F-1
Hamilton entra en el club de Fernando Alonso y Michael Schumacher
El británico alcanza en Francia las 300 carreras en Fórmula Uno, algo que sólo han conseguido unos pocos pilotos
En noviembre de 2006 una noticia cayó como un jarro de agua fría en casa del piloto español Pedro de la Rosa. Semanas antes, todo hacía indicar que el catalán, piloto reserva de McLaren, podría ser titular la siguiente temporada para acompañar en el otro lado del box al «fichajazo» que el equipo inglés había conseguido realizar a golpe de talonario: Fernando Alonso. El bicampeón había firmado un año antes y, a pesar de tener todo el poder y la sartén por el mango, no entró a valorar o imponer quién debía ser su compañero (como hacían otros).
El otro gran candidato era un joven piloto británico que había deslumbrado a Ron Dennis, artífice del auge de la escudería desde los años 80. Se trataba de Lewis Hamilton, campeón de la GP2, que arrastraba la vitola de ser todo un «killer» en la pista. No tenía experiencia en F1, ni siquiera había ejercido como reserva o probador habitual y eso fue lo que le hizo a De la Rosa pensar que, al menos, por una temporada, podría ser titular. Dennis arriesgó, Alonso no dijo nada y ahora este piloto, 15 años después, es historia de este deporte gracias a sus siete títulos, empatado con Michael Schumacher. Este fin de semana el heptacampeón disputa su Gran Premio número 300, algo que solo han conseguido unos pocos como Rubens Barrichello, Fernando Alonso, Kimi Raikkonen, Jenson Button y Michael Schumacher.
Este cumpleaños del inglés no le llega en su mejor momento porque su equipo, Mercedes, no atraviesa una buena etapa a nivel técnico. Han sobrevivido al desastre, pero están lejos de los más rápidos ahora mismo. En Mercedes tienen tanto respeto a Hamilton que ha sido habitual que Toto Wolff, jefe del equipo, se haya disculpado por la radio al término de varias carreras por el pobre rendimiento del coche.
En su primer año en la F1 (2007), Lewis estuvo a punto de ganar el campeonato y luchó hasta el final con dos grandes como en su momento lo eran Fernando Alonso y Raikkonen. Se enfrentó al poder y jugó muy bien su partida fuera de la pista hasta el extremo de manejar a la prensa inglesa a su antojo. Aquello le restó crédito al colectivo anglosajón que hoy no vive sus mejores días en este deporte o, al menos, ya no son, ni de lejos, los más influyentes como antes.
El caso es que Hamilton aprovechó muy bien sus opciones y se introdujo perfectamente en el ambiente de la F1. Sabía que algo estaba pasando en McLaren y enseguida apostó por ir a Mercedes, que en 2012 todavía era un proyecto por el que apostar. Y lo hizo. Luego los títulos llegaron de forma consecutiva gracias a un coche que se mostró dominador en muchas fases de cada temporada. La era híbrida comenzó con la «tiranía» de las flechas de plata y Hamilton no desaprovechó la oportunidad. Sólo Rosberg le ganó la batalla en 2016, pero sufrió tanto en la pelea que unos pocos días después decidió retirarse. Al margen de los siete títulos, ha sido el piloto mejor pagado de la historia, con 50 millones de euros brutos por año, lo que viene a ser unos 130.000 euros diarios. El inglés es pura voracidad y, sobre todo, ha sabido rodearse de los mejores, tanto a nivel estratégico como a nivel técnico en los equipos en los que ha estado. En 2022, Toto Wolff, le puso al lado a George Russell, piloto de la cantera de Mercedes que no le está poniendo las cosas fáciles. Sin embargo, coincidiendo con la mejora en el rendimiento del coche, Hamilton ha vuelto a ser el que era. Este fin de semana en el circuito de Paul Ricard, donde se disputa el Gran Premio de Francia, Hamilton reconoció que después de 15 años en la F1, su rival más duro y hábil fue Alonso.
La relación entre ambos ha mejorado desde los tiempos en los que todo saltó por los aires en McLaren. Ahora se respetan mucho y se lanzan piropos: «Nadie esperaba que alguien igualase los siete títulos de Schumacher y Lewis lo ha hecho. Su camino en la Fórmula Uno ha sido increíble y lo que ha creado en los últimos años junto a Mercedes ha sido brutal. Le felicito por estos 300 grandes premios», decía Fernando Alonso sobre el que fue su mayor enemigo en pista.