Fórmula 1
Ricciardo sobrevive al caos
Carlos Sainz (Toro Rosso) y Fernando Alonso (McLaren-Honda) acabaron octavo y noveno, respectivamente
El australiano aprovechó el pique entre Vettel y Hamilton y se impuso en Bakú. Carlos Sainz fue octavo y Fernando Alonso, noveno, entró por primera vez esta temporada en los puntos.
En un circuito como el de Bakú, urbano, lento, rápido, ultrarrápido y con un nivel de seguridad discutible (y no es Mónaco), puede pasar de todo y eso fue lo que ocurrió en la carrera de Azerbaiyán. Cuando todo parecía una victoria clara para Hamilton las cosas se torcieron, Vettel se convirtió en «Mr. Hyde» y Ricciardo pescó en aguas revueltas para llevarse una victoria inesperada que, sin embargo, trabajó poco a poco desde atrás y concretó con sus adelantamientos en momentos claves.
Las neutralizaciones con coche de seguridad en pista e incluso una bandera roja que suspendió la carrera durante varios minutos influyeron en el resultado final. Hamilton superó todos estos inconvenientes e incluso «eliminó» la amenaza de Vettel cuando el alemán sacó toda su furia y chocó con él. El coche de seguridad se marchó momentos antes y Hamilton, por ser primero, era el que marcaba el momento de empezar a correr. Hasta que no se cruza una línea determinada nadie puede adelantarle. El inglés, supuestamente, hizo una prueba de frenada momentos antes que casi provoca un accidente con Vettel, pero lo cierto es que el alemán debía haber tenido más precaución. Esto provocó la ira del de Ferrari y el alemán se fue a por él y chocó su rueda delantera con la de Mercedes para recriminar su acción. El resultado fue una sanción de 10 segundos parado en boxes y dar al traste con una buena carrera.
Mientras tanto, Hamilton ya se frotaba las manos cuando se le presentó un problema inesperado. La pieza del monoplaza que recubre la zona de la cabeza y el cuello del piloto, una especie de reposacabezas, se soltó y el británico intentó solucionarlo en la recta. Pero la cosa se complicó más de lo deseado y el de Mercedes debió parar en boxes para no enfrentarse a la descalificación que supone una bandera negra ante la posibilidad que la pieza saliera volando y provocara una situación de peligro.
Entre la sanción a Vettel y la parada extra de Hamilton, el más beneficiado fue Ricciardo, que, de repente, se encontró con el primer puesto por delante de Stroll y Bottas. El de Williams, que debuta este año en la F-1, fue beneficiado por las entradas en boxes y las neutralizaciones del coche de seguridad y se topó con la segunda plaza. No fue hasta los últimos metros cuando Bottas le arrebató el segundo puesto. Aun así, el éxito del joven piloto canadiense es importante. Vettel fue cuarto y Hamilton, quinto.
Mejor le fueron las cosas a Carlos Sainz, que tuvo un comienzo espantoso con un trompo en la primera curva. Superó con nota este pésimo arranque y cruzó la meta en octava plaza, justo por delante de Fernando Alonso, noveno. El motor Honda no dio muchos síntomas de mejora, pero el asturiano fue capaz de llevar el McLaren a la zona de puntos por primera vez en la temporada. Un «triunfo» para la escudería británica.
La carrera será recordada por la acción de Vettel, sucia e impropia de un piloto, y mucho más de Ferrari y cuatro veces campeón del mundo. Un precedente que en 1997 costó a Schumacher todos los puntos de esa temporada.
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