Goleador
La liberación de Messi desde el punto de penalti
Leo ha marcado cuatro de los cinco que ha tirado en Qatar. Hace no tanto al «10» se le atragantaban
Messi se concentró y recurrió a su lanzamiento de seguridad en los penaltis: fuerte y a su lado derecho. Le salió un poco centrado, pero muy arriba, imparable hasta para Livakovic, y así el «10» celebraba un nuevo gol en el Mundial, para igualar en el «Pichichi» a Mbappé con cinco (aunque con un partido más) y empezar a firmar la clasificación para la final de Argentina ante Croacia. Se está viendo en el emirato a un Leo de momentos, de acciones puntuales y casi seleccionadas para hacer daño de verdad, como la del tercer gol contra Gvardiol, y una de las cosas que más ha tenido que hacer ha sido lo que hace no tanto se le atragantaba.
Hubo un momento en la carrera de Messi en el que se llegó a decir, de forma exagerada, que tiraba mejor las faltas que los penaltis. En la temporada 2014-2015 falló tres de nueve, y el curso siguiente fueron cuatro de ocho. También desde el punto de penalti ha tenido uno de sus momentos más complicados: en la tanda de la final de la Copa América de 2016 contra Chile, momento en el que dijo aquello de: «Se terminó para mí la selección. Lo intenté todo, pero no se dio».
Esa retirada de la Albiceleste apenas duró unos meses, aunque en su regreso seguramente no se esperaba volver a tener la opción de ganar el trofeo que le falta y el que más ansía. En el camino hasta la final se ha tenido que enfrentar al fantasma de los once metros muchas veces: el primer día, contra Arabia Saudí, desafió al portero y aguantó más él, para tirar a su lado izquierdo flojito. Después llegó la remontada árabe y el lío. La siguiente vez fue contra Polonia, y ha sido el único que ha fallado: también recurrió al tiro más habitual, el fuerte cruzado, pero Szczesny le hizo un paradón. Estos dos penaltis fueron más que discutibles y se señalaron tras la revisión en el VAR.
Más claro fue el de Países Bajos en cuartos, que marcó el futbolista del PSG también despacito y parecía definitivo porque era el 0-2, pero se llegó a la caliente tanda en la que Leo tampoco perdonó el suyo. Si tenía un trauma con este tipo de lanzamientos, lo de Qatar está siendo una terapia de choque: ha marcado cuatro de cinco. En su carrera: 108 de 139.