En la segunda ronda del Masters 1.000 de Cincinnati se ha visto algo que nunca se había presenciado en una pista de tenis. Carlos Alcaraz arrancaba su participación en el torneo ante Gael Monfils. El partido arrancó el jueves, pero cuando estaba en el tie break del segundo set tuvo que ser parado por la lluvia. Un parón que se alargó hasta las dos horas y como no dejaba de llover, la organización lo canceló y lo reprogramó para este viernes no antes de las 12:30 hora española.

Finalmente pudieron saltar los dos tenistas a la pista y el francés, que estaba por delante en el tie break en el momento del parón, ganó el desempate del segundo set por 7-5 para poner el 1-1 en el marcador, porque Carlos Alcaraz se había llevado la primera manga por 6-4.

Arrancó el tercer set y en el segundo juego llegaron las oportunidades de break para el murciano, que no supo aprovecharlas y el marcador se puso en 1-1. Lo que sucedió es que Monfils sí rompió el servicio después al español y se puso 2-1 en el marcador. En el siguiente juego Alcaraz tiene otra bola de break, lo desperdició y con el 3-1 en el electrónico llegó lo nunca visto: Alcaraz explotó, en un arrebato de furia que no es típico en él. Estrelló su raqueta contra el suelo una vez, la rompió, y siguió dándole golpes dos, tres, cuatro veces, antes de irse a su silla y tirar la raqueta detrás.

Un momento que se suele ver en el tenis pero en otros jugadores con menos control mental, pero no en el murciano, que siempre asegura que disfruta en la pista incluso en los malos momentos. No era el caso en Cincinnati, donde veía que el partido se le complicaba en el tercer parcial. Quizá necesitaba un gesto para desahogarse, soltar la tensión y seguir, y le salió ese ataque de rabia que sí tienen Djokovic, Medvedev o Rublev, por ejemplo, que se suele hacer heridas en la rodilla de darse con la raqueta.

No era una buena señal ese momento de descontrol de Alcaraz y la cosa ha terminado en una derrota inesperada en segunda ronda y que le deja sin la posibilidad de llegar al US Open como segundo del mundo. Lo hará como tercero después de caer ante Gael Monfils en su primer partido en Cincinnati, la pista más rápida del circuito esta temporada. Finalmente ha cedido el tercer set por 6-4, sin poder levantar el break en contra, con muy poca confianza en su juego y un rival que se ha apoyado en su saque para dar la sorpresa y meterse en tercera ronda.