El Lazio empata al Atlético con un gol de su portero en el último minuto

El Atlético no acaba de encontrar su camino en la Liga de Campeones. Y cuando parece que lo encuentra aparece un extraño vestido de amarillo para marcar el gol del empate en la última jugada del partido.

Provedel, el guardameta del Lazio, igualó el encuentro cuando ya no quedaba tiempo para nada. Remató de cabeza un centro de Luis Alberto como si fuera eso lo que hace todos los días. Como si no se ganara la vida evitando los goles en vez de marcándolos.

Hasta entonces, el Atlético vivía de un gol de Pablo Barrios. El canterano carga, con sólo 20 años, con la responsabilidad de sustituir a Koke, el capitán del Atlético, el jugador que mejor representa la esencia del club rojiblanco. Y lo hace sin un reproche y con acierto, a pesar de que esa posición por delante de la defensa no es la más habitual para él.

Pero el camino de Barrios, probablemente, sea seguir el de Koke, ocupar su lugar en el campo y en el vestuario, aunque todavía es pronto para todo eso. Los dos han superado, cada uno en su momento, los prejuicios de Simeone, al que tanto le cuesta echar mano de la cantera. Los dos, además, tienen orígenes parecidos. Koke, de la Ciudad de los Taxistas en Vallecas; Pablo, de Moratalaz. Barrios vecinos y personalidades parecidas.

Al joven canterano no le pesa el equipo en la espalda y tiene la determinación suficiente para llegar al área y marcar el gol del Atlético. Y sólo necesitó medio partido para hacerlo y para mostrar su importancia en el equipo, también para sostenerlo en defensa cuando era necesario.

Barrios no regresó al campo después del descanso por unas molestias, pero había sido el más destacado del Atlético, manejando el juego en ataque y tapando huecos en defensa. Una desgracia más para el Atlético que añadir a las múltiples lesiones con las que carga el equipo.

Su gol llegó cuando el partido prometía otra cosa, cuando se asomaba más el Lazio al área de Oblak que el Atlético a la de Provedel. Y después de marcar mostró su compromiso con el vestuario en la celebración mostrando una camiseta de Lemar, su compañero lesionado de gravedad en el hundimiento del pasado sábado en Mestalla.

Parecía un partido para Luis Alberto, el mediapunta español por el que pasa todo el juego del equipo italiano. Al menos así era en los primeros minutos. Luis Alberto estaba en todas, pero el Lazio no llegaba a la portería con demasiado peligro. Y cuando lo hacía, como en un disparo de Kamada, estaba Oblak para tapar. La suerte tampoco estaba del lado del Lazio, que perdió por lesión a su lateral izquierdo, Pellegrini, en la primera parte.

La muestra de que el Atlético no estaba cómodo en esos primeros minutos es que Simeone y Griezmann vieron la tarjeta amarilla. El Atlético encontró la tranquilidad en el gol y después en las jugadas de Griezmann y en la entrada de Riquelme por el costado izquierdo, en la posición que ocupaba Carrasco antes de marcharse a Arabia y que ahora discute con Samuel Lino.

El brasileño tuvo una de las mejores oportunidades del Atlético para liquidar el partido, en un remate de volea después de un mal control que detuvo el guardameta del Lazio. Antes Morata había mandado al poste un balón que también podía haber sido definitivo.

Griezmann tuvo que hacerse presente en su campo para apoyar en la defensa del resultado. Un trabajo al que está acostumbrado, pero extraño en cualquier jugador de su categoría. Aunque eso no libró al Atlético del disgusto final.

Alineación del Lazio: Provedel; Marusic, Patric, Romagnoli, Pellegrini; Vecino, Kamada, Luis Alberto; Felipe Anderson; Immobile, Zacagni

Alineación del Atlético: Oblak; Molina, Savic, Witsel, Hermoso, Lino; Barrios, Marcos Llorente, Saúl; Morata y Griezmann.