El pastizal que se ahorra el Barça con las salidas de Griezmann y Piqué... ¿Y Busquets?

La situación económica del Barça sigue siendo complicada aunque desde el club tratan de vender optimismo y aseguran que podrán fichar en verano. Algo que probablemente pasará por la salida de Sergio Busquets y la venta de Ansu Fati, al que desde su entorno ya aconsejan salir del club. Joan Laporta ha hablado. El presidente del Barça ha respondido a todo tipo de preguntas entre las que no podía faltar el aspecto económico del club y de nuevo, la referencia a los salarios de llamadas "vacas sagradas".

El director de Fútbol, Mateu Alemany ha comentado que la situación del club ha mejorado tras haber liberado bastante dinero entre Piqué y Griezmann. El catalán se retiró a finales del año pasado, y el galo ya es a todos los efectos futbolista en propiedad del Atlético de Madrid.

¡90 millones!

“No acaban de salir las cuentas, tiene su punto de complejidad", ha empezado diciendo Mateu Alemany entre risas. "Pero nosotros en base a unos parámetros como la valoración de nuestra plantilla, que tiene más valor que la de antes, utilizar activos que no generan ingresos recurrentes y nos permita hacer operaciones que nos permitan generar ahorra y ampliar margen de Fair Play, tenemos muchas cartas para jugar sobre este tema", ha añadido el director de fútbol. Una de las claves han sido las salidas. "El año que viene tenían contrato Griezmann y Gerard Piqué, esto son 90 millones de euros menos de coste de plantilla", ha reconocido Alemany.

Sin embargo, el club deberá seguir haciendo esfuerzos para reducir la masa salarial. Desde Barcelona apuntan a que las próximas salidas podrían ser las de Sergio Busquets. Jordi Alba e incluso la de Ansu Fati, muy descontento con su rol actual en el equipo.

Tal vez por eso, Laporta no quiso mojarse sobre la continuidad de su capitán. El presidente blaugrana dejaba en el aire la continuidad de Sergio Busquets, aparcando la decisión definitiva para los próximos meses. "A final de temporada veremos las intenciones y lo valoraremos", ha resumido sobre su situación contractual, aunque todo apunta a que está más fuera que dentro.

La rueda de prensa de ayer no fue la primera ocasión en la que el Barça lanza un dardo a los altos salarios de sus vacas sagradas, aunque esta vez solo hablara de los que ya no están. El pasado mes de octubre, Eduard Romeu, admitía admite que los sueldos de las “vacas sagradas” eran un lastre para el club y advertía que no habrá “equilibrio hasta 2025″, fecha en la que ya habrían finalizado los contratos de contratos Gerard Piqué (ya retirado), Jordi Busquets y Jordi Alba. Días después, Joan Laporta les daba la puntilla. El presidente lamentaba que algunos jugadores, sobre todo los capitanes, se habían negado a modificar sus condiciones económicas. “Lo hemos intentado. Hemos hablado con algunos jugadores para negociar una rebaja y no se ha dado. Lo aceptamos con deportividad. Y hemos hecho salidas. Hemos tenido que avalar con 10 millones para poder inscribir a Koundé”, sentenciaba hace un par de meses.

Las cifras que colocan en el diparadero a Busquets y Alba

Y es que el club considera que las salidas de Alba y Busquets y alguna venta acabarían con sus problemas financieros. Y es que la cifras hablan por sí solas. El salario de Alba y Busquets asciende a los 20 millones de euros brutos por temporada, según adelantan medios catalanes. Además, el club les sigue adeudando cerca de un 70% de las cantidades que aceptaron diferir en su momento,

El actual capitán del primer equipo percibe, por contrato, unos emolumentos de 23 millones de euros brutos. El 70% que se ha diferido implica que el Barça le deberá 16,1 millones para la próxima temporada. Mientras que de la temporada anterior aún se le deben los 9,9 millones diferidos (42,9%) en noviembre de 2020. En el caso de Jordi Alba, con un salario de 20 millones brutos, se le deben 8,6 millones de la temporada 20-21 y 14 millones del curso 21-22. Por lo tanto, el Barça deberá el año que viene 26 millones a Busquets y 22,6 millones al lateral de L’Hospitalet.

En este escenario, la puerta para la salida de los veteranos está cada día más abierta.