Frente al Villarreal, Zidane decidió que durante la primera parte, el Real Madrid tenía que probar una forma de jugar sin Modric en el equipo. Queria Zidane un equipo que entrase mucho por las bandas y que pusiese balones en el área. Por eso sacó dos delanteros y prescindió de un futbolista del centro del campo: dejó en el banquillo a Modric. El croata salió en la segunda mitad, pero el conjunto blanco sólo consiguió empatar el choque. Frente al Levante, que el año pasado ganó en el Bernabéu, Zidane tampoco va a poder contar con Modric, con una lesión muscular en el aductor de la pierna derecha, por el que va a estar unos 15 días de baja. Tampoco llega al estreno del Real Madrid en la Champions en el campo del PSG.

A sus 34 años, Modric va a tener que descansar más partidos que otras temporadas y más si sufre lesiones. Uno de los retos de Zidane es saber encontrar el mejor sustituto para el equipo no se resienta de la dirección del croata, que muchas veces es el que daba sentidos a todo el juego de ataque del conjunto de Zinedine Zidane.

El francés puede optar, como en Villarreal, a jugar con un 4-4-2, clásico, como hizo en Villarreal y jugar con dos delanteros. En Villarreal fue Jovic quien acompañó a Zidane, pero en el choque contra el Levante puede ser Hazard, que debutará en partido oficial con el Real Madrid tras su lesión. Otra opción, es dibujar el esquema más habitual, con un 4-3-3, aunque falta Bale, al que hay que buscar sustituto. Si Kroos y Casemiro son fijos en el centro del campo, Zidane tiene que dar vueltas al futbolista que ocupe la posición del croata.

Pese a que se dice que el Real Madrid no tiene centrocampista, son muchas las opciones del entrenador francés: James es la más probable, porque ya está listo, pero también puede probar con el estilo más físico de Valverde, lo que le da más seguridad. O con la juventud y el regate de Brahim para tener más imaginación arriba.