Eurocopa 2024
Con Ceballos es más fácil
El centrocampista del Real Madrid ha alcanzado la madurez y la confianza que antes le faltaban. Contra Noruega cambió el partido de España con la ayuda de Oyarzabal y Yeremy por las bandas
Han pasado cuatro años y medio y sólo once partidos desde el debut de Dani Ceballos con la selección, pero nunca ha sentido más importante que en la poco más de media hora que jugó contra Noruega. El centrocampista del Real Madrid entró para cambiar el encuentro y lo consiguió con la ayuda de Oyarzabal y de Yeremy Pino por los costados.
«Se trata de sacar rendimiento a una plantilla, sacar rendimiento a una relación de jugadores», explica el seleccionador, Luis de la Fuente. «Cada uno tiene unas características, creíamos en ese momento que necesitábamos control de partido y sabíamos que Dani y otros jugadores saben hacerlo», añade.
«Esa es la virtud de tener un equipo muy versátil, con muchos registros diferentes, somos capaces de hacer situaciones de contraataque, que somos capaces de centrar y rematar, que somos capaces de tirar desde fuera del área. Lo más importante es la riqueza que te da tener jugadores de diferentes registros y características», dice el técnico español.
Y en la Roja no hay ningún jugador que sea capaz de manejar los partidos como lo hace Ceballos, que ha llegado a su mejor momento de madurez y de confianza. Admitía el año pasado Carlo Ancelotti que el exbético es uno de los jugadores con los que había sido más injusto. Su calidad y su implicación merecían más minutos, pero Dani no pasaba de ser una eterna esperanza.
Ahora, con 26 años y después de casi dos y medio sin jugar con la Roja se ha reencontrado con el seleccionador que más le ha valorado. Y llega, además, respaldado por la confianza que le da Ancelotti en el Madrid.
«Cada vez que sale pone el Bernabéu patas arriba», dijo el seleccionador al anunciar su lista de convocados. Juntos han ganado dos Eurocopas (sub 19 y sub 21) y y una medalla de plata olímpica en Tokio 2020. Esa experiencia en Japón es la que más duele al jugador y al seleccionador. Ceballos se lesionó en el primer partido y no volvió a jugar. «Con su participación hubiéramos podido ganar el oro», aseguraba De la Fuente. «Tenemos que celebrar que está de vuelta», añadía.
Y volvió con el 10 a la espalda, el mismo número que llevaba en las selecciones inferiores, cuando el equipo giraba a su alrededor. Y a su alrededor volvió a girar la Roja cuando estuvo sobre el césped de La Rosaleda ante Noruega. España encontró el pase largo y la dirección de juego que no tenía hasta entonces. Y todo fue más sencillo.
De la Fuente demostró que tiene capacidad para cambiar los partidos y que cuenta con la ayuda de los jugadores. No sólo de Ceballos. España descubrió también que se puede jugar con los extremos para llegar hasta la línea de fondo. Del Bosque utilizaba a Jesús Navas para abrir y acelerar los los partidos que se le atascaban. Y a Fernando Llorente para acelerarlos. De la Fuente utilizó a Oyarzabal y a Yeremy Pino por las bandas y a Joselu en el área para conseguir el mismo efecto.
«Lo que pretendo es sacar el máximo rendimiento a mis jugadores y que cuando se producen las sustituciones los jugadores aporten, son de diferentes perfiles, de diferentes características y la intención es que aporten lo mejor de ellos. Lo importante es la actitud del futbolista y que sea capaz de revolucionar. No se si es plan B, C o lo que fuera, en cualquier caso creo que las sustituciones están para eso, para que cuando se producen aporten algo que le falta al equipo», reflexiona Luis de la Fuente.
Y eso es lo que le dieron Oyarzabal y Yeremy Pino en los costados, uno que se perdió el Mundial por lesión y otro, Yeremy, que no jugó ni un minuto. «Han sido definitivos», explicaba el seleccionador tras el partido. «En el primer tiempo buscábamos las llegadas con Olmo y Balde especialmente, pero luego ellos han defendido muy bien esas situaciones y no hemos estado fluidos en la circulación del balón para permitirnos llegar con velocidad y con cierta ventaja a situaciones de ataque en esas zona. Sin embargo en el segundo tiempo con dos extremos más estáticos hemos sabido aprovechar muy bien esa amplitud, esa profundidad y los uno contra uno casi todos los han ganado», afirma. Después, en el área estaba Joselu para rematar el trabajo.
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