LaLiga
La crisis que nunca acaba del Sevilla
El equipo de García Pimienta intenta sacar la cabeza contra el Valladolid después de haber ganado sólo un partido de los seis que lleva en este curso
«Estoy perfecto de ánimo y convencido de que esto va a salir bien», dice García Pimienta, el entrenador del Sevilla, antes de enfrentarse al Valladolid. Pero las dudas crecen en torno al equipo y a la entidad. Sólo ha ganado un partido esta temporada, contra el Getafe, y necesitó cinco jornadas para hacerlo. A la sexta, volvió a perder, esta vez en el campo del Alavés.
«Perfecto, pero jodido, como cada vez que no ganamos», añadía el técnico, que llegó al Pizjuán con una racha de 14 partidos sin ganar, los últimos de la temporada pasada con Las Palmas, a los que añadió cuatro más con el Sevilla. Siete empates y once derrotas que lo dejaron a una del récord de partidos sin conocer la victoria en Primera que comparten Javier Clemente y Gaizka Garitano y empatado con Milorad Pavic en la segunda posición.
Un gol de Jesús Navas contra el Getafe rompió esa racha. Pero todo volvió a tambalearse después de la derrota contra el Alavés. «Esta derrota es un poco diferente a las otras por lo que se transmitió pero un mal partido no puede hacer cambiar nada», asegura el preparador sevillista.
«El Alavés mostró más intensidad especialmente en los duelos individuales y si no somos capaz de competir con nuestro adversario, tenemos mucho que perder», advierte García Pimienta. «El Sevilla es un gran club que aspira a lo máximo porque los últimos 20 años te lo demuestran. Ahora estamos en otro momento. Les digo [a los jugadores] que cuando terminamos cada partido, seamos capaces de mirarnos a la cara sabiendo que lo hemos dejado todo aunque hayamos perdido. Lo que no se puede permitir es que un rival tenga intensidad que tú y eso no es solo para el Sevilla», añade.
El entrenador sevillista asegura que ha hablado con los jugadores para poner remedio a esta falta de actitud mostrada en Mendizorroza para que no se repita.
El Sevilla ha incorporado a ocho jugadores nuevos esta temporada, algo que se repite en los últimos cursos y que impide que el equipo tenga continuidad. El ejemplo es que Saúl, cedido por el Atlético de Madrid esta temporada, fue el capitán contra el Alavés después de haber jugado sólo dos partidos con el Sevilla.