El Real Madrid juega este fin de semana el partido que puede decidir LaLiga contra el Girona. Si gana, dejará al equipo de Míchel a cinco puntos y con un calendario, como el Barcelona, mucho más complicado que para el líder. Si pierde, perderá el primer puesto y si empata, LaLiga seguirá viva. El conjunto de Ancelotti sólo ha perdido un encuentro este curso, contra el Atlético de Madrid en la primera vuelta y parece el equipo más preparado y con más posibilidades para llevarse el campeonato.

Pero tiene un problema: los centrales.

Lo vivió contra el Atlético de Madrid, un partido en el que fue superior, pero que vivió siempre con el temor a los balones aéreos. Simeone, que no deja escapar uno, lo aprovechó bien: todo el el peligro rojiblanco llegó en jugadas por alto y si empató el encuentro fue porque el Real Madrid no aguantó más en los últimos minutos del patido. El gol que igualó el partido llegó tras dos toques de cabeza en el área blanca.

Varios días después, con el Girona a la vuelta de la esquina, ese problema no se ha solucionado.

• Rüdiger sigue sin recuperarse del todo de su golpe y dolor. El central alemán estaba dispuesto a jugar ya contra el Atlético, pero en las pruebas que se le hicieron se comprobó que no era posible, que su voluntad no vencía a sus problemas físicas. Esta semana sigue trabajando para recuperarse y va evolucionando, pero no es seguro que pueda estar en el encuentro del sábado. Se apuran las horas porque es, ahora mismo, el futbolista más necesario de la plantilla.
• El otro central disponible era Nacho, pero tiene una sobrecarga y ahora mismo tampoco está claro que pueda jugar el encuentro que puede decidir las primeras posiciones de la tabla. Nacho, que empezó la temporada como cuarto central del equipo tras renovar por un año, se ha convertido en el central titular e indiscutible por las bajas que asolan la retaguardia blanca. Pero el central no se encuentra en su mejor forma, con pequeños errores que otras veces no cometían. Sin embargo, su papel sigue siendo fundamental. Su evolución, dicen desde el club, marcará si puede jugar.
• No quedan ya muchas alternativas en la plantilla sana de Ancelotti. A Militao se le quiere esperar a finales de marzo, aunque suene demasiado optimista. El central brasileño está trabajando bien y evolucionando mejor, pero después de recuperarse tiene que recuperar lo que se llama la forma competitiva y para esas fechas, si todo va bien, el
• estará disputando los encuentros más importantes de la temporada. No es probable que por esas fechas haya un encuentro tranquilo para un futbolista que necesita tiempo. Al que no se espera para tan pronto es a Alaba.
• La solución, pues, pasa por Tchouameni, que no jugó contra el Atlético por sanción por tarjetas amarillas. El francés está listo y ya sabe que ante la ausencia de uno de los centrales disponibles, él es la solución.
• ¿Y si faltan los dos? Entonces Ancelotti tiene que volver a tomar una decisión que, visto lo que sucedió contra el Atlético, es más trascendental de lo que parece, porque todo el equipo se siente más débil sin altura atrás. En el derbi, el central fue Carvajal. Y lo hizo bien, pero no pudo disimular sus 1,73 centímetros de alto. Otra posible solución es Mendy, una opción de la que también ha hablado Ancelotti. Mendy llega al 1,80 es mucho más corpulento que Carvajal o que Camavinga.

El Real Madrid necesita fortalecerse atrás porque el Girona está celebrando el regreso de Dovbyk, el delantero, que con 14 goles, suma los mismos que Mayoral y que Bellingam en la tabla de goleadores del campeonato. Con una peculiaridad, el ucraniano es el futbolista de LaLiga que más tantos ha hecho de cabeza este curso. 5