo, confusas. «La verdad es que no me gusta mucho este sistema. Creo que genera confusión y que nos descentra del juego. El otro día tuvimos una charla al respecto y tengo que reconocer que no escuché mucho. Espero que esta regla no continúe, porque para mí no es fútbol», confirmaba Modric, elegido mejor jugador de la semifinal frente al América.

El croata es un futbolista de los de toda la vida, no quiere que la tecnología se entrometa en su juego y menos de una forma tan poco natural como hasta ahora en Japón. Cristiano arrancó en posición correcta ya en tiempo de prolongación. James vio el desmarque y le puso un fantástico balón en profundidad. El portugués remató cruzado para superar al guardameta Muñoz y celebrándolo estaba a su manera habitual cuando el colegiado recibió alguna instrucción por el auricular. Se supone que los encargados de las pantallas habían activado el VAR, que no es otra cosa que el videoarbitraje. Siguiendo sus instrucciones, Enrique Cáceres levantó el brazo indicando una teórica posición adelantada de Cristiano. Pero ni tiempo tuvieron los jugadores del Real Madrid de quejarse, porque una orden contraria, también desde esa sala oscura en la que se supone que se controla cada acción, le dijo que el gol era legal y que el delantero había partido desde una posición correcta. El propio colegiado llevó el balón al centro del campo para que los mexicanos lo pusieran en movimiento.

«Nos tenemos que adaptar a lo que la FIFA quiera hacer. Yo tengo mis sensaciones: creo que en esta jugada concreta ha sido todo un poco confuso. A lo mejor las cosas tienen que ser más claras. Pero no podemos controlar la tecnología con la que quieren mejorar las cosas», admitía Zidane, otro que tampoco se mostró emocionado con el avance tecnológico.

Algunas ligas ya lo utilizan, pero la FIFA no le está dando la mejor publicidad en este Mundialito. Desde el organismo se asegura que en la jugada de ayer, fue el linier el que tuvo dudas y que fue entonces cuando el sistema se puso en marcha. Dicen que el gol no fue anulado en ningún momento, cosa que no es cierta porque el árbitro hizo el gesto de saque indirecto, que es el castigo tras un fuera de juego del equipo rival. Y sostienen que fue la tecnología la que sacó a los árbitros de sus dudas. Aunque fuera así, la revisión arbitral no acaba con la polémica y genera incertidumbre. Al experimento le queda mucho por mejorar para adaptarse a los ritmos habituales de un partido de fútbol.

«Ha sido un poco raro el que haya que esperar a que alguien decida qué ha sido. Creo que se pierde un poco la esencia del fútbol», añadía Lucas Vázquez, uno de los mejores del encuentro de ayer en Yokohama. El técnico del Nacional de Medellín, Reinaldo Rueda, se sentía «víctima» de la tecnología el miércoles por el ya famoso penalti pitado dos minutos después de haberse producido y que estaba precedido de un fuera de juego.

Para algunos colegiados debió ser señalada primero la posición incorrecta, mientras que para otros, el penalti está bien pitado. Lejos de acabar con los debates, la tecnología pasó a formar parte de ella en esa jugada, una razón por la que la UEFA no tiene en sus planes utilizar la revisión instantánea que ya funciona hace tiempo en la NBA. «Para mí y para la UEFA es sólo un experimento. No está muy claro y no sabemos cuándo lo usaremos. Vamos a ver qué pasa más adelante, pero no está en nuestros planes usarlo por el momento», confirmaba Aleksander Ceferin, el presidente del fútbol europeo.

La FIFA lo va a mantener en los partidos por el tercer y cuarto puesto y la final del domingo, aunque se va a asegurar de que su uso sea más fluido para no añadir más dudas a las habituales en una jugada complicada.