Cuestión de franceses

El fútbol de seda de Nasri y un gol de Ben Yedder le dan al Sevilla la victoria frente a un Olympique de Lyon que rindió de más a menos

Ya es segundo de su grupo el Sevilla, que hizo bueno su punto en el campo de la Juventus con una victoria por la mínima contra el Olympique de Lyon que tuvo aroma de confrontación entre franceses: el equipo visitante cayó con un gol de un compatriota, Ben Yedder, y fue sometido por la calidad de otro, Samir Nasri, un futbolista de gran clase que anoche dictó su primera lección magistral, todo un clínic de pase y visión de juego.

El fútbol de ataque, de inicio, tuvo acento francés. Pero no el del guadianesco Nasri, ese marsellés al que los sevillistas han convertido en ídolo, sino el del equipo visitante, apoyado en otro mediapunta de origen magrebí. Nabil Fekir es un futbolista venenoso con tendencia a superlativo y, a los diez minutos, hizo temblar el travesaño de la portería de Sergio Rico con un zurdazo que sacó de la nada, cuando estaba rodeado por tres defensores. Todavía tuvo otras dos opciones en la primera mitad, un centro-chut que no remachó Tolisso por un soplido y un tiro con rosca, tras maniobra de elusión felina, que rozó el palo.

El joven portero sevillista, tan denostado por un Sampaoli que ahora debe venerarlo como a un santo milagrero, aún sacó a la media hora un tiro a quemarropa de Cornet y, nada más ahogarse la ovación de la grada por su acción, rompió el respetable en una silbatina porque del pregonado juego ofensivo de los locales sólo hubo noticia mediante un pelotazo de Pareja que bajó Vitolo con la cabeza hacia Vietto, demasiado lento ante la salida de Lopes. Plano y sin ritmo, el toque de los sevillistas es un bizcocho para cualquier defensa que se precie.

La posesión es el primer mandamiento del ideario de Sampaoli, pero resulta impepinable que tener el balón no debe ser un fin, sino un medio para llegar a algo. Por eso, el dinamismo de las dos primeras acciones del segundo tiempo hizo que la grada entrase en combustión antes incluso de que Ben Yedder –que con el Toulouse le hizo al OL siete goles en nueve partidos– hiciese el 1-0 al remachar una dejada de cabeza de Vietto. La réplica inmediata, de nuevo Tolisso y de nuevo una mano providencial de Rico, matizó el romanticismo del cuerpo técnico: Vázquez fuera e Iborra dentro. La prosaica sensatez de todo hijo de vecino.

El plan pasó a ser el siguiente: esperar atrás y salir a la contra. Poco sofisticado, pero eficaz porque Vietto y Ben Yedder volaban con espacios y se encontraban con facilidad, aunque el argentino se estrelló con el portero en su ocasión más clara. Peor lo hizo el «9» en la siguiente acción, un penalti provocado por la viveza de Nasri que mandó a las nubes. También tuvo Iborra un remate franco que conectó deficientemente y Morel sacó un balón en la línea... Demasiadas oportunidades para matar el partido desperdiciadas como para pretender terminar la noche sin fatiguitas.

El arreón postrero del Olympique, con el veterano Valbuena ya en el césped, quedó anunciado con un tiro de Rybus que rozó la cruceta. El menudo «amigo» de Benzema recuperó el balón para su equipo, lo que le permitió acumular gente en las cercanías del área sevillista. Más por saturación que por fútbol, llegó la posibilidad, en pies del español Darder, para que los franceses arañasen una igualada que habría sido injusta porque a partir del descanso el Sevilla jugó casi a placer.

Así ha sido el partido en directo

1 - Sevilla: Sergio Rico; Mariano, Mercado (Kolodziejczak, m.87), Nico Pareja, Escudero; N'Zonzi; Franco Vázquez (Iborra, m.59), Nasri, Vitolo; Ben Yedder (Sarabia, m.82) y Vietto.

0 - Olympique Lyon: Lopes; Yanga-Mbiwa (Valbuena, m.70) Nkolou, Morel; Gaspar (Ghezzal, m.79), Tolisso, Gonalons, Sergi Darder, Rybus; Fekir (Kalulu, m.70) y Cornet.

Gol: 1-0, M.52: Ben Yedder.

Árbitro: Bas Nijhuis (Holanda). Amonestó a los locales Nico Pareja (m.56) y Mercado (m.84) y a los visitantes Gaspar (m.71), Nkoulou (m.73) y Cornet (m.86).

Incidencias: Partido de la segunda jornada en el grupo H de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 37.000 espectadores, entre ellos cerca de cuatrocientos seguidores del Lyon. Terreno de juego en buenas condiciones. EFE