Automovilismo

Franco Colapinto, Argentina ya tiene su Messi de la F-1 con la ayuda de Bizarrap

El piloto de 21 años se ha convertido en la sensación de la categoría reina del automovilismo

Colapinto compite con Williams lo que queda de Mundial este año
Colapinto compite con Williams lo que queda de Mundial este añoEuropa Press

En las últimas semanas Argentina está revolucionada por la irrupción de su compatriota Franco Colapinto en la Fórmula Uno como piloto de Williams. Puede que muchos tengan la percepción de que el futbol es el único deporte que se profesa en el país, pero la F-1 tiene mucho peso allá y más ahora que un joven de apenas 21 años está haciendo que toda la afición se levante a horas intempestivas para ver los progresos de uno de los suyos.

Argentina tiene una historia extensa relacionada con este deporte. Hasta la llegada de Schumacher, Juan Manuel Fangio, con cinco títulos, era el piloto más laureado del planeta y otros como José Froilán González o Carlos Reuteman, ambos pilotos de Ferrari, son considerados pura leyenda. Ahora, después de 20 años, un argentino ha regresado a la parrilla de salida y lo ha hecho con un enorme éxito, no solo deportivo, sino también fuera de las pistas. Colapinto, como casi todos los pilotos de la F-1, brilló en el mundo del karting y pronto se trasladó a España a vivir para competir en la F4, la competición de monoplazas que representa el primer escalón hacia la categoría reina. Debutó en Navarra y lo hizo en el equipo Drivex, propiedad de Miguel Ángel de Castro y participado por Pedro de la Rosa. Al año siguiente, la estructura se asoció con Fernando Alonso para reclutar a jóvenes promesas y Colapinto se proclamó campeón de España de F4.

Su familia, de origen italiano y ucraniano por parte de madre, no nada en la abundancia, y debió vender una vivienda para costear los gastos generados por la competición de Franco. Desde entonces, el argentino disputó carreras de resistencia, participó en las 24 horas de Le Mans en LMP2 y regresó a los monoplazas para tomar parte en la F3 y posteriormente en la F2. A Alonso se le escapó para su agencia de representación, llamada A14 Management, y esta función la tomaron Jamie Campbell-Walter (ex piloto de resistencia) y la española María Catarineu, que trabajaba en el equipo de F4 en el que debutó Colapinto. Por su conducción, por su talento y por su carácter, en apenas tres Grandes Premios que ha corrido se ha convertido en una estrella, no solo en su país, sino en medio mundo. Su representante británico consiguió que entrara a formar parte la cantera de Williams y hace un mes lo llamaron para sustituir a Logan Sargent, un piloto americano con grandes posibilidades financieras que, a pesar de destacar en la F2, finalmente tuvo que ser remplazado.

En la trayectoria de Colapinto sus padres han sido clave, pero cuando el presupuesto de la F2 se puso cuesta arriba, por encima del millón de euros, estrellas argentinas como el productor musical Bizarrap le ayudaron a completar lo que faltaba (buscando financiación) para poder competir. Por supuesto es amante del fútbol y acérrimo hincha de Boca Juniors. Todavía le restan seis carreras y en su haber está que ha superado ya a su compañero Albon desde el principio. Lo malo de todo esto es que Sainz es quien le sustituirá en 2025. Audi podría ficharle.