El técnico regresa al Málaga después de doce años y tras haberle dirigido una temporada, en la que acabó en el décimo puesto de la clasificación.

A rey muerto, rey puesto. Juande Ramos ya es el nuevo entrenador del Málaga en sustitución de Javi Gracia, que ha fichado por el Rubin Kazan ruso. El técnico manchego, que ha firmado un contrato de tres años, afronta su segunda etapa en Málaga (ya estuvo en la temporada 2003-04, dejando al equipo décimo) con muchas ganas y con grandes pretensiones. “Todo lo que no sea estar en Europa se nos va a quedar corto”, ha manifestado, mostrando de esta forma sus intenciones.

En un acto en el que estuvo acompañado por el propietario del club, el jeque Al-Thani, y por el director deportivo, Frances Arnau, Ramos ha manifestado que vuelve a Málaga porque le han presentado un proyecto interesante y que aunque ambas partes han cedido en determinadas cuestiones, “mi fuerza de voluntad es lo que ha terminado de desequilibrar la balanza”.

El nuevo técnico malaguista ha manifestado que próximamente espera hablar con su antecesor, Javi Gracia -que hoy también ha sido presentado en Kazan- para conocer en profundidad a la plantilla y para planificar la pretemporada, las posibles salidas y entradas y el estilo de juego. En cuanto a la posible marcha de Camacho, con una cláusula de 18 millones de euros, Ramos ha resaltado que “estoy encantado de tenerlo porque es un magnífico profesional, pero si llega otro club y lo compra no podremos hacer nada y se marchará con todo el dolor de nuestro corazón aunque el Málaga tiene una estructura sólida y está preparado para todo”. El manchego, que llevaba dos años alejado de los banquillos tras sus últimas experiencias en Inglaterra y Rusia, ha reconocido que “entrenar en otros países enriquece y te ayuda a conocer otro tipo de fútbol”, si bien ha recordado que “como en España no se trabaja en ningún sitio”, asegurando además que “el entrenador español está muy valorado y cotizado en el exterior porque se realiza un buen trabajo y hay mucha dedicación detrás, como demuestran los títulos europeos de clubes y de la Selección los últimos años”.

Ramos también ha señalado que en los próximamente cerrará su equipo de trabajo y que su relación con Arnau (ya le tuvo como jugador) ha sido determinante para su retorno. Finalmente ha saltado al césped de La Rosaleda donde le esperaba un grupo de aficionados que le ha aplaudido. El técnico ha indicado que “éstos siempre han apoyado al equipo y le han llevado en volandas, por lo que debemos hacer lo posible para que estén contentos de su equipo y salgan a la calle disfrutando de ser malaguistas”.